Capítulo 10

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Los días se hicieron semanas y estos a su vez, se convirtieron en meses, donde las chicas no dejaban de hablarse. Era un poco más de las cinco de la tarde, cuando una melodía agradable, pero constante, se esparció por todo el apartamento y Ashley, se encontraba sobre su cama, releyendo aquel libro que había adquirido hace algunos meses, se colocó una camisa holgada que cubriera su dorso desnudo y parte de sus muslos para ir a la puerta.

—¿Eres tú? —exclamó, sin salir del asombro.

—¡Hola! —se escuchó decir.

Ashley estaba sorprendida, su cuerpo estaba completamente paralizado, ni en sus más remotos sueños se había imaginado un encuentro casual. Le resultaba difícil creer lo que sus ojos estaban viendo.

—¡Ashley!—dijo preocupada—Por favor, di algo—suplicó Lydia, al ver que su novia no reaccionaba—Mírame, soy real —le indicó.

—Estoy soñando despierta —murmuró Ashley.

—No estás soñando—acarició su mejilla y tomó su rostro entre sus manos—Cariño, realmente estoy aquí. Mírame, por favor —insistió.

Ashley fijó su mirada en esos ojos miel, al mismo tiempo que sintió un leve escalofrío recorrer su espalda. Realmente su novia estaba allí, como tanto había soñado.

—Te dije que algún día vendría y podía hacer esto —explicó Lydia, al mismo tiempo que acortó la distancia para besarla.

Las emociones de Ashley eran incalculables, no podía entender que su primer amor estuviese junto a ella, no después de que disfrutaba verla por su ordenador. Se dejó llevar por lo que sentía su cuerpo y decidió que era hora de corresponder aquel beso. Rodeó la cintura de Lydia para sentirla más cerca y beso aquellos labios que tanto le gustaban. El cuerpo de Lydia se estremecía a cada beso que recibía de su novia y sintió una especie de hormigueo en su entrepierna. Se atrevió a realizar pequeños roces con su lengua sobre los labios de Ashley y a medida que aumenta el ritmo de ese beso, Las inexpertas manos de su novia comenzaron a tantear su piel, por debajo de esa tela color crema. Lydia reconoció las intenciones de su novia, por lo que aminoro la intensidad de sus besos, no quería hacerle el amor en su primer encuentro. Al contrario, deseaba prepararle algo especial y se fue separando lentamente para admirar sus ojos.

—Hace mucho dejé de pensar que esto sería posible —dijo Ashley, con la voz entrecortada.

—No digas eso —expuso Lydia, al regalarle un abrazo.

—¿Cómo es que estás aquí y tu trabajo? —preguntó Ashley, sin separarse del abrazo.

—Adelante mis vacaciones, deseaba estar contigo —sonrió.

—Entra cariño, quiero que conozcas mi departamento—manifestó Ashley—Mientras te acomodas, te prepararé algo de comer —agregó.

—Espera —indicó Lydia, sostuvo mano para atraerla hacia ella.

El nerviosismo que concebía Ashley en su interior era notorio, la hacía actuar con torpeza. Su corazón latía a mil por hora, su pulso se aceleró a más no poder y su respiración se hacía más forzosa. Con la mano temblorosa, apartó un mechón de cabello sobre el rostro de Lydia y en un movimiento veloz. Besó sus labios. Las hábiles manos de Lydia no pudieron resistir la tentación de rozar esos muslos que estaban expuestos, mientras que con la otra mano sostenía la cintura de su novia. Ashley imaginó que podía desmayarse en cualquier momento, todo lo que estaba percibiendo era increíble, las palabras que quería pronunciar no eran las correctas para describir ese instante. Lydia por su parte, no podía evitar controlar sus impulsos carnales, desde el primer momento que vio a Ashley en su monitor, moría por besarla y rozar su piel. Ninguna de las dos, deseaba que ese momento terminara. Estuvieron un par de minutos disfrutando de la calidez de sus cuerpos, de la suavidad de sus labios, hasta que la falta de aire se hizo presente. Lydia se separó suavemente y pudo sentir la respiración acelerada de su novia. Ashley le robó un beso corto y se perdió en esa mirada que desde un principio la cautivó.

—Besas muy rico—expresó Ashley y Lydia se sonrojó tras esas palabras—Ahora sí, te haré algo de comer —se alejó de su pareja.

Se acercó a la cocina y abrió los estantes en busca del aceite, ajo, tablas de caldo y rápidamente fue a la nevera para extraer los otros ingredientes. Comenzó por dorar la carne junto con la cebolla, pico en trozos pequeños la zanahoria, el zapallo y las papas. Luego añadió el agua en una olla para introducir cada ingrediente, los removió con una cucharilla de madera e integró el orégano, el comino, la sal y las arvejas. Dejo hervir a fuego lento la olla, mientras hurgo en la estantería en busca de un vino especial, ese que había comprado hace un tiempo. Lydia no dejaba de observar esa figura que deambulaba de un lado a otro, contoneando sus caderas. Todavía no podía creer que esa mujer a quien vio una noche por su monitor se encontraba frente a ella. Desde su posición, admiraba esa mini licra de color azul que delineaba a la perfección su trasero redondo y ese abdomen plano.

—¿Todo bien? —indagó Ashley. Había notado que su novia la observaba con detenimiento.

—Sí —musitó Lydia, al dejar de admirar su cuerpo.

No quería incomodar a su novia, así que decidió echar un vistazo al resto del departamento. La cocina, tenía un espacio era reducido, su baldosa contenía un brillo aperlado de color azul toscana y las paredes eran de tonalidades tierra. En cambio, la sala contenía matices cercanos al marrón claro, siendo el perfecto acompañante para reflejar un toque elegante y sereno.

—¿Te gusta todo lo que ves? —preguntó Ashley, al incorporar los platos sobre la mesa.

—Sí—balbuceo Lydia. Se encontraba algo nerviosa, al ser sorprendida detallando el interior de la casa—Gracias por darme esta bienvenida de esta forma —agregó, con una sonrisa en sus labios.

—Tú lo eres todo para mí—manifestó Ashley—Todo lo que hay aquí, ahora te pertenece a ti —le dio un beso esquinero, para mostrarle el motivo por lo que demandaba su atención. Le había preparado un delicioso guiso de carbonada acompañado con un vino blanco.

—Esta cena se ve deliciosa—comentó Lydia, al tomar asiento—¿Cómo sabías que ese platillo es típico de mi país? —indagó.

—Cariño, el internet puede ser demasiado útil—contestó Ashley, al levantar la copa para hacer un brindis—Por nuestro encuentro y una vida juntas —dijo.

—Por una vida a tu lado —expresó Ashley.


Publicado: En Wattpad, agosto 10 del 2018

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Los personajes, eventos y sucesos presentados en esta obra son ficticios. Cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia.

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