Una Habitación | WooGyu

7.

Las palabras que dijo Sung Yeol continúan dando vueltas en la cabeza de Woo Hyun mientras permanece sentado en su cama, echándole un largo vistazo al cuarto y a las cosas del que se dice su 'amigo': Kim Sung Kyu.
     No le parece nada divertido que haya esparcido todos esos rumores sobre él, aunque en el fondo sepa que tal vez lo merecía, sobre todo, porque en ninguna de las ocasiones que lo hizo sentir mal, le ofreció una disculpa, pero, ¿cómo iba a saber Nam que el muchacho era tan resentido? ¿Acaso no aguantaba unas cuántas bromas? Woo Hyun sólo lo hacía con la intención de que se hicieran más cercanos, porque tenían qué llevarse bien; estaban compartiendo la habitación y lo menos que podía hacer Woo Hyun era tratar de pasarla bien con Sung Kyu.
     Aunque, tal vez se pasó de la raya algunas veces, pero eso no le daba el derecho a Kim para burlarse de él. Sung Kyu sí cruzó el límite, y mientras Woo Hyun piensa en la forma de vengarse, quiere intentar entrar en el mismo juego de su compañero de cuarto para ver si algo se le ocurre.
     Piensa que la cosa no puede ser tan complicada; ya antes ha interpretado el papel de chico homosexual para evitar ser molestado por una chica que no dejaba de mandarle mensajes de amor en la preparatoria, así que cree que será pan comido, sobre todo, porque Sung Kyu no parece estar interesado en acabar con los rumores. Woo Hyun piensa que quiere seguir burlándose de él.
     Es por eso que empieza a actuar cuando Sung Kyu regresa de la biblioteca, porque, a pesar de querer saltarle encima para abofetearlo, se mantiene tranquilo e indiferente hacia la verdad que ya conoce, por lo que el otro no sospecha nada. Woo Hyun es tan buen actor, que logra engañarlo sin problema.
     Entonces decide seguir así hasta que un nuevo plan se termine de formar en su mente, no es suficiente seguirle el juego y saber lo que oculta Sung Kyu con descaro; tiene que hacerle pagar porque, nadie se burla de Nam Woo Hyun.
     —Prueba esto, está deliciosa —le dice Woo Hyun a Sung Kyu cuando se sientan uno frente al otro en una de las mesas de la cafetería.
     Kim se muestra un tanto sorprendido y algo abochornado, pero abre la boca y recibe de Nam un trozo de la carne que está comiendo. Sung Kyu se saborea y le sonríe, sujetando de nuevo sus palillos para seguir almorzando.
     Y Woo Hyun continúa haciendo de las suyas, fingiendo que todo está bien y que es muy 'normal' que entre amigos haya esas muestras de afecto. Kim no sospecha nada, y tampoco Nam le ha visto con la intención de desmentir todo lo que ha dicho, algo que le enoja aún más, pero que le sigue empujando a seguir la actuación hasta que algo bueno se le ocurra.
     No sabe si exponer al muchacho ante toda la escuela; reclamarle y dejarle de hablar para siempre o golpearle y dejarle deformada la tierna cara de niño bueno que tiene.
     No. Eso no sería suficiente, porque Sung Kyu no sufriría en serio, incluso Woo Hyun piensa que Kim es del tipo de persona desenfadada que no suele tomarles importancia a los comentarios de los demás. Y eso es un verdadero inconveniente, pero está seguro que descubrirá algo, porque todas las personas tienen un punto débil, y Sung Kyu no parece ser la excepción.

∞

Después del mejorado comportamiento de Woo Hyun, Sung Kyu cree que, si le dice la verdad sobre los rumores, el muchacho lo perdonará y entenderá por qué lo hizo, pero se la ha pasado tan bien con él toda la semana, que lo ha pensado muy detenidamente.
     No quiere echar a perder esa gran amistad que está creciendo entre los dos. Le ha encantado descubrir que Woo Hyun es atento, amable, simpático, pero, más que eso, porque Sung Kyu siempre estuvo seguro que era heterosexual. Toda su vida lo creyó, incluso en la secundaría se enamoró de una chica de su misma clase, sin embargo, con todo lo que está pasando alrededor de Woo Hyun, ya no está tan seguro.
     Ahora no puede evitar ponerse nervioso cuando está a solas con Nam en la habitación. Ha fingido leer mientras el muchacho sale del baño con solo una toalla alrededor de la cintura para cubrirse, con el fin de no poner demasiada atención al cuerpo desnudo de Woo Hyun mientras se pone la ropa. Nam tiene esa costumbre, aunque últimamente lo ha hecho con más frecuencia cuando está Kim presente. No quiere pensar en otras cosas y sacar conclusiones tontas, pero Sung Kyu no es estúpido, y cree que Woo Hyun lo hace a propósito.
     Aun así, no es sólo el hecho de que el corazón se le acelera y las manos le sudan cuando Nam le habla, sino que, ahora, le parece atractivo. Sung Kyu está gustando de Woo Hyun y no sabe si eso es malo, Nam no parece del tipo que guste de los chicos y, sin embargo, su comportamiento le dice todo lo contrario.

∞

Esa noche, mientras Woo Hyun se mira en el espejo después de haber salido de la ducha, no puede evitar sentir la mirada de Sung Kyu sobre su persona. El muchacho lo ha estado haciendo toda la semana y para nada sabe ser discreto. Nam también ha notado que se sonroja en su presencia y que balbucea cuando están muy cerca.
     No es que Woo Hyun se crea un experto en esas cosas, pero para él, es fácil comparar a Sung Kyu con las chicas que le habían declarado su amor años atrás. Kim tiene todas las señales de una colegiala enamorada y Woo Hyun puede apostar lo que sea a que así es.
     Entonces Nam abre más los ojos ante la descabellada pero certera idea que comienza a crecer en su mente; la respuesta a su ansiada venganza estuvo frente a él todo el tiempo y no había sido capaz de verla: Woo Hyun está pensado en enamorar a Sung Kyu, y luego abandonarlo cuando el muchacho haya caído rendido a sus pies.
     Una malévola sonrisa curva los gruesos labios de Woo Hyun cuando le echa una fugaz mirada a Sung Kyu, quien permanece en su cama con sus pequeños ojos sobre el libro en sus manos, y luego Woo Hyun asiente para sí mismo, porque, romper el corazón de Sung Kyu, es la mejor revancha que pudo haber ideado.