👑CAPITULO 1. LA IMAGEN EN EL CIELO👑

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"La herida no importó, llena de tantas emociones que destrozaban su interior, ella solo salió corriendo.

Sus lágrimas empaparon su rostro, necesitaba alejarse de ese lugar lo antes posible. Así, que ignorando el estado en que se encontraba su ser, solo siguió su camino..."

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Erendi cerraba los ojos un par de segundos para calmar su interior, su corazón palpitaba desesperado, a causa de las fuertes emociones que cargaba sobre su ser en ese momento.

Su día no fue precisamente el más tranquilo, al contrario, fue el más difícil de toda su existencia. Ella tuvo que aferrarse a importantes decisiones en tan corto tiempo, acciones que muy pocas personas podrían tomar, en una situación como en la que ella se vió envuelta unos minutos atrás.

Su pecho subía y bajaba descontrolado. El oxigeno no le llegaba a sus pulmones e hiperventilaba. Le dolía, sentía que le aplastaban su corazón, y estos síntomas no solo se atribuían a algo físico. Emocionalmente también estába triste, dolida, incrédula, decepcionada, desconcertada; y a la vez, aliviada de haberse alejado de ese lugar, antes de que sucediera alguna situación que pudiera lamentar.

Erendi sufría de un enorme cansancio mental, sus pensamientos necesitaban ponerse en orden, para seguir con su vida y olvidar lo sucedido. Respiraba profundo, se secaba las lágrimas, e inmediatamente su pensamiento viajaba hacia un lugar donde, todo era hecho a su modo y gusto; ella construía su propio lugar de resguardo en sus sueños.

Estos días no habían sido nada fáciles en su vida, lidiaba con muchas cosas que agobiaban simultáneamente su interior: la facultad, su trabajo de medio tiempo, su vida familiar que cada vez iba en declive, y él.

Se diría que todo lo que realizas en la vida tiene una razón de ser. Que las situaciones que pudies enfrentar a través de los años, son pruebas hechas a la medida de tu ser. Ejercicios que una entidad divina te ponía para descubrir tus alcances y límites, encontrando de esta forma, la razón de tu existencia, pero ¿¡QUIÉN DEMONIOS DIJO ESO!?

Espero que no digas "Dios", por que de ser así, ese Dios debería ser muy perverso, como para mandar todo un arsenal de problemas de un solo golpe a la vida de una joven.

Su grandes ojos oscuros se abrían despertando de golpe. Algo en sus sueños la sacaba abruptamente de aquel hermoso pensamiento. Miraba todo a su alrededor, cayendo en la cuenta, de que su realidad no había cambiado, ella seguía formando parte del mismo.

Con pesar suspiraba profundo, un dolor mayor a todo lo anterior surgía desde el fondo de su ser y está vez, lloraba desconsoladamente, debido a que su corazón estaba roto.

-¡¿POR QUÉ NO ERES REAL?!

Gritaba a todo pulmón, sus pupilas oscuras contemplaban el lienzo nocturno sobre su cabeza, atormentando de esta manera aún más su ser.

Ella seguía con su agonía interior, las lagrimas empapaban sus mejillas, y por fin comprendía la belleza de las estrellas. Silenciaba sus sollozos, alzaba su mano, y trazaba con su dedo, las siluetas de quienes ella veía en sus sueños. Y mientras dibujaba en el cielo, reflexionaba sobre a dónde y cómo quería llevar su vida.

Se hacía preguntas a ella misma, donde las que más destacaban eran aquellas como:

¿Qué demonios hacía mal?

¿Qué debía hacer para mejorar?

¿Qué es lo que esperaban de ella los demás?

Su vacío era tan inmenso en el momento, que no le importaba estar en la calle a altas horas de la noche, sentada en la acera totalmente sola, sin temor a que pudiera pasarle algo malo. Y en vez de entrar al resguardo de su hogar, mejor prefería permanecer en su lugar, teniendo la certeza de que nadie le reclamaría; cargando con mas negatividad sobre su ser.

Á R T I C A (En Progreso) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora