Capítulo 11.

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"Piérdete conmigo"

—¡Mierda! —exclamé.

No podía creerlo. Me miré al espejo y vi una gran marca que se tornaba levemente morada. Un chupetón que adornaba mi pálida piel resaltando como un gran letrero neón. La resaca que traía quedó olvidada con la sorpresa de ver eso en mi cuello.

—¡Mierda! —repetí. Tendría que usar un pañuelo para cubrirlo.

Vi al culpable en el reflejo del espejo. Tomé aire y me giré para enfrentarlo. Me las iba a pagar.

—¡Tú, grandísimo idiota! —acusé, porque claro nunca era demasiada exageración. El aludido alzó las manos y rió divertido.

—¿Yo? —preguntó haciéndose el inocente. —Yo no fui el que decía "quiero una marca, quiero que sepan que soy yo al que te follas".

Me paré en seco. No pude haber dicho eso. No lo recordaba, aunque hay varios momentos que no recordaba o estaban borrosos.

—Bueno, ahí tienes tu marca —señaló mientras se encogia de hombros.

—¿Qué más? —demandé saber.

—Bailamos —empezó a recordar, asentí porque lo recordaba mínimamente, —querías beber más, pero no te dejé, estabas demasiado perdido incluso para follar.

Abrí la boca para decir algo, pero la cerré cuando me di cuenta, la había fastidiado. No follamos y tampoco le dije que tenía algo para él. Entonces recordé a mi amigo que estaba peor.

—¿Qué pasó con Donghae?.

—Debe estar aún durmiendo.

¿Los dos estábamos en su casa? ¿Por qué? Bueno, yo era entendible que estuviera aquí, pero ¿Donghae?  Además no había pasado nada más con el pelirrojo o es que no me acordaba. Me dolía la puta cabeza. Lo bueno es que hoy sólo tenía una cita con la novia y no necesitaba ir a la oficina. Por eso mismo, al despertar le pedí a Mei que atrase mi reunión hasta las doce.

—Vine a ver si seguías vivo. Anoche apenas tocaste el asiento del auto te dormiste.

Se fue acercando a mí. Me rodeó la cintura con uno de sus brazos mientras con la otra me alzaba la barbilla. Lo miré confundido.

—Me la debes. Hueles mucho mejor.

Puse los ojos en blanco. Claro que olía mejor, me duché y había tomado un cepillo para dientes. La ducha me despertó aunque no me quitaba la sensación horrible en todo el cuerpo.

—Otro día será, ¿qué mierda era eso que bebimos?

Aún seguía sujetándome. Su otra mano bajó hasta mi trasero. Yo llevaba puesto una camisa de él que me cubría lo necesario.

—Algún vodka adulterado —respondió más interesado en tocarme el culo que en responderme.

—Vaya bebida —reí y al instante una punzada en la sien me hizo quejarme de dolor.

—Baja a desayunar, te hará bien tener algo en el estómago.

Negué con la cabeza, lo que menos quería era comer, mi estómago se negaba. Solo quería dormir todo el día. Pero, eso era imposible.

—Llévame con Donghae —pedí. Me preocupaba que estuviera demasiado mal.

Se separó de mí y salí del baño. Él me siguió. Fue a su armario y me aventó unos pantalones deportivos. Me los puse, me quedaban algo anchos, pero eran cómodos.

🌹🌹🌹

Donghae reposaba su cabeza sobre la mesa de la cocina. Llevaba una ropa que no era de él. Le quedaba demasiado ceñida. Me miró de soslayo y suspiró. Me uní a él y dejé caer mi cuerpo en una silla. Esperaba que me dijera algo, pero sólo nos miramos y reímos por lo patético que debíamos vernos.

《HanChul》Sexo, Mafia y AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora