Prólogo.

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Hola, me llamo Elisabeth, pero prefiero que me llamen Eli. Tengo 14 años y bueno, os voy a contar más o menos como soy. Soy una chica normal, o eso me considero. Soy bajita y morena de piel. El pelo me llega por debajo del pecho y es un color castaño clarito. Tengo unos ojos marrones que,bueno,me gustan, y unos labios carnosos pero no demasiado. De carácter,bueno, soy un poco borde pero con la gente que no conozco o simplemente me cae mal. Soy bastante madura, bueno, la vida me ha hecho serlo. No soy la típica chica que hace amistad como todo el mundo,no. A mi para que una persona me caiga bien es difícil. Pero tampoco soy una antisocial, tengo amigos ¿vale? y bastante majos, y locos,muy locos,sacan mi lado más infantil y eso es lo que les hace especiales y hace que les quiera tanto. Yo tambien tengo mi sentido del humor. Y bueno, así esta la cosa. Mi familia era muy normal, mi madre,mi padre y mi hermano pequeño de un año,Antonio,pero le decimos Toño. Eramos una familia,bastante normal, hasta que ocurrió lo que nunca debería de haber ocurrido. Hace dos años mi madre falleció debido a un infarto. Sí. La persona que más quería en este puto mundo era a ella. Ella era como mi mejor amiga, me cuidaba,como cualquier madre,pero no era cualquier madre, era mi madre y teníamos un vínculo especial. Mi padre y yo caímos en depresión,creo que nunca había llorado tanto,pero,estaba mi hermano,que por entonces tenía un año, y claramente no tenía uso de razón. Así que me armé de valor, y aunque estaba destrozada,levanté a esa familia. Me ocupaba yo sola de mi hermano y a la par llevaba mis estudios al día. Paso otro año, yo ya tenía trece años y mi hermano dos,logré que mi padre saliera de esa oscura habitación en la que estaba encerrado mucho tiempo.Pero no salía como yo tenía pensado,no. Él salía a beber, a ahogar sus penas en alcohol. Llegaba borracho a horas que estaba a punto de amanecer.Pasó otro año y yo ya tenía catorce años y mi hermano tres. Un día volviendo a casa la policía pilló a mi padre conduciendo borracho. Mierda. Descubrieron que él tenía problemas con el alcohol y declararon un juicio. Pasaron unos cuantos días y yo estaba preocupada, por que mi hermano y yo tendríamos que ingresar en un centro de menores o algo así. Llegó el día del juicio y joder, no os podéis imaginar lo nerviosa que estaba. Al final el juez declaró que mi padre no podía hacerse cargo de nosotros e ingresaría en un centro. En cuanto a mi hermano y a mi, bueno, no nos llevaron a un centro de menores. Menos mal. Pero le cedieron la custodia a nuestra tía Elena, ya que era nuestra madrina. No me podía creer lo que estaba oyendo, hasta que me tuve que hacer a la idea. Mi vida iba a cambiar por completo, iba a dar un giro de 360°, y yo no quería. Pero en fin, le hice la maleta a mi hermano y luego hice la mía. Todas mis pertenencias debían de estar dentro. Cada foto que quitaba del corcho, se me caía una lágrima. Había fotos de todo tipo,con mi madre,con mi familia,con mi hermano,con mis amigos...toda mi vida. Cogí a mi hermano y salimos de aquella casa. Me paré un momento enfrente de aquella enorme casa. Tantos momentos vividos, tantos buenos recuerdos... Pero bueno, empezaríamos una nueva vida,con otra nueva casa y una nueva "familia".

Llegamos a la estación, y para mi sorpresa,estaban allí todos mis amigos. Son geniales. Todos estabamos llorando,pero a la que más triste se le veía era a mi mejor amiga,Natalia.Natalia era como la hermana y mejor amiga que todas querrían tener,pero solo tengo yo. Ella me ayudó en mis momentos más difíciles que,bueno,ya sabéis.Me despedí de todos, y entre lágrimas, subimos al ave,con dirección Sevilla, y ya os podéis imaginar como me miraba la gente. Imaginaros una niña de catorce años, con un crío de tres años. Bueno, que eso, llegamos a la estación de Sevilla. Allí estaba mi tía. Vinos enseguida a abrazarnos,era uno de esos abrazos que te dan y no quieres ser el primero en soltarte. Había mucho recuerdo acumulado. Pusimos las maletas en el interior del maletero de su coche y nos montamos. Pero ¿A donde iríamos?

-Mairena de Aljarafe.

+ ¿Mairena de qué?

-Aljarafe.

+¿Desde cuando vives tu ahí? ¿Tú no vivías en Sevilla centro?

-Me mudé, cosas del trabajo.

+Ah,entiendo.

Me puse mis cascos y puse a todo volúmen "Cosas locas" de Danny Romero. Sin querer, me puse a cantarla un poquito alto y mi hermano pequeño me miraba con cara rara, a lo que yo no pude evitar reirme. El esbozó una pequeña sonrisa de bebé. Él me daba la vida.

Llegamos a aquella enorme casa que entonces sería mi nueva casa. Coloqué mis cosas y ordené todo como creía conveniente. El día finalizaba y por ello, mi cansancio aumentaba. Me puse el pijama pero cuando me iba a meter en la cama algo me interrumpió.

Tata. Tata.

Era mi hermano Toño, vino a mi cuarto y se posó sobre la cama,dando a entender que quería dormir conmigo. Me lo como. Y bueno, a la mañana siguiente me levantó unos rayos de sol, me levanté con cuidado para que mi hermano no se despertara, eran las 10:15, joder, y ¿ahora qué hago? y aquí me tenéis escribiendo un pequeño diario que he pensado tener, por que algún día lo leeré recordando buenos y malos momentos y por que me aburro mucho. Mierda, mi hermano se ha despertado.

Con tu recuerdo siempre anclado a la deriva.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora