La vida se hizo oscura y por cielos tormentosos su cuerpo arrastró cadenas, sus labios fueron obligados a no probar libertad.
De adolescente , se hizo una mujer intocable, virtuosa y reservada al precio del alma,comprada por un desconocido.
Él ,debi...
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" Si vas a encontrar maldad, ve y abre la puerta en un par de ojos."
Allfayet
El afligido aspecto de la misma e innata chica que estorba algo de lo que se llama " tranquilidad", se posa al borde de una vitrina, algo parece llamar a su sexto sentido y abre la ventana, delirando la vista desde su alcoba e imaginando más secretos de lo que su piel puede sentir. Un escalofrío abraza su espina dorsal; sus pupilas se expandieron al captar desde lejos el tan dramático laberinto del jardín.
—Es lo más escalofriante que puedo sentir al ver ése laberinto.—Murmura escudriñando cada rincón del mismo.
Un ruido la hace exaltarse, quedando al borde de un colapso nervioso; altiva con presencia felina ,allí postrada como un espectro sobre el marco de la puerta se enfrenta a la extraña Jenny.
—Pensé que caerías en descanso.—Ésta sustituye toda incomodidad un aparente espionaje a Allfayet.
—Necesitaba drenar algo de ansias ,¿y tú?—Allfayet se posiciona nuevamente frente a la ventana.
—No descanso mucho, ¿qué te tiene tan distraída?—Corresponde Jenny, acercándose a ver qué inconclusos en Allfayet interfiere.
—¿Desde cuando conoces a Cenk?— Allfayet pregunta sin quitar la mirada del laberinto.
—Desde hace mucho, somos como familia, somos inseparables.—Jenny muy emocionada responde.
—Recuerdo cuando era adolescente junto a Hendrick, sigue teniendo los mismos ojos saltones verdes, era totalmente aguerrido;de su naturaleza es totalmente único,prometí permanecer leal a él.—Agrega a su vivencia de una extraña relación con Cenk.
Allfayet no disimula su asombro por la última frase de Jenny.
—No te asustes, él no es lo que has apreciado, hay razones para decir que ese extraño caballero tiene algo noble que pronto conocerás.—Jenny provoca un semblante poco comprensible en Allfayet.
—¿Qué cosas nobles?, lo que dices me parece algo...—Allfayet no termina de decirlo y sacude lo que tenía por catalogar.
—¿ Te parece algo terrible?- Jenny supone tornando la conversación muy hermética.
—No, pero si estoy asustada al ver mi retrato enorme en el salón principal, eso no es normal.—Allfayet traga grueso, baja la mirada y la dirige hacia el jardín.
—Entonces, le diré que quite ese terrible cuadro.— Sonríe ante la ingenuidad de como se expresa Allfayet.
— Te lo agradecería.— Suspira de alivio.
—A él le encanta ser especial y es obvio que es un lindo regalo para ti, aquí no llegan personas y pues tenerte sí que es un privilegio.—Jenny toca la espalda de Allfayet en mención a que no es nada fuera de lo normal en Cenk.
—Sí,mencionó de ti, Alan y el resto de los guardaespaldas, ¿pero quién es Hendrick?—La pregunta de Allfayet hace de Jenny un panorama de secretos.
—¿Jenny?—Intenta sacar una respuesta.
—Lo lamento si no quieres contarme, hace unas horas me conoces y lo comprendo.—Allfayet retrocede y recuerda que no todas las personas son buenas, ni todas te contaran cosas. ¿A caso hay un libro de secretos en dichas personas que la poseen?
—¿Te parece si conocemos a Alan?— Jenny saca una leve sonrisa e invita a Allfayet a salir de la habitación, cambiando drásticamente el tema de conversación.
—Me agrada la idea.—Allfayet responde y suspira al notarse lo que oculta Jenny.
—Es un chico muy tierno.—Comenta caminando a la par de Allfayet.
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Ella camina sosteniendo cada vez más asombro del palacio en que ésta, pasea por los enormes pasillos adjunto a salones adornados de las obras de artes en sus cielos, qué particularmente figura una silueta femenina con vestiduras doradas.
—Es lindo, pero extraño, ¿no?— Admira en su sano e incomprensible pensar del lugar.
—Es obra de arte.—Corresponde Jenny al comentario de ella.
—Hay demasiadas habitaciones, ¿todos los empleados viven aquí?—El lugar vive de los ecos de todas las curiosidades en Allfayet.
—No, a Cenk le gusta demasiado espacio, solo vivimos aquí Alan y yo, los guardaespaldas se turnan para custodiar el lugar.—Responde Jenny.
—Entiendo, ¿Alan es tu hijo?—Allfayet parece tener dudas de aquella mujer que prioriza agradarle.
—Alan, fue un chico que recogimos del abandono y Cenk decidió traerlo, como verás no está en las condiciones normales de cualquier chico, pero tu compañía le daría ánimos.—Jenny se siente complacida.
—Parece ser que Cenk tiene buen corazón para unas cosas y para otras no.—La ira interfiere en su interior de tan solo recordar cómo le cambió la vida.
Un enorme pasillo cerrado por unas inmensas puertas de madera, llama poderosamente la atención de Allfayet, ésta ignora lo que comenta Jenny de camino y se acerca a la puerta intentando abrirla.
—¡Qué haces!—Grita molesta Jenny.
—¿Qué hay aquí?—Allfayet suelta los pomos de las puertas, con los ojos como platos ante el enorme grito de Jenny que hizo eco.
—¡Ésta totalmente prohibido que te acerques aquí!, ¡Allfayet!, ¡solo sigue mis instrucciones!, ¡espero no te cueste!—Jenny se enoja evidentemente y la pregunta es, ¿qué hay detrás de esas puertas?, Allfayet respira profundo y sigue de camino a conocer a Alan.
