Universidad

847 25 3
                                    

Desde que se ha ido Dimitri ya han pasado más de 5 horas. Son las 8 de la tarde, y aún no da señales de vida. Estoy más que preocupada. Le he dejado 15 mensajes por lo menos. Por dios, que por lo menos me conteste a uno. O que me diga que está bien y ya... Pero no, nada se de él...

Keep you in the dark and so it all began                                                                                                                 Keep you in the dark you know they all pretend

Busco mi móvil por toda la habitación, y no, no la tengo desordenada, pero no me preopuco por donde dejo las cosas. ¡Por fin! Es Ion... Yo pensaba que era Dimitri...

- ¿Hola?

-Amy, soy yo, Ion.

- Sí, lo se, lo se.

-¿Que te pasa?

-Es que no se donde está Dimitri. Se ha ido a las 3 y aún no ha vuelto...

Parecía demasiado preocupada, pero claro, es mi hermano... Como para no... 

-Bueno, Amy, tiene 18 años. Ya es mayor de edad, deja que haga lo que quiera.

-Sí, es verdad, pero... ¿Y si le da por ahi y se droga?

-Amy, en serio, pareces una madre. No se va a drogar, es demasiado inteligente. Pero aparte, ¿A pasado algo antes de que se fuera?

-¿Eh? N...no... Bueno, sí... Pero...- Acabo de oir la puerta cerrarse, y nuestros padres están en un viaje para una semana... Al final lo han alargado... ¡Entonces tiene que ser Dimitri, por cocos!- Oye, mira, ya te contaré, ¿vale? Que creo que ya está en casa. Me voy. Besitos.

-¡Pero oye! Vale, besos...

PIII PIII PIII

Salto de la cama y voy corriendo al salón. Ahi, sentado en el salón esta Dimitri. Con el pelo con gotitas que le recorren el pelo. Y con una carta entre las manos. En cuanto lo veo suspiro, voy a la cocina, saco un plato y pongo un cacho de tarta de chocolate que había comprado antes de comer y que había sobrado. Después, una cuchara y un vaso de leche. Se de toda la vida que la leche es su bebida favorita. Cogo una bandeja y pongo todo encima, incluyendo una servilleta. Cuando vuelvo, lo veo con la cara entre las manos, y la carta extendida delante de él, en la mesa blanca que tenemos. Voy a donde él, le dejo la bandeja encima de la mesa, y él me mira, serio, pero dolorido. Los ojos los tiene muy tristes. Demasiado.

- Este... Dimitri, de verdad que lo siento. No lo dije queriendo, y sabes que no es verdad. A ti te quiero mucho.

Se lo he dicho con mi mejor sonrisa, pero a él no parece que le afecte. Me sigue mirando, serio, hasta que sus ojos se vuelven más y más dulces.

- Perdona yo, Amy. Supongo que te he dejado preocupada. Como para no. El caso es que bueno... Pues me gustas mucho, y... no puedo hacer nada para cambiarlo... Pero eso, intentaré que no.. nos influya.

- Gracias, hermanito. 

- De nada, hermanita.

Y nos damos un abrazo, fuerte pero intenso.

- Por cierto, ¿De que es esa carta?

Bebe un trago de leche, y mientras parte un cacho de tarta, me dice:

- Es la carta de la Oxford University.

-Ah, ¿sí? ¿Y que, te han aceptado?

- Míralo tu misma.

Tu... yo... NosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora