Carolina

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Había veces que esté pequeño angelito me sacaba de mis casillas con sus comentarios, se hacía a una idea y no había quien lo sacará de eso, ahora tendría que soportar que creyera que Osvaldo era mi novio y me molestaría con eso hasta que me viera con alguien, no es decir que el sea feo, menos ahora que su anatomía cambio mucho, si cuerpo se ve más fuerte, musculoso, no exagerado, pero si sexi......pero eso no le quitaba lo que había echo y que por su culpa mi hermano estaba en el hospital y que quedaría paralítico.

—¡Vamos a cenar!,.....vaya, hasta que apareciste, Sebastián pregunto mucho por ti, te quería presentar a sombra, mi nueva mascota —mi voz herw juguetona y burlona, sabía que él no sabría que contestarle a Sebastián, si alguna de sus palabras no coincidía con las anterior de lo que dijera desataría una lluvia de preguntas y justo así paso.

—Domde estabas? Derrepente no te vi, y a sombra solo lo mire cuando se alejaba demasiado rápido, yo creí que pasarías más tiempo con Carolina, nunca debes dejar sola a ti novia, menos siendo una mujer tan bella comomi Carito, que no importa tanto, ya que me tiene a mi para defenderla —

Sus palabras de ese niño heran tan dulces pero nuevamente había echo que me sonrojara otra vez, aún pero con la mirada de Osvaldo, pero se desvanecia cuando lo miraba fijamente con seriedad, parecía un pero regañado.

Me alistre para dormir, puse a Sebastián en uno de los colchones en mi habitación para que durmiera y me asegure que Osvaldo entrara a el sótano, pero lo mire recostado en una de las sillas del comedor, bueno, de lo que quedaba. Mañana sería un día difícil, tendria a Sebastián todo el día preguntando que había pasado en la casa, ya que por el alboroto de los animales no noto el desorden que había dentro.

......

Mi lobo GuardianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora