Witch Revelations

8. Oculti

Foto: Leya Silva

Capitulo 8
Oculti

-¡Joder!-grito Karoline por quinta vez

Eran las 6 de la mañana, Karoline estaba en el bosque, sentada en forma de indio con la espalda contra un árbol. Ya era la quinta vez que lo intentaba. Cerraba los ojos, una y otra vez. ¿Y qué veía? Nada, solo oscuridad. Para una persona normal sería lo típico. Pero no para ella. Ella tenía que ver otra cosa. Oculti era más que oscuridad. No sabía lo que tenía que ver. Sólo sabía que no era oscuridad. Frustrada suspiró pesadamente. Se levantó sacudiendo se con las manos los vaqueros negros.

-Bien Karoline, relájate, hagamos otra cosa-se dijo a sí misma en voz alta

Agarró una rama que encontró en el suelo y lo sujeto delante suya. Con la mirada fija en el.

-Fuego-exclamó al mismo tiempo que la rama comenzaba a arder. Tiro la rama al suelo- Agua- y un pequeño estanque de agua apareció extinguiendo la llama-Tierra.

La misma rama que antes estaba en llamas se fundió con la tierra, y en ese mismo sitio, nació un pino. Un inmenso y precioso pino. Los labios de Karoline se curvaron hacia arriba, formando una sonrisa. Solo uno más.

-Aire-murmuró y una cierta ráfaga de viendo azotó el bosque. Confiada, paso al siguiente portentis. Exemplum- Me gustan más los abetos-las palabras quedaron en el aire mientras que el gigantesco pino se transformaba en un magnífico abeto.

Karoline sonrió alegremente. Una portentis más, solo una más y sería la suprema. La nueva Summa. Le demostraría a todas que estaban equivocadas. Como si el diablo hubiese oído su pequeño momento de felicidad y hubiese decidido arruinarse lo. Los aplausos—mejor dicho, palmadas—resonaron por todo el bosque, formando un eco interminable. Karoline se giró bruscamente, todo rastro de felicidad se fue al ver a Leya sonriendo la sarcásticamente. Leya se acercó sin vacilar.

-Impresionada ¿Cuáles te faltan?-preguntó Leya mirando a Karoline directamente a los ojos, cosa que poca gente se atrevía a hacer.

-Cual más bien, Oculti- protestó Karoline sin rodeos- ¡¿Que diablos se supone que tengo que ver?!

-Lo sabrás cuando lo veas-se burló Leya

-Muy graciosa, pero no ayudas-bufó Karoline-todo comenzando a andar hacia el campus.

Leya combinaba detrás de ella. Sus labios estaban torcidos en una mueca muy extraña. Dudaba si darle pistas. Leya sabía que Karoline se esforzaba.

-A ver, es difícil. Puedes ver cualquier cosas ya sea otra galaxia, otro mundo o planeta, otra dimensión, o incluso el restaurante de indio ese que tanto nos gusta. Todo depende de tu mente.

Karoline asintió aunque agradecía que se lo hubiese dicho no tenía muchas ganas de hablar de eso. Ahora sólo tenía que centrarse en una cosa. Ser la Summa.

🌙

-

—No entiendo-dijo Lyam confuso

Karoline rodó los ojos angustiada. Era la hora del almuerzo y ella estaba sentada junto a Seth y Lyam.

-No están difícil-Karoline se llevó una uva a la boca.