Cap. 1: El nacimiento del playboy

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Cap. 1: El nacimiento del playboy

-¡Hey, Terashima!- dijo mi compañero de asiento- ¿Estás libre? Íbamos a ir al karaoke y nos falta una persona más para reducir los gastos.

-No -negué con la mano- Lo siento, hoy... tengo una cita.

-Wow~ ¡Tienes al menos 3 citas a la semana!- respondió mientras reía fingidamente.- ¡Cómo sea! No eras necesario después de todo.

-N-no es lo que parece... -suspiré mientras se iba.

Soy Terashima Hinata y tengo 16 años. Desde que ingresé a la secundaria, he recibido infinidad de confesiones y eso, en parte, es una de las razones por las que me dicen "playboy". La otra se debe a mí apariencia y la otra... es porque he tenido una cita con cada una de las chicas que se me confesaban pero no he salido con ninguna de ellas luego de eso.

Lo que no saben es que por qué lo hago y todo parte de mi secreto. Sí. Tengo un secreto como cualquier persona y no es que me avergüence de ello, sino que no tengo nadie con quién compartirlo... Pero no creo que compartiéndolo con los chicos solucionaría el problema de mi apodo ni mi 'enemistad' con ellos.

Mi secreto y mayor aspiración es convertirme en un diseñador y no en cualquier diseñador: quiero ser un diseñador de modas. Este sueño se debe a mi tutor, mi única familia a parte de Kuro, mi gato. Mi tutor no es más que el esposo de mi difunta tía. Quedé bajo su tutela cuando tenía 6 años debido a su repentina muerte y la de mis padres en un accidente de avión y desde entonces, he admirado el trabajo que realizaba.

El sr. K, como se llama mi tío político en el mundo de la moda, trabaja dentro del equipo del famoso diseñador W-Ryouta y cuando regresaba de clases siempre iba a su oficina para que regresemos a casa juntos. Mientras esperaba a mi tío, la secretaria me daba unas hojas y crayones de todos los colores para que me entretenga.

-Odio esperar- refunfuñaba mientras me cruzaba de brazos.

-Hinata-kun, puedes crear diseños y así puedes ayudar a tu tío- sonreía mientras me ponía unos crayones en la mano- ¿No quieres regresar rápido?

-¡Vale! Sólo porque tú lo has prometido- Y comenzaba a garabatear las hojas con lo que se me ocurriera.

-Puedes coger todas estas revistas para que te inspires- y las apilaba a mi costado.

-¡Qué pesada eres!

Mi curiosidad siempre era más fuerte que yo y comenzaba a revisar cada una de las revistas que me había alcanzado. Mis ojos brillaban cada vez que pasaba las hojas... Poco a poco ésto se fue convirtiendo en una rutina y mis dibujos comenzaron a mejorar. La secretaria siempre me daba ánimos y repetía que si tenía suerte podía llegar a convertirme en alguien como mi tío. La idea me empezó a gustar y desde que el sr. K vio mis bocetos, prometió convertirme en su aprendiz.

Comencé a diseñar atuendos tan originales pero no me gustaban las modelos que tenían... no para lo que yo creaba. Entonces decidí buscar a mis propias modelos, chicas que a mi criterio les quedaría mi estilo.

Mi idea parecía fácil en un principio pero aún paseando por todos lados, no encontraba lo que quería. Es por eso, y aunque suene ilógico, que a las chicas que se me confesaban, les pedía una cita para evaluar cómo son y ver si alguna de ellas podía convertirse en mi modelo.

"Lo siento. No puedo corresponderte pero desearía que te convirtieras en mi modelo" tenía planeado decir cuando encuentre a la ideal pero siempre terminaba diciendo "Lo siento. No puedo corresponderte pero podemos ser amigos." Muchas chicas lo tomaban bien; otras, mal. Y justo éstas últimas comenzaron a crear rumores sobre mí.

Pero recuerdo que la historia de "Terashima, el playboy" estalló cuando no llegué a una cita con una chica popular de un grado superior... El motivo fue porque ese mismo día tuve un accidente y me llevaron al hospital. A los 2 días, cuando llegué a recuperarme, volví a la escuela y a mis oídos llegó un rumor que jamás me habría imaginado...

-¿Escuchaste que Terashima quiso llevar a Haruka-senpai a un hotel?

-¡¡¿Qué?!!

-¡Qué atrevido!

Escuché parte de esa conversación en el baño y muchas otras cosas que no eran ciertas. Lamentablemente, no tenía ni tengo amigos que estuvieran a mi favor... La mayoría de los chicos no me habla mucho y más me consideran un rival que un compañero.

Aún con esos rumores girando sobre mí, sigo con mi búsqueda. Siempre pienso que luego de que me gradúe ya no los veré así que ya no me importa mucho lo que hablan a mi espalda y frente a mí... Lo que no sabía era que pronto mi búsqueda llegaría a su fin.

You will shine to me!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora