6. Bubble pop

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Foto: Abigail Dragim

Capitulo 6
Bubble Pop

Karoline estaba apoyada en su taquilla mientras le contaba a Abigail lo ocurrido. Karoline tenía confianza con todas y cada una de las chicas del aquelarre pero Abigail era la más cercanas a ella. Le contó a Abigail lo de la foto y ella escuchó atentamente. No hizo ningún comentario fuera de lugar. Solo la recordó, que la muerte de Lyam no había sido culpa suya. Karoline asintió dudosa. Siguieron hablando y acordaron cenar juntas en el Bubble Pop.

De un momento a otro todos los chicos se arremolinaron a los lados del pasillo. Karoline y Abigail rodaron los ojos. Hombres. Son como perros falderos. Hacen lo que sea por una palmadita en la cabeza. Areia entró triunfalmente por la puerta junto a sus súbditas. Siguieron caminando por el pasillo, altivas, superiores. Las llenaba ver como todos los chicos estaban a sus pies. Giraron hacia Abigail y Karoline quedando en frente.

—¿Qué miráis perdedoras?—preguntó altiva

—A una Perra con sus súbditos perrunos—se burló Abigail.

—¿Quieres una bolsa para recoger tu mierda?—Karoline siguió la broma

—Escuchadme, no se quién os creéis que sois pero—Abigail y Karoline se miraron complices, Karoline conjuró en voz baja y de la nada Areia comenzó a hacer flatulencias.

Todos miraban perplejos la escena. Pronto se escucharon risas. Se burlaban de ella. Areia no lo soporto y se fue muerta de vergüenza al baño. Abigail y Karoline chocaron puños.

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—No me digas que hice eso

Karoline estaba en la habitación de Tyler y Lyam. Solo que el primero no estaba. Lyam se lamentaba por el ridículo que había hecho. Karoline miraba expectante a Lyam, y a este, durante un efímero instante, le pareció ver una sonrisa sincera de parte de la contraria.

—Si, si lo hiciste, por no hablar de que intentaste ligar te al perro del dueño del karaoke—Karoline se burlaba cruelmente de Lyam.

Lyam se moría de vergüenza. No solo por las escenas que montó ayer. También por aquellas que había tenido que soportar ella .Ni siquiera sabía si le caía bien.

—Oye—Lyam carraspeó incómodo al ver que ella no decía nada—¿Te caigo mal?— Karoline arqueó las cejas sorprendida por la pregunta—Es decir, no parece que te caiga muy bien

—Ciertamente, ni me vas ni me vienes—se encogió de hombros.—¿Realmente crees que si me cayeras mal estaría aquí?

Ese gesto ya se le hacía familiar. Cómo si llevará viéndola hacer eso toda la vida.

—¿Estás libre está noche?

—No—respondió cortante—ni siquiera ser porque quieres una cita conmigo

-No es una cita...

—¿Te tengo que recordar que puedo leerte la mente?—Lyam maldijo en silencio— como sea, mañana estoy libre

El rostro de Lyam se iluminó. La llevaría a pase el día fuera. Tendrían una cita, las más romántica que Karoline haya visto. Y con esa la enamoraría. Lyam se quitó esas ideas de la cabeza, ella podía escuchar, y aparte de que sonaba muy estúpido.

—Si que suena estúpido—Karoline interrumpió sus pensamientos.

Lyam bajo la cabeza avergonzado. Daría lo que fuese por saber lo que ella estaba pensando en ese instante.

—Pero no parece mal plan—sonrió amablemente, o al menos eso pretendía.

El resto de la tarde Lyam le contó lo que harían al día siguiente, y a pesar, de que Karoline no parecía muy conforme no se quejó. Estaba claro que esto lo hacía por el.

👻

—¿Tú? En serio, Karoline, puedes decirle que no

Abigail y Karoline estaban sentadas en la una de las mesas con sillas acolchonados de Bubble Pop. Karoline le contó todo lo que había ocurrido a esa tarde.

—Ya lo sé—con la pajita de plástico removió inquieta la nata de su batido-helado—Pero me recuerda tanto a él.

—Pero no es él—dijo Abigaila ásperamente—y lo sabes.

Karoline rodó los ojos. Claro que lo sabía. ¿Tan estúpida pensaba Abigail que era? Abigail la miraba nerviosa. Buscaba una solución. Era obvio. Los ojos negros de Abigail, por muy oscuros que fuesen, eran casi transparentes si sabías mirar bien.

—¿Quieres que mire?—preguntó ella insegura

—¿Aquí? ¿Estás loca?—Abigail la miró suplicante, Karoline sabía que no tenía malas intenciones—Como quieras

Karoline extendió su mano. Y Abigail la estrechó entre las suyas. Sus ojos se volvieron blancos. Y dio un bramido casi imperceptible. No tardó ni 5 segundos en volver a ser ella. Frunció el ceño y miró a Karoline.

—¿Qué has visto? Has estado muy poco tiempo

—Nada, nada absolutamente nada, negro, una maldita e infinita oscuridad—Abigail estaba inquieta y miraba a su alrededor.

Ese gesto era típico de Abigail cuando mentía pero lo paso por alto, ella nunca le mentiría, quizás ciertamente si estaba inquieta. La angustia de Abigail era tal que era imposible pensar que mentía. Estaba nerviosa. Era la primera vez que su don fallaba. No tenía sentido. Un futuro… ¿vacío? Parecía irreal.


👻

Una molesta luz blanca entró por la ventana, la cual, Karoline juraría haber puesto la cortina. Pero esa no era la razón. La razón es que un sonriente Lyam estaba de pie junto a su cama esperando a que ella se levantará. Probablemente esperaba la misma sonrisa que el tenía pero no fue así. Se cubrió la cara con la sábana y susurró pierdete.

A duras penas Lyam consiguió sacarla de la cama. Karoline le maldijo un par de veces. Aunque un par no era el número exacto.

—¿Tu estás tonto? ¿Sabes que hora es?—protestaba Karoline mientras Lyam la llevaba al aparcamiento.

—Te lo pasaras bien, lo prometo

Karoline estaba desconcertada. Se esperaba un coche viejo, o al menos un Jeep, pero se quedó sorprendida.

—Una Aprilia Shiver 900— balbuceaba Karoline mientras pasaba la mano al rededor de la Naked.

—Solo tiene un par de años está prácticamente nueva–—Lyam colocó las mochilas debajo de los asientos mientras Karoline admiraba la moto.

—Bicilíndrico en V a 90 grados limitado a los 35 kw del A2. Acelerador electrónico y multibubular de acero. Disco de 320 mm de diámetro—Karoline tenía los ojos abiertos de par en par—¿Donde la has conseguido? Es mi sueño tener una.

—No lo sé la verdad, mi hermano me la regalo—alardeó Lyam mientras le entregaba un casco negro—¿Vamos?

Witch RevelationsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora