Mi lobo Guardian

Capitulo 1. Hanna

- ¡Maldición! - Repilque, ya me había torcido el tobillo - estúpidos tacones - sobaba mi pie mientras me quejaba

Fue una muy mala idea salir a comprar la cena, y menos con la brisa que estaba cayendo y que dejaba las calles resbalosas

- Debí esperar a que papá se despertará para salir - Si, hablaba contigo misma mientras me quitaba los esos estúpidos tacones, no sería la primera vez que caminaba sin zapatos. Al menos era mejor que romperme el tobillo.

El salir a está hora y con la mayoría de establecimientos lejos fue muy mala idea, ya quedó claro, pero igual ya estaba cerca, sería mejor seguir a regresar a casa sin nada, aunque sinceramente no me sentía muy cómoda con todas las calles vacías y para mi mala suerte la brisa que estaba cayendo tomo fuerza

Supongo que eso era lo de menos, pero la sensación de ser seguida me invadía y cada vez era más fuerte. Me di la vuelta un par de veces pero no logré ver nada, por lo que empecé a culpar a mi mente de jugarme una mala pasada

Ya estaba muy cerca de llegar, acelere mi paso aun más sin los tacones, tacones que no debí ponerme en primero lugar. ¿A quién se le ocurre hacer eso en estas condiciones?

Mis pensamientos fueron interrumpidos por un muy extraño ruido, el cual me dejó atónita.

No podía ser cierto lo que veía, estaba aterrada. Una sombra, que parecía ser humana, corría directo hacia mi, pero se hacía más grande con cada paso, hasta verlo repleto de pelo, y de verdad sus facciones eran similares a las de un lobo.

No sabía que hacer, estaba pasmada, sin poder moverme o emitir algún sonido. Esto era algo imposible, ¿cómo demonios podría tener frente a mí a un maldito hombre lobo?, definitivamente el jugo que me dio mi hermano tenía algo y me estaba haciendo efecto. Esa posible explicación quedó de lado, esa cosa con patas me dio un golpe que logró tirarme al suelo y dejarme aturdida. Deje de sentir el rostro y mis oídos parecían haber reventado, perdí el equilibrio y mi primer reflejo fue tocar con mi mano la parte afectada. Tenía sangre, genial.

Ahora que lo pienso, ¿de verdad sería asesinada por un maldito hombre lobo?. Vaya forma de morir. Levante mi vista, esta cosa podría devorarme, pero me negaba a ser sumisa ante él, al menos arruinaría su estúpido ego de hombre lobo, lo cual era aún más estúpido tomando en cuenta que debería estar ocupando el poco tiempo que me queda para buscar una forma de escapar y no en sabotear la dignidad de criaturas mitológicas.

Le mire fijamente a los ojos, estaba asercandose en cuatro patas. Juro que él maldito parecía sonreír. Le divertía verme tirada, ni siquiera podía pararme, mis piernas no me respondían y, aunque no lo parezca, estaba muy aturdida para coordinarme. Al menos quería poder avanzar unos metros y poder decir que lo intenté.

Al estar a escasos metros de mi se paro en cuatro patas y tomó una postura intimidante. Al parecer mi plan de sabotaje ante su ego fallo.

- ¿Pero qué mier...- No se que demonios pasó después, fue muy rápido para comprenderlo. Sólo logré ver cómo retrocedió y cayó, recuperándose rápidamente con un gruñido. Había otra silueta, esta vez de un hombre. Por su postura parecía no tener miedo.

No pude distinguir su rostro por la oscuridad, pero lograba ver que era un hombre alto y algo delgado. Enserio no sé cómo puedo poner atención a esas cosas en estos momentos, pero volteo a verme, una mirada fría y sería.

- Largate - Esa fue su última palabra antes de volver a poner atención al frente. Yo seguía pasmada. - ¡¿Qué no escuchaste?! , ¡largate ya! - y yo seguía poniendo atención a todo menos a lo que debería, note por su grito que estaba conteniendo la respiración. Su cuerpo comenzó a deformarse, esto era digno de una película de terror

Al ver eso por primera vez reaccione rápidamente, según yo, y comencé a alejarme lo más rápido que me permitieran mis piernas. Cuando creí estar lo bastante lejos me di la vuelta, y con todo y mi ojo hinchado notaba que el tipo que me grito ahora tenía la misma forma espeluznante del primero. Genial, ahora no solo era uno, para colmo el que supuestamente me defendía, a pesar de haberme gritado, era mucho más pequeño. Al menos el primero le sacaba dos cabezas. Estoy jodida.

Enserio debo dejar de pensar eso, tengo la oportunidad de escapar y yo aquí malgastando ml tiempo pensado tonterías, a fin de cuentas alguien me estaba defendiendo, claro, si no es que simplemente estaban peleando por una presa. Pero esta noche fui atacada por un hombre lobo y mis pensamientos no son los más coherentes, que por cierto, no logré comprar la cena. Si no llego a morir me quedaré con hambre.

De acuerdo, dejaré esos pensamientos de lado y me limitaré a llegar a salvo a casa, pero no estoy segura si podré llegar "sana". Mi rostro dolía mucho, el adormecimiento estaba pasando, maldita sea, justo cuando mis pies por fin se estaban coordinando. Daba igual, solo quería largarme y comencé a trotar, mala idea, mis pernas no lo soportaron por mucho. Creí que caería, por lo que puse mis manos para amortiguar, pero seguía de pie y era sostenida por un tercero.... ¿O era más bien por un cuarto?

Eso tampoco es importaba ahora, si mirada conecto con la mía, por lo que note preocupación en su mirada

- ¿No puedes caminar? Puedo cargarte - Esa afirmación fue más para el que para mi, no me dio tiempo de negarme y me tomó en brazos. Esta difinitivamente era una noche demasiado extraña, el tipo parecía tener mucha delicadeza conmigo

Al paso de unas cuadras le mire, ya debería estar algo cansado pero parecía estar muy tranquilo. Sin notarlo me bajo con la misma delicadeza de antes.

- Necesito que me digas si falta mucho y por donde vives

- Ya solo estamos a un par de cuadras. Yo ya puedo caminar, pero muchas gra.... - Él no le daba mucha importancia a mi opinión, porque volvió a cargarme. Por lo menos podía descansar, era cómodo.

Cuando llegamos y me bajo pude sentir el frío en mis pies había olvidado que estaba descalza. De pronto oímos una especie de aullido que hizo que desviaramos la vista. Pude ver su ceño fruncido.

- ¿Quieres entrar? Podría ser peligroso -Hablaba sola, lo que me faltaba. Se fue sin decir nada

Cuando entré papá ya no estaba, seguro y había salido a buscarme. Mamá corrió hacía mi, su rostro se veía pálido y con lágrimas, es un hecho que estaba asustada porque tarde en regresar

- ¡¿En dónde estabas?! - Creo que estaba apunto de darle un ataque de algo, pero cuando vio el golpe de mi rostro se enfoco su atención ahí - ¿qué te sucedió?- se notaba que quería tocar el golpe pero dudaba en hacerlo - ¿te asaltaron? -

- S... Si - Y ahora tartamudeaba, no podría ser peor. Esperen, el golpe en mi rostro dolía aún más, si, si es peor.

- ¿Te hicieron algo?, dime que no te...

- No...logre correr - Yo solo quería sentarme, estaba cansada con todo esto

- Tenemos que ir a hacer la denun...

- Mamá - mi voz ya sonaba apagada - solo quiero descansar

- Está bien, hija - su semblante había cambiado a uno más comprensivo

- Gracias - esa fue mi última palabra antes de dirijirme a mi cuarto