Por las calles extensas repletas de gente,en Seul. Han JiSung sujetaba como si su vida dependiera de ello,una cajetilla de cigarros y un encendedor manual,encendió el primero de 24 que venían en la nueva cajetilla y metió sus manos en sus bolsillos para continuar con su caminata.
El humo que inundaba sus pulmones casi lo ahogaba,retenía el aliento hasta luego liberarlo soltando todo aquel humo que tenía cargando.Sentía el frío aire golpear en sus mejillas rojizas, lamentándose por no llevar su ya común Hoodie que lo protegía de las frías temporadas que un 13 de noviembre en Seul le brindaba.
Siendo observado por varias personas,que seguro se preguntaban, porque un joven como el,desperdiciaría su vida caminando como un vagabundo con un cigarrillo en la mano,teniendo toda una vida por delante.
Pero los adultos suelen creer que por ser jóvenes no entienden de dolor,que son adolescente que apenas aprendieron a limpiar su retaguardia como para decir que "mueren de dolor" y pensar en suicidio. Exceptuando por que,JiSung no pensaba en suicidio, JiSung era muy cobarde como para atentar contra su vida,había oído aquel viejo dicho que dice "los suicidas no van al cielo" pero a caso el cielo existe?No es que JiSung tuviera ganado un pase directo con todo pagado al cielo,pero tampoco lo tenia al infierno,no era como si el diablo lo fuera a aguantar siendo como era. Seguro se hartaria y lo mandaría a joder gente en la tierra.
Llegó al hotel viejo de apariencia putrefacta y cutre,que en realidad era un motel donde los migrantes se refugiaban para evitar problemas con el gobierno en Corea del Sur. Fue así que llegó ahí,pues,si bien tenía ventajas,vivía en lo que el hotel suele llamar un "Penthouse",que en realidad lo único bueno que tenia era la cama y la vista al río Han. No pagaba renta del cuarto,pues nadie lo hacia,y el poco dinero que recaudaba,le servía para conseguir comida. No era algo muy.. Higiénico,pero le servía para dormir,pues la mayoría del día la pasaba fuera de ahí.
Metió la llave en la ruidosa puerta carcomida y mordida por los ratones o algún vagabundo loco. Encontrándose como ya era costumbre,con varios de los tipos con los que solía acostarse en las noches,pero JiSung no estaba de humor, si bien el tiempo apenas le alcanzaba para ducharse,cambiarse e irse al lugar totalmente diferente a su " hogar"
Un edificio lujoso donde en el ultimo piso se realizaban subastas por un joven de 23 años con un -dios sabrá como lo consiguió- permiso para realizar subastas,que de hecho eran ilegales,pero como la abuela de JiSung solía decir 'Papelito habla' y si el jodido permiso de Yugyeom decía que eran legales,eran legales y la policía no atentaba contra lo legal.
Claro,que la policía no sabía que la mayoría de los chicos que eran subastados eran menores de 18 años,Diablos,¡El mayor tenia 20!
Fue en ese 'negocio' como JiSung logró mantenerse con vida, y gracias a ese lugar,juntaba dinero para conseguir un lugar mejor donde tipos drogados no se metieran en la noche a tratar de meterle algo por el culo y que el terminara golpeándolos con el bate que tenia al lado de su cama.Logró echar fuera a esos tipos borrachos y drogados de su apartamento y cerró la puerta atorándola con el medio sofá que estaba ahí,si,porque en realidad era la mitad de un sofá pero le servía para cerrar la puerta, al menos le daba tiempo de correr por su bate antes de que alguien entrara.
Se metió al baño sucio y pestilente desvistiéndose con rapidez,para luego abrir la llave,esperar a que se fuera la suciedad de la cañería oxidada,meter su cabeza dentro del chorro frío de agua para evitar resfríos,y luego entrar soltando jadeos y chillidos al sentir su caliente cuerpo ser enfriado por el agua.Temblando,salio de ahí y tomo la toalla que siempre usaba,por suerte aun estaba limpia,seguro iría luego a lavar su ropa,pero seria cuando tuviera suficiente dinero. Tomó su maleta una vez enredado en la toalla y buscó algo lindo y presentable para ponerse,igual Yugyeom terminaría llevándolo con alguno de los chicos para ayudarle a verse mejor. Esto era cada semana,JiSung ya estaba acostumbrado a ello.
