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—¡Quiero verlo! —se escuchó la voz de Ruth por todo el pasillo.

Todos nos giramos para mirarla, venía corriendo hacia nosotros, sus manos estaban temblando y su rostro empapado de lágrimas.

—Señorita el paciente necesita reposo —exclamó el doctor, sosteniendo el pomo de la puerta.

—¡Soy su jodida hermana! ¡Tengo que decirle mil cosas! Necesito pedirle disculpas y… por una vez en la vida desahogarme y decirle todo lo que siento. —miró a sus padres. —Aunque Logan sea un completo idiota, yo lo amo y no quiero que nada malo llegue a pasarle. No lo soportaría, creo que sería como morir en vida. Por favor denme la oportunidad de verlo —rogó.

Pamela y Jeff miraron al doctor, quién miraba a Ruth con preocupación y confusión. Dos enfermeras salieron de la habitación dejándome ver a Logan  recostado en la cama, completamente inconsciente.

—Por favor, Doctor —entonces Pamela habló.

Él la examinó por unos largos segundos. Parecía que estaba en un debate consigo mismo, pero al mismo tiempo quería colaborarnos, vernos más tranquilos.

—Vale —comenzó. —Pero sólo cinco minutos —advirtió, levantando un dedo.

—Sólo eso —exclamó Ruth, parándose frente a él.

El doctor abrió la puerta y le dio paso a Ruth, quién inmediatamente entró. La puerta volvió a cerrarse y aquella angustia que invadía mi cuerpo desde que Logan  estaba en ese estado empeoró.

¿En que podría estar pensando Ruth? Ella jamás se llevó bien con Logan. Ni siquiera cabía en mi cabeza que palabras bonitas y consoladoras pudieran de su boca teniendo a Logan  enfrente, pero él era su hermano, así tuvieran problemas y conflictos, ellos habían crecido juntos y en los momentos más difíciles habían estado juntos, dándose apoyo mutuamente (Así ninguno quisiera aceptarlo).

Todos los hermanos tienen discusiones, y aunque la relación de Ruth y Logan  no hubiese sido la mejor en los últimos meses, muy en el fondo ellos se querían.

Regresé a la silla junto con Jeff y Pamela. Apoyé mi cabeza en la pared mientras observaba la puerta de la habitación. Fantaseaba con que Logan  salía de allí y se acercaba para darme un beso y decirme que nunca más me dejaría sola, que nunca más volvería a pasar algo así.

Era increíble… pero cierto.

Los minutos comenzaron a pasar, ya iban más de seis y el doctor no había vuelto a la habitación para sacar a Ruth de ésta. Tal vez estaba ocupado con otros pacientes.

Entonces a mis oídos llegaron unos gritos eufóricos: Los gritos de Ruth.
Pamela, Jeff y yo nos levantamos de nuestras respectivas sillas, todos estábamos al borde de un ataque. Me acerqué a la puerta y comencé a tocar fuertemente, Pamela y Jeff gritaban el nombre de su hija, pidiéndole que abriera, entonces la puerta se abrió, revelando a Ruth con la cara aún más empapada de lágrimas… Lo preocupante era que también llevaba una sonrisa.

—¡Ruth! ¡¿Qué hiciste?! —grité, abriendo los ojos más de lo normal.
En ese momento todo tipo de ideas pasaban por mi cabeza, y, no eran las mejores.

Pasé por un lado de ella, aproximándome a la cama de Logan . Tomé su rostro entré mis manos para examinarlo. Bajé la mirada hacia su pecho y vi que seguía subiendo y bajando con normalidad. Entonces volví a subir la mirada y observé sus hermosos ojos marrones, estaban mirándome.

—¡Logan ! ¡Por Dios! —exclamé, llevándome las manos a la boca.

¡Había despertado! ¡Estaba mirándome con aquellos ojos hermosos! Joder, sentí que el mundo se me venía encima, ni siquiera podía respirar.

Ex Novio Posesivo ; Logan HendersonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora