10. Ventanas repletas de secretos

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"Si quieres mantener un secreto, tú debes esconderlo también de ti mismo

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"Si quieres mantener un secreto, tú debes esconderlo también de ti mismo."
-George Orwell

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DISCLAIMER
En este capítulo se presentarán situaciones emocionales-mentales. Si eres una persona sensible a esto, recomiendo que leas el capítulo con cuidado y rápido que reconozcas el momento lo pases por alto.
Para aquellas personas que pueden llegar a protestar luego de leer, al final les dejaré un mensaje, antes de que comenten algo sin saber o estar informados.
❤️ Espero que disfruten el capítulo ❤️

—Tánatos trabaja duro, pero Annabeth tratando de probar un punto trabaja aún más.

Si no fuera porque le tengo un terrible miedo a la hija de Atenea empezaría a reírme como una niña de trece años por el comentario que Percy susurró a mi oído, por lo que me di la vuelta cubriendo mi boca. Percy solo se mantuvo de frente, tratando de disimular que ni una palabra había salido de sus labios y que una sonrisa no se estaba formando en estos.

Annabeth se encontraba debatiendo con Kayla, cosa que no esperaba ver, pues ella no quería que Nico saliera de la enfermería aún mientras que Kayla argumentaba que él estaba listo para ir a reposar en su cabaña. Nico se encontraba en medio de ambas, mirándolas de brazos cruzados claramente irritado, causando que Leo se riera por lo bajo al lado de nosotros.

—Solo digo que si Will estuviera aquí, lo mantendría en la enfermería. Es lo correcto—argumentó Annabeth de brazos cruzados—, su estado de salud es delicado.

—Pero yo no soy Will, Chase—establece Kayla con firmeza terminando de verificar a Nico—. Al momento, yo estoy a cargo de la enfermería y a pesar de que Nico es delicado en estos momentos, sus heridas no lo privan de pasar unos días en su cabaña. Jason y Kate ya limpiaron la cabaña de Hades y llevaron los medicamentos que él necesita—Kayla miró a Nico y sonrió leve—. Iras a tu cabaña y reposarás por una semana. Órdenes de la doctora.

Una vez hecho eso Kayla se retiró de la enfermería dejando a Annabeth molesta. Percy se alejó de mí para ir a hablar con la hija de Atenea y calmarla como fuera posible. Tomé la oportunidad y me acerqué a Nico con una pequeña sonrisa. Él solo me miró y rodó sus ojos.

—Al menos te soltaron de aquí.

—Pero tengo que "cuidarme"—se queja mirándome—, para eso me marcho.

—Sabes que no estás en condiciones como para hacer eso. Tienes un trauma abdominal, lo que significa que el golpe de aquella cosa no dañó la integridad de tus tejidos. Pero estás mal, además de ser un trauma estás lleno de moretones que aún están morados y amarillentos. Y, por si se te había olvidado—me acerco a su oído y susurro—, prometiste ayudarme. Y según tú, no vas a romper esa promesa.

La Hija del Caos • Nico di AngeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora