Capítulo 17: Una oferta

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Un nuevo día empezaba con el infernal sonido de la alarma. Como ya era costumbre, el primer pensamiento que abordó mi mente fue sobre Miriam. Quería seguir enfadada con ella porque lo que hizo me pareció horrible pero había algo dentro de mí que me impedía ignorarla. Ella tenía que esforzarse para demostrarme que no era la persona que parecía, el primer paso ya lo había dado contándome porque estaba aquí y lo valoraba muchísimo pero no iba a ponerle tan fácil ganarse mi confianza.

Me levanté y bajé de la litera dejandoles un beso en la frente a Amaia y Aitana que aún seguían en sus camas. Me vestí rápido y esperé a que acabaran de prepararse para ir al comedor. Intenté no dirigirle la mirada a Miriam pero se me hizo casi imposible. Por las mañanas estaba preciosa, bueno, siempre lo estaba, pero en especial cuando se despertaba, eso me impidió evitar mirarla. Ella me dirigió alguna que otra sonrisa mientras se iba vistiendo a lo que yo tuve que reprimir las mariposas que sentía dentro para mantener mi apariencia fría ante ella.

Después de desayunar íbamos a salir al patio cuando Noemí le dijo a Miriam que tenía una llamada y se fué. No le dí más importancia de la que tenía y me quedé sentada en la pista con Amaia y Aitana. Ellas no dudaron en preguntarme sobre la leona y sobre lo que había pasado con Mimi:

-Oye Ana... ¿tu sabes algo sobre que le pasó a Mimi?- preguntó la del flequillo.

-No se mucho más que vosotras la verdad.- contesté intentando evitar el tema.

-Hay rumores de que ha sido Miriam... ¿tú que crees?- añadió la otra.

-Prefiero no pensarlo, de todas maneras entre ella y yo ya no hay nada así que me trae sin cuidado quien fue.

-Joe con lo buena pareja que hacéis- dijo Amaia.

-No todo es eso en la vida Amaia...- contesté yo un poco triste.

Aitana le dió un codazo a la otra por haber hecho ese comentario a lo que ella dijo:

-Bua Ana lo siento no quería hacerte sentir mal.

-Tranquila peque, ya se me pasará.- le respondí esbozando una pequeña sonrisa forzada.

Me dieron un largo abrazo entre las dos que, sinceramente, necesitaba con urgencia. Después de todo lo que había pasado, mi cuerpo me pedía una muestra de amor sincera que me reconfortara y me hiciese sentir segura.

-Gracias chicas.- les dije con los ojos llorosos.

-Aaayy Ana..- soltó Amaia en un suspiro.

El bonito momento que se había creado fue interrumpido por Noemí:

-Guerra, ven conmigo, tienes una visita.

Me desconcertó un poco el hecho de tener una visita y empecé a pensar en quién podía ser la persona que me venía a ver, mientras me levantaba del suelo y la acompañaba.

La mejor de las opciones hubiese sido mi padre, le echaba un montón de menos y a pesar de que él estuviera decepcionado conmigo, me quería mucho. Necesitaba ver a alguien de mi vida anterior en quien confiara y sin lugar a duda mi padre era la mejor opción.

Noemí me guió por una zona de la cárcel que desconocía. En una habitación de paredes de cristal que se encontraba en el pasillo por donde andábamos, había varios teléfonos fijados a la pared y algunas presas usandolos. Pude ver a Miriam en uno de ellos, parecía estar discutiendo con alguien y aunque me moría de curiosidad por saber qué pasaba, mi prioridad en ese momento era descubrir quién me había venido a ver.

Al final del pasillo había otra habitación con varias mesas y sillas. Nada más entrar recorrí la sala con la mirada en busca de una cara conocida y cuando lo hice no podía creérmelo. Noemí me indicó la mesa y me acerqué.

VOLVER A SER INVISIBLE~wariam~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora