Cliché | Marcus & Martinus

Capítulo VI: Lagrimas

—¡¿Por qué tienes que volver?! ¡Pensé que era suficiente para ti! —jadeo mientras me miraba suplicante.

—¡Lo eres! ¡Pero yo no lo soy para ti! —grité— ¡hay cosas en mi pasado! ¡Cosas que te dañaran! —me cogió de la mano obligando a mis ojos a mirarle.

—Me importa un carajo, amo cada pequeña parte de ti, estoy seguro que puedo aceptar ese pasado tuyo...

—Pero yo no puedo permitirte que lo hagas...no quiero quemarte —una ligera lágrima se deslizó a lo largo de mi mejilla.

—Besame… —susurró— necesito saber que fuiste mía una solo vez... —sus labios rozaron con los míos.

—No puedo... —me separé sintiendo sus manos dejarme ir poco a poco— lo siento tanto. Me di la vuelta dispuesta a salir corriendo.

—¡Mercy, no! ¡Basta! ¡Ya no me gustó este juego! —Martinus tiró de mi brazo.

—¡Martinus! ¡No es un juego! ¡Se supone que estamos ensayando para la obra de teatro! —gruñi.

—¿Entonces no piensas regresar a México? —susurró.

-Por octava vez en el día, ¡No! —suspiró aliviado— solo estoy interpretando el guión.

—Dios, es que lo haces tan bien, yo jamás podría sacar éstas —se acercó limpiando las pequeñas lágrimas de mis mejillas.

—Esa es una lástima, joven Gunnarsen —el coordinador de la obra teatral salió por detrás del telón— los he estado observando mientras ensayan y no puedo evitar notar que ambos, ¡sacan chispas en el escenario! ¡Es como una increíble conexión! —chillo el hombre de cabello rizado y lentes— he estado esperando casi dos horas a que lleguen a la escena del beso, suspiró.

—¿Hay una escena de beso? —intervino Martinus.

—¡Lo sabrías si no interrumpieras cada ensayo! —gruñi. Internamente agradecía que no lo supiera.

—Bueno, Mercy, no puedo esperar ha verte en las audiciones, se que conseguirás el papel de Noelia, tengo entendido que Zach es posible que lo interprete ]asper —Martinus se cruzó de brazos.

—Pensé que yo y Mercy lo hacíamos bien.

—Oh, claro que lo hacen, pero no estas inscrito a las audiciones y no sabes llorar —torció la boca.

—Claro que puedo llorar —fruncio el ceño— solo miren —apretó los ojos mientras gemía— ya casi…abrió un ojo— puedo sentir el agua correr hasta mis ojos —el profesor solo miraba apenado la escena— casi...

—Tienes hasta las nueve de la noche para lograrlo.

—Pero usted ha dicho que no estoy inscrito...

—Puedo hacer una pequeña excepción, nos vemos jóvenes.

—Bien, deberíamos practicar la escena del beso... —reí nerviosa.

—Yo creo que deberías practicar tus lágrimas —cogí mi mochila— besar creo que ya sabes...

—¿Cómo puedes estar tan segura? —se cruzó de brazos con una ligera sonrisa en su rostro.

—Ah...yo, yo solo...]o sé.

—Mmm, soy pésimo, deberias enseñarme a llorar —se acercó un poco mas a mi— y a besar —mi cara se torno roja y mis piernas comenzaron a flaquear— ¿qué dices?

—Y-yo digo que, se, se no hace tarde para ir a física —intente correr pero su brazo se aferró a mi cintura.

Sentía que algo en mi estaba desfalleciendo, estaba tan cerca, un poco mas y podría probar sus dulces labios.