— ¿Estás de broma? — mi voz salió de milagro.
— No preciosa. Hemos venido a una orgía. — parecía que se divertía al ver mi reacción.
— Pero yo no quiero. — negué, desesperada. — Ruth... Ruth no me dijo nada sobre esto.
— Ruth está loca.
— Drew, por favor, ayúdame. — le rogué.
— ¿Cómo? — frunció una ceja.
— ¿Entrarás a esa orgía? — pregunté con los pelos de punta.
— A eso he venido. — se encogió de hombros.
— Pero... — me quedé paralizada.
— Vamos... _____. — estaba emocionado, lo podía notar en su voz. — Tienes que vivir la vida, Eres joven y hermosa. Que te valga el mundo, solo diviértete, has locuras, esas que nunca pensaste qué harías. Relájate y disfruta de tu juventud.
— Y según tú... Una orgía me hará disfrutar la vida. — espeté, todavía nerviosa.
— Es una locura, Lo sé. — rió. —Pero se siente jodidamente bien hacer estas locuras y sentir la adrenalina que recorre tu cuerpo al hacer esas cosas que son prohibidas. Inténtalo.
— No, Drew. — negué, angustiada. — No soy capaz de esto.
— Entonces... ¿Piensas quedarte aquí?
— No. Quiero irme. — pedí.
— ¿Para dónde vas a coger? Estamos lejos de tu casa. — informó.
— Tomaré un coche y volveré a casa.
— Vale. — asintió. — Espero que el dinero esté a tu alcance.
Bajé la mirada a mi bolso, y busqué mi billetera. Revisé adentro y no encontré un solo centavo. Un escalofrió recorrió mi cuerpo.
— Drew, necesito que me ayudes. — alcé la mirada para encontrarme con sus ojos miel.
— _____... — se llevó una mano a la cabeza, y se pasó los dedos por su cabello castaño claro. — Mira. Me encantaría ayudarte... ¿Si? Pero no sé cómo podría hacerlo.
— Préstame dinero para volver a casa. Cuando quieras puedo pagártelo, es más, Con intereses si eso quieres. — tragué saliva.
Me miró por un momento. Parecía estar en una guerra consigo mismo. — No tengo dinero ahora. — dijo al fin.
— Joder. — exclamé, ya mucho más angustiada que antes.
— Pero quiero ayudarte. — mencionó.
— ¿De verdad? — pregunté.
— Sí. — asintió. Ahora se veía serio.
— Drew, ____... — escuché a Ruth. — ¿No van a venir? — preguntó cuándo estuvo cerca.
— ¿Por qué no me dijiste que esto era una orgía? — salí del coche para reclamarle.
— Porque no me lo preguntaste. — contestó tranquilamente.
— Te pregunte para donde veníamos.
— Sí, Pero no me preguntaste si veníamos para una orgia. — se encogió de hombros.
La desconocía.
— Ruth... ¿Qué es lo que te pasa? Mira lo que haces. Sabes perfectamente que yo no soy así. — me acerqué a ella, quería darle una bofetada, al menos. — No soy la clase de chicas a las que les gustan las orgias.
— Nunca me dijiste que no te gustaban. — contestó.
Negué, decepcionada.
— Hubiera preferido quedarme con Logan. — declaré.
— Bueno. — asintió, pero se veía molesta.
— Drew, ¿Vendrás? — preguntó Ruth, ahora mirando a Drew.
— En un momento. — contestó él.
Ruth me miró. — Vale. — se volteó y se alejó.
Me llevé las manos a la cabeza, y comencé a caminar en círculos, desesperada ante la situación. Jamás me había sentido de esta manera. Impedida, sin salida.
— Te pido que te calmes. — oí a Drew.
Paré de caminar y le miré a los ojos. — Ya entrarás a la orgía y yo me quedaré aquí. — hablé angustiada. Mis ojos estaban aguados.
— Ah. — se acercó a mí, vacilante. — Te llevaré de vuelta a casa. — suspiró.
— ¿Cómo?
— Tomaré prestado el coche de Liam. — miró hacia el mismo coche en el que habíamos llegado.
— ¿Hablas en serio? — pregunté esperanzada.
— Sí. Me parece injusto lo que ha hecho Ruth. Así qué, Tranquilízate porque estarás en casa dentro de poco.
No me pude contener. Lo abracé con fuerza, sin pensar en nada más. — Gracias. — el alma volvió a mi cuerpo.
— No pasa nada. — dijo.
Me alejé de él, y lo miré a los ojos. — Lo siento... Yo... Me dejé llevar por la emoción.
Se rió. — No importa. — negó, mantenía una sonrisa. — ¿Vamos?
— Sí. — caminé rápido hacia el coche, y me senté en el asiento del copiloto.
Drew le dio la vuelta al coche y se montó en el asiento del conductor.
— Bien. — reversó, salió a la carretera, y aceleró.
— ¿Puedo preguntarte algo? — hablé, mientras bajaba el vidrio de la ventana.
— Por supuesto.
— ¿En cuántas orgías...? — tosí.
— ¿En cuántas orgías he estado? — me miró rápidamente. — Cuatro. — volvió a mirar hacia la calle.
— ¿De verdad? — pregunté impresionada.
— Sí. — se encogió de hombros. — En realidad soy un tipo muy liberado con respecto a eso. Como te dije ahora, pienso que hay que vivir la vida.
Me quedé en silencio. No compartía su idea sobre la vida.
— ¿Puedo preguntarte algo? —ahora dijo él.
— Claro. — respondí, mientras miraba el paisaje.
— ¿Todavía andas con el hermano de Ruth?
Fruncí los labios. — No. — contesté finalmente.
— Oh... ¿Problemas?
— Sí eso. — cerré los ojos.
— Son problemáticos los hermanos Henderson, ¿Eh?
— Bastante. — dije sincera.
Drew aparcó el coche afuera de mi casa, luego de una hora de viaje. Suspiré aliviada, y le miré totalmente agradecida.
— Gracias. — le dije.
Sonrió. — No tienes por qué agradecer. — se bajó del coche, dio la vuelta y abrió mi puerta. — Te acompaño. — me dio la mano y me ayudó a bajar.
Caminamos rumbo a casa, y nos detuvimos en cuanto llegamos a la puerta. Me volteé y le miré a los ojos.
— ¿Volverás a la orgía? — susurré incomoda.
— No. — contestó. — Ya no tengo ganas.
— Vale... A mi parecer es lo mejor.
Rió bajito. — ¿Me das tu número? — preguntó.
Fruncí el ceño. — Es...
Paré de hablar en cuanto vi a Logan. Caminaba hacia nosotros. ¿Cómo salió tan rápido del hospital? Sus puños estaban apretados y su expresión no era para nada agradable.
— Logan. — su nombre salió de mi boca.
— ¿Mmm? — Drew se volteó para mirar.
Logan ya estaba cerca.
— ¿Quién eres? — gritó acelerado. — ¿Y quién te ha dado permiso de hablar con mi novia?
— Logan — exclamé. — Por favor, no estamos haciendo nada malo.
— Ah, ¿No? — Logan llegó a nuestro lugar, y sorprendió a Drew con un puñetazo en el rostro. Este desprevenido cayó al suelo.
— ¡Drew! — quise ayudarle, pero Logan me sujetó del brazo.
— ¿Este es el tipo con el que vagabundeaste toda la puta tarde? — estaba hirviendo de la ira.
— No, Logan. — negué. — El me ayudó, antes debes de darle las gracias. — solté totalmente impresionada ante la actitud de Logan.
Logan miró a Drew quien se levantó del suelo. De su labio inferior salía sangre.
— ¿Te has atrevido a pegarme? — Drew se le tiró encima a Logan, y los dos cayeron al suelo.
Cogió la cara de Logan con una de sus manos, y con la otra comenzó a pegarle rudamente. — No te metas conmigo. — advirtió Drew, aun pegándole.
— ¡Estás muerto!— gritó Logan, atrapando su cuello con sus manos.
— No, No, No, No. — tomé a Drew de los brazos, intentando alejarlo de Logan. Por dios, se le iban a abrir los puntos que le habían hecho en el hospital. — Ya, por favor. — grité angustiada.
En ese momento vi el coche de la policía voltear por mi calle.
— No. — me quejé nerviosa. Ellos no paraban, se iba a matar. — ¡Paren! — grité.
Un policía se bajó del coche y caminó hacia nosotros.
—Quietos. — gritó con autoridad.
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Ex Novio Posesivo ; Logan Henderson
Fanfiction______ ha sido novia de Logan Henderson por más de dos años. A simple vista parecían una pareja perfecta, incluso para ella Logan era el hombre de su vida. Pero había un pequeño problema; los celos y la posesividad de él. Logan odia que ______ hable...