Capítulo 10

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En la escuela las cosas se estaban arreglando. Julieta me había vuelto a hablar, Luna estaba más tiempo con nosotras, y Valeria, bueno ella ya no me trataba tan cortante.

Y de Fernando no supe más desde que cortamos hace una semana.

Me encontraba rindiendo un examen, casualmente de portugués, y casi lo estoy por terminar. No había estudiado muy bien, pero algo sabía. Aunque me demoré en hacerlo porque no podía dejar de pensar en todo lo que estaba pasando en mi vida y en lo simple que eran las cosas antes.

Luego de revisar todo, lo fui a entregar y en el momento en que lo hacía, noté que la profe me sonrió. Es obvio aclarar que me volví loca y me puse nerviosa, porque eso significaba que no tenía problemas conmigo. Por suerte Max había faltado.

Después llegó la hora del almuerzo. Fuimos al comedor y como siempre, había una fila larga. Estábamos yo, Julieta, Luna y su novio que ya me estaba empezando a caer mejor.

- Tanta fila para que solo te den una pasta que pretende ser carne y una ensalada con las verduras crudas? – dijo él y todas estuvimos de acuerdo.

- O peor, cuando dicen "menú especial" y es una pizza dura y un jugo vencido. – agregó Luna.

- Tan mala es la comida aquí? – dijo Julieta. – yo he comprado y me gusta.

- Es porque compraste en el buffet, no aquí. Pero hoy vinimos porque lo tienen que arreglar. – le dije a ella, hablarle eso fue un logro en estos días.

Luego pedimos la comida, que se trataba de una ensalada césar, y nos sentamos. El almuerzo escolar es como todo cliché. Los populares (léase hijos de padres con un bolsillo gordo) se sientan todos juntos en el medio del comedor. Las chicas casi no comen para estar delgadas y en cambio se la pasan hablando con los chicos musculosos, que son machistas y homofóbicos.

Al final están los "nerds" que almuerzan soportando el bullying de los nombrados anteriormente. En otro lado se ubican los darks, los geek, los gipster y los pequeños de primero.

Y luego estamos nosotros, que no pertenecemos a ninguno de esos grupos, pero así está mejor.

Olvidé mencionar que en medio de todos los alumnos, están los profesores. Y hablando de ellos, en este momento veo aparecer a Valeria. Parece que no compra comida, sino que se trae algo en un táper. Me pregunto si sabrá cocinar.

Esta vez no está con las demás profesoras, sino que la veo con su marido el cual también es profesor. Debo decir que me pone celosa verla así, porque me gusta que sea feliz y lo merece pero también me gustaría ser yo la que este con ella, que me vea más que sólo una alumna.

- Que miras tanto? Te interesan los profesores? – me pregunta Juli con ese tono de reproche que tanto conozco.

- No estoy mirando nada en particular. – que gran mentira.

- Bueno chicas, tranquilas. Oí que el sábado habrá una fiesta acá, de alumnos y profesores. – dijo Axel.

- Que celebraran? - dijo Juli, que como es nueva, no sabe.

- La bienvenida a un nuevo año escolar. A tres meses de empezar las clases, que lógico. Van a ir? – pregunté.

- No me perdería una fiesta, así que más vale que vengan. – dijo Luna

- Hecho, nos encontraremos el sábado.

- Van a ir todos los profes? Vendrá alguien que quieran ver? – preguntó Julieta. Que está insinuando?

No respondí y la campana me salvó. Al menos no tendría que lidiar con sus preguntas hasta mañana, porque ahora tenemos taller y todas vamos a uno diferente. Luna va al de cocina, Julieta al de danza, y yo al de escritura.

Me encanta leer y escribir porque siento que con eso puedo expresar todos mis sentimientos sin que nadie me juzgue. Puedo imaginarme mundos increíbles y alejarme de la realidad un rato.

Siempre me inspiro en lo que me está pasando, en mis sueños, miedos y deseos. Esta vez tenemos que escribir un poema y dedicárselo a alguien, de forma indirecta. Así que me dejo llevar por la inspiración y escribo esto para Val:

Me llamas y me tiemblan las manos

Me quedo sin palabras cuando hablamos

Mis ojos solo te ven

Cada centímetro de mi piel se eriza

Sueño con tu perfume de canela

Y con tu cabello cobrizo.

Quizá sea muy cursi, pero es algo que me salió del alma. La verdad es que muchas veces quisiera volver a mi vida normal, la de no preocuparme por lo que siento por otra persona pero cuando la veo me genera un sentimiento tan lindo que no lo puedo ignorar.

Aunque me destruye saber que nunca seré correspondida y que esto es algo imposible.

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