7. Doudecim portentis

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Foto: Lilith Helpless

Capitulo 7
Duodecim Portentis

El día no fue tan horrible como Karoline pensaba. Pudo conocer mejor a Lyam, en cambio, el no supo nada de Karoline. Se mantenía tan distante como siempre. Al caer el atardecer, ambos estaban sentados a la sombra de un sauce, se tapaban con una única manta, la cual ya estaba empapada después de que ambos de cubrirán tan pronto como terminaron de bañarse en el lago. Lyam atisbó el rostro de Karoline. La belleza de Karoline era sepiterna y a la vez efímera, etérea e inefable; y siempre su rostro reflejaba un perenne de saudade.

El cielo ya adquiría su típico arrebol el cual se reflejaba en el agua. Karoline tenía la vista clavada en el agua. A los lejos se oían las hojas secas chocar entre sí por una ligera brisa. El agua creaba pequeñas ondas proporcionando ataraxia a cualquiera que mirase gracias al cuncumen que rodeaba el ambiente. El cielo iba oscureciendo generando que la mangata fuese lo único que los alumbrase a parte de la luna.

-¿En qué piensas?-preguntó Lyam como un patético intento de indagar en la mente de Karoline.

-En la diosa luna-hizo una pausa- Pienso en que diría si me viese aquí contigo.

-Yo creo que diría que estás con alguien muy guapo- Lyam quiso hacer una broma

-La vanidad es un rasgo que te hace débil. Deberías dejarlo de lado

Lyam se golpeó internamente. Era obvio que ella no era de las que se reía por ese tipo de broma. Lyam de quedó mirando el horizonte sin decir nada más. Vio como las nubes se esparcían por el cielo para dejar paso a la luna.

El momento no tardó en arruinarse cuando Karoline le tiro la ropa a la cara.

-Vistete-ordenó- Empieza a hacer frio

-A veces eres muy agresiva ¿sabes?-ella se encogió de hombros mientras se vestía

-Y tu un tocapelotas, ahora llévame a casa

Lyam bufó irritado. Tanto esfuerzo echado a perder. Karoline sin duda era un caso perdido. Lyam se preguntó que si sabía si quiera alguna otra emoción aparte del odio. Se preguntó si sabía lo que era estar enamorado, el querer tanto a alguien que incluso estás dispuesto a morir por esa persona. Lyam alejó esos pensamientos. No era algo que le incumbiese.

-Pues claro que se lo que es. Soy una bruja, no un robot-su voz sonó amarga y melancolica

-¿Un corazón roto?-preguntó preocupado

-¿Te importa?-respondió ella tajante-Vamonos

👻

Lyam recién salía de la ducha. La toalla era lo único que cubría su cuerpo. Con otra toalla se revolvía su pelo castaño. Se miró en el espejo y como de costumbre hizo sus poses. Sacaba músculo, hacia cómo que ligaba. Era su forma de darse seguridad a sí mismo.

-¿Qué narices estás haciendo?-la voz de Karoline le sobresaltó

-Ummm...Yo... solo

-Da igual no quiero saberlo-dijo apresuradamente con una mueca

Lyam suspiró pesadamente. Y entonces de dio cuenta. ¿Qué hacía Karoline en su habitación? Se suponía que ella también iba a ducharse. Abrió la boca para preguntar pero Karoline se desvaneció igual que el vapor que había salido minutos antes de su ducha.

-Esta niña maleducada-se quejó Lyam una vez vio que ya no estaba- Tan Pronto te dice que estás interesada en ti cómo te hace un conjuro para que se te salgan las tripas.

Algo golpeó su cabeza.

-Te he oído-Karoline estaba detrás suya

Cuando Lyam se giró ella había vuelto a desaparecer. Cansado, se vistió y se echó a la cama. Lyam se quedó mirando al techo, pensando en que momento, Karoline le había empezado a gustar.

👻

-¿Y bien?-interrogó Lilith a Karoline

-No ha sido nada del otro mundo, se ha vuelto a hacer ilusiones-respondió Karoline con un achacoso tono de voz.

- Se que no soy la ideal para decir esto-carraspeó Lilith- Pero no deberías jugar con sus sentimientos

-Primero, no juego con su sentimientos, el se hace ilusiones solito. Segundo, ¿eres tú quien me va a dar clases de moral?

-No solo digo qué-hizo una pausa esperando a saber qué- joder con los muertos que pesados están hoy. A lo que iba. Solo digo que deberías ser directa.

-¿Y cuando no lo soy? Anda cambiemos de tema. ¿Esta Verónica por aquí?

-Hoy no la he visto

-¿Qué me dices de las siamesas-Lilith negó con la cabeza- ¿Y Minah?

-Detras tuya- Karoline sonrió espeluznantemente y se giró

-¿La Doudecim Portentis es muy difícil?- Lilith abrió los ojos como platos

-No me digas que...-Balbuceaba Lilith

-Si-se limitó a decir Karoline

-Pero tu no eres la Summa

- Eso es lo que vosotras pensáis-dijó Karoline arrogante.

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