Una Habitación | WooGyu

5.

Por la tarde, de regreso a la casa de los Lee, Woo Hyun no da crédito al rechazo que recibió de la linda chica que coqueteó con él en la clase de matemáticas. Es la primera vez que algo así le sucede, y no está exagerando.
     Cuando Nam se le acercó a la salida de la escuela, ella le dijo que no estaba interesada y se alejó con sus amigas.
¿Acaso se había equivocado al interpretar sus 'señales'? Porque él está seguro de que no.
     Había sido un primer día de clases muy extraño.
     —Oye, Sung Kyu, ¿recuerdas a la chica de nuestra primera clase? —pregunta Nam mientras ambos toman asiento en la banca donde esperan el transporte.
     —Sí, ¿qué hay con ella?
     —Bueno, es que la invité a salir y dijo que no.
     Sung Kyu finge sorpresa y mira a Woo Hyun con los ojos tan abiertos como puede.
     —¿En serio? Cuánto lo siento.
     —Pero no lo entiendo. Creí que diría que sí; por alguna razón coqueteó conmigo, ¿verdad?
     —Qué tal si tiene novio, o se arrepintió en el último momento. Además, no deberías invitar a desconocidas a salir.
     —¿Por qué? ¿Tú no lo has hecho?
     —No.
     —¿Nunca?
     —¡No!
     —¿Por qué?
     —¡Porque no me interesan las relaciones en este momento! Yo sólo quiero ir a la universidad, estudiar, y no perder el tiempo en esas cosas absurdas, ¿de acuerdo?
     —Ugh, eres un amargado.
     —¡Sí, lo soy! Soy un amargado al que le importa más su futuro que salir con chicas, ¿algún problema con eso?
      Woo Hyun rueda los ojos y luego desvía la mirada hacía la calle, donde nota que el autobús se acerca.
     —Deberías disfrutar más de la vida —masculla Woo Hyun antes de subir al transporte.
     —Qué te importa —responde Sung Kyu, recordando que su plan de hacer pagar a Nam apenas empieza.
     Woo Hyun realmente no sabe lo que le espera, y todo lo que ha dicho también se lo piensa cobrar.

∞

Sung Kyu no sabe si Woo Hyun es ingenuo, o un completo tonto, aunque empieza a sentir pena por él después de todos esos días que ha buscado salir con alguna chica y todas lo han rechazado, incluso algunas ni siquiera se han molestado en responder a sus propuestas.
     Nam intenta fingir que no le importa, pero Kim puede ver que no es así, sobre todo, cuando en las noches, se mira al espejo por un largo rato como si estuviera buscando alguna imperfección en su rostro, y se decepciona al notar que no hay absolutamente nada, porque Woo Hyun tiene una piel envidiable, y Sung Kyu no necesita ser una chica para notarlo.
     Y es por eso, además de su autocompasión, que Kim recuerda cada una de las barbaridades que le ha hecho, y esa molesta sensación termina desapareciendo.
     Woo Hyun lo merece, más ese día que los anteriores porque también se acabó el agua caliente en la mañana y se comió las galletas que le envió su madre.
     Sí. Woo Hyun merece un castigo, y qué mejor que ser rechazado por todas las chicas 'lindas' de la escuela.
     —Sung Kyu, mira, esa chica es nueva en nuestra clase de química —menciona Woo Hyun al notar otra cara en el laboratorio.
     —¿De verdad?
     —Sí. La escuché decir que la transfirieron ayer.
     —Ah. —Kim observa a la muchacha y luego ve en los ojos de Woo Hyun un nuevo plan para acecharla.
     —Jóvenes, formen parejas para realizar el siguiente experimento —ordena el profesor, y de inmediato Sung Kyu se acomoda al lado de Woo Hyun.
     —¿Podemos ser compañeros? —pregunta Kim con una simpática sonrisa.
Woo Hyun asiente, decepcionado; había pensado pedírselo a la chica nueva, pero no quiere hacerle un desaire a Sung Kyu, después de todo, ellos son buenos amigos.
     —Bien, ahora vierte esta sustancia y habremos terminado —menciona Sung Kyu, notando con expectación los próximos movimientos de Woo Hyun.
     Sung Kyu da un par de pasos hacia atrás y luego observa con sorpresa y fingida preocupación lo que sucede mientras Nam termina de mezclar los líquidos. Un proceso químico se manifiesta, y de pronto Woo Hyun es bañado con una sustancia pegajosa y maloliente.
     —¡Agh! ¡Qué asco! —exclama Nam antes de que el profesor se aproxime. Los demás chicos cuchichean, otros se asustan, y Sung Kyu sólo tiene ganas de reír.
     —Nam, no te preocupes, no es tóxico. Ahora, ve a... a asearte... —dice el maestro mientras se aprieta la nariz.
     —Yo le ayudo, profesor. Tengo ropa extra en mi casillero.
     —Está bien, Kim, ve con él.
     Sung Kyu le sonríe gentilmente a su compañero y éste piensa que es un gran amigo por ofrecerle su ayuda; ninguno de los otros chicos hubiera echo eso por él. Sobre todo, porque Sung Kyu lo acompaña hasta las duchas y le presta un cambio de ropa y su suéter favorito; o eso piensa Woo Hyun, puesto que lo usa casi todos los días.

A la hora del almuerzo, Sung Kyu y Woo Hyun se hacen compañía en la misma mesa. Nam le ha invitado un enorme emparedado de pollo por su gentil gesto en la clase de química. Sung Kyu le agradece y ambos ríen por el resultado del fallido experimento.
     —Gracias por prestarme tu ropa.
     —No hay problema.
     —Este suéter es... bonito —dice Woo Hyun intentando ser amable, y Sung Kyu hace un gesto.
     —Yo creo que es horrendo.
     Woo Hyun se desconcierta.
     —Entonces, ¿por qué lo usas a diario?
     —Porque no empaqué otro.
     Nam parpadea y luego ríe ante la aclaración. Sung Kyu lo secunda y piensa que le ha prestado el suéter a Nam en lugar de una playera para hacerlo sentir incómodo, pero no ha funcionado.
     Y Woo Hyun no se ha dado cuenta de que fue saboteado por Sung Kyu en el laboratorio. La venganza de Kim sigue su curso y aún no termina.
     —Espera... tienes comida en los labios —dice Sung Kyu antes de llevar su pulgar hasta la boca de Woo Hyun y limpiarle la supuesta migaja.
     En ese instante, sus ojos se cruzan con los de la chica nueva que justamente camina a espaldas de Nam. Ella mira a Sung Kyu y le sonríe con nerviosismo, él le corresponde el gesto y después su vista se centra en la de Woo Hyun, quien lo mira extrañado.
     —Oh, lo siento, debí usar una servilleta.
     —N-no... no hay problema —responde Nam sonriéndole de oreja a oreja.

Las clases terminan y Woo Hyun se ha decidido por invitar a la chica nueva a ir por un helado. Asi que el muchacho camina a la salida y busca entre los demás chicos a su objetivo. Sung Kyu lo sigue de cerca y se da cuenta de que Woo Hyun la ha encontrado.
     Sung Kyu se apresura para alcanzar a su compañero, pero Woo Hyun está tan cerca de ella, que opta por un último recurso, y finge un gran tropiezo para sujetar a Nam de la manga del suéter. Woo Hyun gira sobre sí mismo cuando siente el tirón, y de inmediato se inclina para auxiliar a su amigo.
     —¿Estás bien?
     —No. Creo que me torcí el tobillo.
     Sung Kyu hace una mueca de dolor y Woo Hyun de preocupación.
     Los chicos a su alrededor observan atentamente cuando Sung Kyu se queja, y varios de ellos hacen un gesto de sorpresa cuando ven a Nam tomarlo entre sus brazos para levantarlo del suelo y llevarlo hasta una pequeña jardinera.
     Sung Kyu no esperaba eso, y no puede evitar sentir que sus orejas se calientan y su corazón se agita.
     —Déjame revisar.
     —¡No! Creo que ya... —Sung Kyu ríe, abochornado—, no me duele tanto.
     —¿Estás seguro?
     —Sí. Mira.
     Kim se pone de pie con cuidado y una mueca de genuino dolor aparece en su rostro.
     —A mí no me lo parece —dice Woo Hyun, sujetándolo de la cintura de pronto y pasando uno de los brazos de Sung Kyu por sus hombros—. Será mejor que te apoyes en mí.
     Sung Kyu suspira y asiente a las palabras de su amigo. Entonces comienzan a caminar con precaución y cuando llegan a la esquina, Nam detiene un taxi.
     —Vamos, si subes así al autobús te lastimarás más.
     Woo Hyun le ayuda a subir al auto y luego da la vuelta para abordar por la otra portezuela.
     —Gracias —le dice Sung Kyu, y su amigo le regala una sincera sonrisa.
     El vehículo comienza a avanzar y, con cada metro que recorre, la culpa se incrusta en el corazón de Sung Kyu puesto que todo lo que ha sucedido ese día, ha sido mucho más de lo que esperaba, así que Kim ya no está tan seguro de continuar con su venganza, siente que Nam ya ha pagado hasta su próxima travesura.
     Sí. Tal vez Sung Kyu deje pasar la próxima jugarreta de Woo Hyun.