Un amor inesperado

Capítulo 7

Ashley Herrera, no había estado más contenta en toda su vida, ahora tenía una hermosa novia y no sentía ese vacío que la acompañó durante años. Pese a que Lydia estaba lejos, ella quería acortar esa distancia a como dé lugar para estar en sus brazos como tanto había soñado.

—¿Pensé que hoy no vendrías? —preguntó su amiga.

—Hola noe —contestó Ashley entre dientes.

—¿Se puede saber por qué estás tan feliz?—inquirió—Acaso, ¿Tuviste sexo apasionado con un chico? —soltó de repente.

—No pierdes tiempo para molestar, ¿Cierto? —indagó Ashley con fastidio. Se encontraba demasiado feliz ese día como para que su amiga lo arruinara.

—¿Me contarás? —investigó.

—Te dejaré con la intriga —objetó Ashley.

—¿Por qué no aceptas que estás enamorada? —dijo, sin dejar de mirarla.

—De acuerdo, lo estoy enamorada —confesó Ashley, sin evitar sonrojarse.

—¿Quién es el afortunado? —curioseó su amiga, estaba deseosa en saber cuál era el chico que robó el corazón de Ashley.

Ashley se quedó paralizada al escuchar esa pregunta. Cómo decirle a su amiga que no era un chico el que le robó su corazón, sino que estaba enamorada de una mujer.

—Si no me dices, lo descubriré por mi cuenta —la retó.

—Suenas muy amenazante —inquirió Ashley.

—No te burles —expresó, al retirarse para su clase de farmacología.

La mañana transcurrió en la cotidianidad de las chicas, afortunadamente para Ashley no vería a su compañera por el resto del día, pero al culminar su jornada en la universidad, se dirigió a su trabajo.

—Pareces terriblemente risueña esta tarde—pronunció su jefa—¿Hoy te fue muy bien en la universidad? —indagó.

—¡Oh!, si la universidad—sonrió, mientras se acercaba a su puesto de trabajo—Hoy me encuentro de buen humor —añadió.

—¿Alguna razón en particular? —averiguó Megan.

—Supongo que sí —murmuró.

—¿Y bien? —preguntó, sin dejar de mirarla.

—A ti no te puedo ocultar nada —manifestó Ashley.

—No me tengas en suspenso, anda dime, ¿Qué te tiene tan feliz y de buen humor? —indagó Megan.

—Después de meditarlo tanto, ayer le pedí a Lydia que fuese mi novia —confesó entusiasmada.

—Enhorabuena, te felicito —manifestó Megan.

—Jamás me había sentido tan feliz —exteriorizó Ashley.

Con esa buena noticia, ambas comenzaron con su rutina diaria y dos horas más tarde, Ashley decidió revisar su celular para ver si su enamorada le había escrito. Sin embargo, sus ojos se sorprendieron, al ver que había un mensaje de una persona desconocida.

E-mail

Tengo una personita muy qué me habla mucho de ti. No sabes lo feliz que me encuentro, al saber que te hayas cruzado en la vida de mi amiga. Ambas merecen ser muy felices. Att: Paulo.

—¿Conversaste con tu novia? —preguntó Megan que se había acercado a su escritorio, con la excusa de cerciorarse que todo marchara bien.

—No, acabo de leer un correo que me envió su amigo —contestó Ashley.

—¿Su amigo? —inquirió, con una mueca de desconcierto.

—Sí, me comentó que está feliz por nuestro noviazgo. Eso debe ser bueno, ¿No? —refutó.

—Creo que sí, pues ahora tienes un cuñado —dijo, con una sonrisa.

Ashley retomó sus labores, se había acostumbrado tan bien al ajetreo y el estrés que demandaba su empleo, que podría decirse que todo lo mantenía bajo control. Excepto su vida personal, aunque había aclarado sus sentimientos, una parte de ella aún se mantenía alerta. Su intuición, le decía que no debía contarle a su amiga sobre su noviazgo, pues estaba al tanto de que ella no lo aceptaría y llegó a la conclusión de que, si Noemí se enteraba de su amorío con Lydia, no dejaría que la agobiara el sentimiento de culpa por no haberle comentado nada. Después de todo, si realmente se consideraba su amiga, respetaría su relación. 

Publicado: En Wattpad, agosto 10 del 2018

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Los personajes, eventos y sucesos presentados en esta obra son ficticios. Cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia.