Capítulo 10. Osvaldo

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El pequeño Sebas comió rápido y salió a jugar dejándonos a Caro y a mi solos.

-- O.....oye.....Yo......Te juro que te ayudaré en todo lo posible, te lo juró, no la dejaré solos a ti ni a tu hermano.......-- Me interrumpió Sebas al entrar corriendo hablando sobre los animales, salió Caro apresurada, me quedé sentado y pude escuchar que decía de los animales que debían estar lejos pensando en voz alta, así que decidí intentar algo, me paré y agache para ponerme a 4 puntos de apoyo en el suelo, al cerrar los ojos mire aquellos ojos que estaban frios y hacechadores, sentí aquel calor en mi interior, ni había dolor, habri los ojos y miraba como mi cuerpo cambiaba rápido logrando convertirme en lobo.

Salí de la casa apenas cabiendo por la puerta y llegar a donde estaba Caro viéndome sorprendida al verme convertido en lobo, le hice una reverencia para que supiera que estaba bien. Salí tras del rastro del olor de los ganados mientras escuchaba como Sebas asombrado le preguntaba de donde había salido ese lobo tan grande, avance demasiado rápido, mi velocidad hera exagerada, nada natural, me fue rápido dar con el pequeño rebaño de ovejas así que rodeandolas las hacia avanzar de regreso a la casa de Caro, tarde algunas horas en regresar con las ovejas.

-- Wooooooow, como se llama tu mascota?-- Sebas se abalanzó hacia mi abrazandome y sobando mi pelaje que para el hera muy suave.

-- se llama sombra, es una nueva.........mascota que llegó aqui hace unos días--

--Esta muy grande y hermoso-- decía mientras seguía acariciándome como a un perro, descubrió los colmillos y habrio los ojos sorprendido al ver su tamaño.

-- Ey!! Cuidado, no hagas eso, se puede enojar y te puede morder!-- le previno aún dudosa de como podía reacciónar y para que fuera más precavido.

Habrio el corral de las ovejas y los arrie dentro de él y salí a paso rápido tras del ganado de bovino habiendo percibido su olor no muy lejos de donde encontré a las ovejas.

Avance rápido y los encontré he hice lo mismo para llevarlas, las arriaba como si fuera un perro de pastoreo cuando de pronto sentí un golpe muy fuerte y salí disparado muy lejos adolorido intentando recuperarme rápido.

-- Por fin te encuentro pequeño, creí que te encontraría como un pequeño y débil humano, pero veo que lograste dominar la habilidad para convertirte en la forma animal, me dejas sorprendido muchacho, yo a pesar de ser de sangre pura tarde algunos años, veo que tienes potencial, pero no dejas de ser un problema para mi.

Alcé la vista y lo mire, la escena de esa noche volvió a mi, hera el, estaba frente a mi el causante de que me convirtiera en esto que hera ahora, me llene de rabia, gruñi enfurecido, y avance para atacarlo.

-- Eres algo estúpido muchacho-- colocó sus manos en su cintura y rio con burla al verme avanzar hacia el para hacer lo mismo.

A poco menos de 8 metros de llegar el uno al otro comenzó a camibar su forma, pero no a lo que yo esperaba, no se convirtió en un lobo como yo, si no que adquirió esa forma híbrida donde las dos especies se combinaban en un solo cuerpo. Salte para hundir mi mandíbula en su garganta pero sólo sentí como en el aire una de sus manos encajaba sus garras en mi cuello y la otra en mi estómago arrojadome y desgarrando mi piel haciendo que me quedara de tal dolor.

-- Crees que en esa forma podrás ganarme?, Necesitarías saber dominarla por completo para causarme daño, pero bueno, para ser un muchacho debo reconocer que pudieras dominar un poco la forma animal, eso no cualquiera lo hace, pero en fin, haré a lo que vine, te mataré lo más rápido posible, pero no te sientas triste, fuiste dichoso de poder cambiar de forma pero no quiero tener mas problemas con mi clan.

Hablaba mientras se hacercaba lento a donde estaba el herido, convirtiendo una mano en garras para terminar conmigo, pero algo lo detuvo, comenzó a mover la nariz percibiendo un aroma, pude persivirlo, note que algo le causó, su mirada cambio, su semblante parecía tener miedo y no me equivoqué, ya que se dio la vuelta para querer huir pero fue detenido en seco por un tipo, delgado, de pelo, mirada seria, con un color palido y ojos negros, el comenzó a gatear boca arriba hacia atrás con miedo y gritando ser perdonado.

-en serio te atreves a pedir perdón después de a verme querido mentir, de jugarme sucio, a mi ningún sucio licántropo me va hacer eso, así que te haré el favor de matarte y que tu clan no lo haga por haber dejado a un infectado con vida.-

Detrás de mi apareció una joven hablando, junto con otro tipo igual al sujeto que detuvo a mi atacante, ella parecía tener apenas 17 años, no muy alta, pelo largo castaño, no muy delgada, piel blanca, con unos ojos color grises, era linda pero trasmitía un terror que estremesia con solo mirarla, así sin mas habrio su mano, la estiro en dirección de el y serró el puño, el comenzó a gritar y retorcerse de dolor, para terminar prendiéndose en llamas, el agonizaba ardiendo en llamas, los dos sujetos que eran exactamente iguales de un momento a otro estaban sujetándolo uno de cada brazo y comenzaron a desmembrarlo, la joven solo miraba seria, hasta que volteo a mirarme.

-No creas que lo hice por ti, me debía algo y yo le advertí que conmigo ni mis hermanos se metiera, pero se creen capaces de enfrentarme, note que le fue miu fácil casi matarte, eres un infectado y tienes potencial, en muchos siglos que llevo pocos han logrado dominar las 2 transformaciones de un licántropo, solo los puros pueden hacerlo, así que te ayudare, mi nombre es Sofia, soy mejor conocida como dama del inframundo, soy la bruja blanca mas vieja y poderosa de este mundo, ellos son mis hermanos Alexander y Gabriel, son guardianes de las sombras y mis protectores, te ayudare a ti Osvaldo, ya que te espera unos tiempos difíciles donde necesitaras ser fuerte, mas que un alfa siquieres estar a salvo-. Estiro su mano y comenzó a hablar. -Desde hoy podrás dominar tus formas mortales e inmortales a voluntad para tu bien y de quienes tu ames, quienes estén a tu protección, todo tu potencial sera expuesto, seras más fuerte que todos aquellos licántropos que intenten lastimarte, soportaras heridas de seres de inframundo.

Mi cuerpo se recuperó de toda herida, mi cuerpo se ensancho, mi altura cambio, sentí como si todo yo se volviera de aceró. No entendía lo que pasaba, apenas lograba asimilar lo que me había pasado y me topaba con una bruja que verá capaz de desaparecer sin el mas mínimo esfuerzo a un hombre lobo y hera capaz de hacerme más fuerte, las palabras no salían de mi boca, estaba congelado. Me regalo una pequeña media sonrisa y se despidió mirándome de arriba a abajo.

- No agradezcas, no estas mas, pero transformate o ponte algo de ropa-

Sus hermanos se colocaron detrás de ella, uno a cada lado y se perdieron en un agujero negro que los envolvió y desapareció junto con la cabeza degollada del otro licántropo colgando de la mano de uno de sus hermanos.

Mi lobo GuardianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora