capitulo 4. Osvaldo

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Las heridas eran profundas pero logramos parar el sangrado, era obvio que había perdido mucha sangre. Curamos y desinfectamos las heridas lo mejor que pudimos, las vendamos con algo de trabajo, pues la piel desgarrada parecía como si fuese cortada con un afilado cuchillo.

Terminamos de hacer las curaciones para después cargarlo lo más cuidadosamente que nos fuera posible y llevarlo a una habitación, aunque obviamente necesitaría un doctor.

El ver a Carolina con esa mirada llena de tristeza me hacía sentir más culpable. Sus ojos estaban llenos de lágrimas pero no era capaz de llorar, su preocupación era mayor, así que salió con paso firme de la habitación,

- ¿A dónde vas? - pregunte saliendo tras de ella.

- Iré por un doctor, perdió mucha sangre, podria morir en el estado en que se encuentra - dijo mientras metía cosas a una mochila. Su mirada ya no era la de hace un mentó, ahora era fria y llena de coraje al verme, a tal grado que me estremecio al chocar mi mirada con la suya.

Al parecer si me contestaba era porque sabía que era el único que se encontraba con ella y a pesar de todo la había ayudado, tal vez entendía que no estaba consciente cuando los ataque, así que salió y a paso rápido se encaminó hacía él pueblo para traer un doctor o conseguir que lo trasladarán a un hospital en ambulancia.

(....)

Pasaron alrededor de tres horas. Yo me encontraba sentado a un lado de la cama donde estaba Omar aún inconsciente, cuando escuché un auto hacercandose a la casa, así que salí. Era una ambulancia, alparecer si había logrado que le proporcionarán la ambulancia debido al estado de su hermano, pero detrás venían varias patrullas.

La primera en bajar de la ambulancia fue Carolina, seguida de un médico. Carolina al verme apresuró su paso dejándo atras a quien la seguía.

- Creí haber dicho que te largarás, no creas que por haberme ayudado con mi hermano he olvidado que tú fuiste el culpable de todo esto. Si no te denuncié fue porque a pesar de todo se que no eras consciente, lo pude notar en tu cara - ella hablaba completamente sería - así que mejor ve...¡por Dios, no tienes ropa! - sus ojos se posaron en mi, y rápidamente se tapó la cara - entra a la habitación de Ronal y toma algo de su ropa, los policías revisarán todo, vístete y una vez que se vayan te largas de mi casa, quiero que estés lo más lejos posible de aquí para el anochecer - me empujaba hacia la habitación cubriéndose la vista.

-¿Quién es el señor que entro junto con usted a ese cuarto, señorita? - interrogó el doctor a Carolina, quien contestó astutamente.

- Él es.... mi novio, vino de visita y también fue atacado.

- Oh, ya comprendo, revisaré a su hermano para trasladarlo al hospital y después lo revisaré a él.

- No, no es necesario, él llegó en la mañana y se quedó a cuidar de mi hermano en lo que yo iba por usted - dijo rápidamente para evitar que yo también fuera revisado, ya que no tenía ninguna herida, ni siquiera los disparos de la escopeta habían causado daño.

-¿Pero qué no dijo que también fue atacado? - interrogó nuevamente el doctor, pero con duda en sus palabras

- Si, pero cuando el llegó el animal aún estaba y lo atacó, ¡pero solo fue un golpe en la cara, un ojo morado y el labio reventado, no es nada! --- contesto alzando la voz con lo último.

Y así termine golpeándome para dejarme el ojo morado y un labio reventado, para que creyeran la historia de Carolina, se lo debía, así que no dude en hacerlo, aunque eso no reparaba nada de lo que había pasado y que inconsiente hice.

Mi lobo GuardianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora