Once Upon A Time

This is life

Go away
Part II

...

La vida era fácil. Eso era lo que me decía a mí mismo todas las mañanas al despertar. Si me mentía lo suficiente, algún día lo creería. Blaine y James habían regresado del viaje de su tercer aniversario, y aunque dolía verlos juntos, y completamente felices, me había acostumbrado a mi propio dolor.

Mis sentimientos nunca importaron. Nunca lo han hecho.

Mi celular vibró suavemente junto a mi cabeza, la almohada bloqueando la mayoría del sonido. Giré un poco el cuerpo para ver la ventana, revisando la escasa luz que entraba, recordando las cosas que tendría que hacer hoy, tomándome el tiempo necesario para intentar visualizar todo. Mi celular sonó de nuevo, así que lo revisé. Tenía dos mensajes de Blaine.

'Kurt, tengo que hablar contigo. Estoy a cinco minutos de tu casa.' 06:47 am

'Kurt, ¿puedes abrir?' 06:59 am

Hace mucho tiempo que Blaine no venía a verme antes del trabajo, esto era muy extraño en él. Me levanté y tomé el primer sueter que encontré, consciente del aire frío de afuera. Cuando abrí la puerta lo primero que vi fue el auto negro de mi mejor amigo y a él recargado en la cajuela con los brazos cruzados.

"¿Blaine?" lo llamé, él volteó a verme y sonrió, corriendo a tomarme entre sus brazos. Había algo en él que se sentía vibrante e inquieto, como burbujas de un antiácido en agua. Cuando se separó de mí pasó medio segundo para que me volviera a abrazar.

Sus ojos brillaban y tenían un tinte de sorpresa, sus manos parecían querer revolotear por todos lados. Llevaba puesto un pantalón negro, una camisa azul y la corbata de moño roja colgaba deshecha en su cuello. Entonces habló.

"Kurt, primero quiero pedirte disculpas por no haberte dicho nada antes, pero queríamos guardar la noticia hasta que fuera un hecho." su sonrisa creció. "James y yo adoptaremos. Los conocimos ayer, se llaman Leonel y Sebastián, son gemelos y tienen cinco años." Blaine sacó su celular y me lo dio, una fotografía brillando al centro. Eran ellos cuatro. Blaine estaba usando una playera blanca y James una camisa del mismo color, mientras veía con adoración a su esposo y éste sonreía abiertamente a la cámara. Entre los brazos de ambos había dos niños pequeños, con cabello largo, ondulado y castaño; no se podía ver bien pero al parecer sus ojos parecían ser de diferentes tonalidades.

"El de ojos oscuros es Leo, y el de ojos claros es Sebastián." la voz de Blaine sonó distante, como un zumbido. "Ayer terminamos de firmar todo, así que a partir de hoy llegan a vivir con nosotros." mis manos temblaban, pero milagrosamente lo oculté sin problemas. Se escuchaba tan feliz, tan autenticamente entusiasmado que no hubo poder en el mundo que me permitiera romperme en ese instante. En su lugar, lancé mis brazos a su cuello y lo apreté tanto que sentí su latido sobre mi pecho. Me sorprendió que él no sintiera mi corazón romperse.

"Tengo que conocerlos, Anderson." dije aún abrazándolo.

"Haremos una pequeña reunión familiar la siguiente semana, porque queremos tenerlos para nosotros estos días." contestó sin que la sonrisa se fuera. "Vendrá Tyler, por si eso te incita más a ir." terminó diciendo y adornó esa información con un guiño. ¿Tyler había vuelto? Después de tanto.

Tyler Willow era un primo lejano de James que se había criado con él en la casa su abuela, así que eran prácticamente hermanos. Lo conocí en las despedidas de soltero, en el que la inminente boda del hombre al que amaba, el estrés de ser yo y el tequila no fueron una buena mezcla. Tyler y yo estuvimos juntos diez meses después de eso, diez largos meses en que la cama no alcanzaba para nuestras peleas de cosquillas y las horas de oscuridad nos faltaban para los maratones de terror. Fui feliz en esos diez meses hasta que él se fue a Escocia sin planes de volver. Escuchar que había vuelto me hizo rodar los ojos, aunque mis manos habían comenzado a sudar.

"Terminamos por una razón, Blaine." fue lo único que dije, y como respuesta obtuve un gesto de resignación.

"Solamente estoy diciendo que él sonaba muy interesado en volverte a ver." suspiré, mi pecho llenándose de culpa, porque recordaba la última vez que nos habíamos visto: el anillo de compromiso apretado en la mano izquierda de Tyler después de que le dije que no, sus ojos llorosos y la promesa de que jamás me dejaría de amar.

¿Por qué dije que no?

Porque Blaine y James estaban teniendo problemas, y yo tenía la esperanza de tener una última oportunidad, de por fin poder estar con mi mejor amigo.

Pero amaba a Tyler y él me amaba a mí, y ahora él estaba de regreso.

"Nos vemos la siguiente semana." fue lo último que dije.