Cap. 9: Inesperada cita.

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Cap. 9: Inesperada cita.

Mi corazón comenzó a acelerarse más mientras pasaban los minutos al frente de su puerta. Mis ojos no sabían hacia dónde mirar pero cuando se encontraron con los de Ayami, pude sentir que debía tomar un poco de calma.

No sabía que tenía Rei en mente pero me asustó un poco el hecho de que se sentara al frente de la puerta como pidiendo perdón.

-Nana -dijo finalmente- Sé que me estás escuchando y no me voy a ir hasta verte.

Pero Nana no respondía.

Rei cogió su mochila y de ella sacó una bolsa de paletas.

-Bien, ya que no cooperas me comeré toda esta bolsa con Ayami, Natsu y Hinata- y abrió la bolsa para comenzar a repartir las paletas.

Tan pronto como se escuchó que abríamos las envolturas, un sonido fuerte provino de su cuarto.

Nos quedamos en silencio a ver si respondía pero, al parecer, no había funcionado el "plan".

-Parece que Nana no nos quiere aquí- Ayami susurraba con pena.

-Ah…-suspiraba Natsu- Me apena que ustedes hagan mucho y ella no quiera cooperar.

-Tranquilo, Natsu- Rei estaba pensando en otro plan- Sabes que no me rindo fácilmente.

-Y ella tampoco- siguió suspirando.

La situación me comenzaba a incomodar. ¿Por qué Nana quería enfrascarse sola en sus problemas? ¿Qué no éramos amigos? Aunque yo no le agradaba mucho, ¿qué había de Rei? ¿Ayami? ¿Hasta su hermano? Egoísta. Nana era egoísta. En ese momento, ella me recordaba a mi yo del pasado… Y eso me comenzaba a enfadar.

-¡Rayos!-sin darme cuenta había golpeado la puerta. Estaba tan furioso que las palabras comenzaron a salir de mis labios. -¡Nana! ¡Sé que estás ahí y sé que nos estás escuchando! ¡No estás sola! ¡Nos tienes a nosotros! Tú… ¡tú no eres la única que sufre!

Rei cogió mi mano pues me disponía dar otro golpe a la puerta y luego palmeó mi hombro. Pude notar que me dirigía una leve sonrisa.

A penas me calmé, le pedí disculpas a Natsu por haber golpeado la puerta de esa manera.

-Vete...- la voz de Nana sonaba algo cerca.

Nos miramos entre todos. Nana había dicho eso refiriéndose a uno de nosotros y algo me decía que se dirigía a mí.

-...

-¿A quién se lo dices?- Rei buscaba seguirle la conversación.

-¡E-eso no importa!- dijo enfadada.

-Ayami- Rei extendía su mano y, en el acto, ella le entregó un sobre.

Rei sacó unas entradas de ese sobre y puso una de ellas debajo de la puerta de Nana mientras sostenía el otro extremo.

-Nana, tengo entradas para el zoo- dijo Rei.

De pronto vimos cómo la entrada era jalada hacia el cuarto. Al igual que Nana, Rei también era fuerte.

- No tan rápido- añadió- Ayami las consiguió así que vamos a ir todos.

-¡Tramposa!

-Sólo quiero que pasemos más tiempo juntas... como en los viejos tiempos. -la voz de Rei se tornaba nostálgica- Piénsalo. Te dejaré la entrada pero quiero entregártela en tus manos. Así que abre tu puerta.

Todos mirábamos atentamente la puerta hasta que vimos girar la perilla un poco. Nana estaba abriendo lentamente la puerta... lo suficiente para que sólo una de sus manos saliera.

You will shine to me!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora