Emma POV
-Buenas noches Heidi me podrías confirmar por favor si Regina Mills ya se encuentra aquí- Le pregunte a la recepcionista de este hotel, una chica muy amable.
-Buenas noches, si Emma llego hace poco Corín se encargó de llevarla a la mesa que tenías apartada a tu nombre- Me respondió.
-Gracias Heidi nos vemos luego- Me despedí de ella, para dirigirme a la zona VIP del Hotel.
Tenía apartada una de las zonas más privadas con el objetivo de que pudiéramos hablar con calma y sin interrupciones. Además había decidido llevar para la cena un vestido negro que me llegaba a las rodillas junto con unas zapatillas del mismo color, llevaba mi cabello suelto y mi maquillaje era en tonos naturales. Una vez que llegue a la puerta del hotel me encontré con Corín quien es el Maître.
-Hola Emma estas hermosa como siempre- Me piropeo a lo que yo solo le susurre un gracias mientras me indicaba la mesa en la cual se encontraba una mujer morena en un impresionante enfundada en un vestido también negro que la hace ver sumamente apuesta y atractiva a simple vista.
-Buenas noches tú debes ser Regina Mills, yo soy Emma Swan- Me presente una vez que llegue a la mesa.
-Encantada de conocerte y si soy yo- Me contesto con voz ronca, mientras se levantaba para estrechar su mano con la mía, la cual al hacerlo sentí una descarga eléctrica que hizo que me sobresaltara y la soltara rápidamente, ella pareció sentirlo también porque parecía estar pensando en que había sucedido, pero se compuso rápidamente.
-Por favor toma asiento- Me indico mientras me apartaba la silla para que me sentara.
-Gracias- Le conteste mientras tomaba asiento.
Después de eso llego Corín quien se encargó de tomar nuestra orden personalmente.
La cena transcurrió de manera amena.
Regina posee una sonrisa y un encanto, con un toque de arrogancia, que debe o puede hacer caer a cualquier mujer u hombre a sus pies y sus ojos chocolates invitan a perderse en ellos.
Mientras comíamos hablamos sobre el diseño del nuevo Hotel que estamos por realizar y quedamos en vernos nuevamente para ultimar los detalles.
-Y bien Emma cuéntame de ti ¿tienes novio o novia?- Me pregunto ella sacándome de mis pensamientos.
-No- Le respondí mientras tomaba otro sorbo de vino
-Actualmente estoy soltera, no tengo tiempo para estar enredada en relaciones amorosas y tú ¿estás en una relación?- Le pregunte mientras la miraba directamente a los ojos.
-No, pero si lo estuviera dejaría de estarlo si tú me hicieras caso cariño- Me respondió mientras alargaba su mano para tomar la mía, la cual aleje de su alcance al notar su intención.
-Lo siento Regina pero no me interesan las mujeres como tú- Esto pareció herir su ego, porque su mirada inmediatamente se oscureció al mismo tiempo que su ceño se frunció e hizo hacer resaltar la pequeña cicatriz que tiene sobre su labio.
-Eso lo veremos- Me respondió mientras se levantaba de su asiento y rodeaba la mesa para pararse en frente de mí, yo la mire extrañada pues no sabía porque reaccionaba de esa manera si yo solo le estaba siendo sincera.
Ella se acercó y me agarro del brazo de manera brusca logrando que me mareara y que quedara pegada a su cuerpo.
-Regina por favor suéltame, discul...-Estaba por pedirle disculpa por lo que había dicho cuando sentí que estampaba sus labios con los míos, al principio no le correspondí pero luego sus labios se movían con tanta pasión y desenfreno sobre los míos que no me resistí y me deje llevar, el beso poco a poco fue subiendo de nivel, sus manos esas que me tenían acorralada recorrían cada centímetro de mi cuerpo, era como si todo a nuestro alrededor hubiese desaparecido.
Regina me apretaba más hacia ella, mientras una de sus estaba vagando por mi espalda y hacia mis nalgas, hasta que un ruido a nuestras espaldas hizo volviera a la realidad e inmediatamente con todas las fuerzas que tenía me separe de ella y salí corriendo con rumbo al ascensor.
Lo sé, salir corriendo no es algo maduro de hacer, pero necesitaba estar sola y aclarar mi mente después de lo que había sucedido.
-Emma, Emma- Me llamaba Regina frenética, mientras corría detrás de mí.
Yo no me detuve y di gracias que el ascensor se estaba abriendo cuando yo casi llegaba y me metí rápidamente en él, las puertas estaban por cerrarse cuando una mano la detuvo y mi corazón comenzó a latir frenéticamente.
Regina se introdujo e inmediatamente las puertas se cerraron dejándonos a ambas solas.
-¿Por qué huyes?- Me pregunto mientras me miraba y comenzaba a acercarse a mí.
-Aléjate de mí Regina, por favor-Le pedí.
-No puedo, maldición desde que te vi acercar no puedo pensar en otra cosa que no sea poseerte Emma me estas volviendo loca- Exclamo furiosa.
-Ya te lo dije Regina no me interesan las mujeres de tu tipo, además ambas trabajamos juntas, eres mi socia no nos podemos involucrar, entiéndelo- Prácticamente le grite, pero es que no hallaba la manera de hacerle entender.
Yo sé que ella es una mujeriega que solo esta con las mujeres por una noche y luego las desecha como si fueran un estorbo y yo no pienso formar parte de su lista de conquista.
-Olvidemos nuestra sociedad por esta noche y seamos solo Emma y Regina, unas desconocidas que se desean- Me susurro mientras sus labios se acercaban peligrosamente a los míos.
-Yo no te deseo- La contraataque
-Claro que si no lo niegues yo pude sentirlo cuando te bese- Podía sentir su aliento mezclarse con el mío estábamos milimétricamente cerca.
-Acepta y te prometo que no te arrepentirás. Nunca nadie, bien sea hombre o mujer te hará sentir de la manera en que yo puedo hacerlo- Susurro dejándome sin palabras y acorralada al mismo tiempo.
-Si aceptas, te poseeré y haré que olvides hasta tu nombre que solo seamos tu y yo en una sola- Dijo de manera excitante mientras terminaba de cerrar el espacio que quedaba entre nosotras y me volvía a besar.
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Mundos Opuestos || Wattys2019
Romans¿Qué pasara cuando algo que comienza como una noche de negocios termina en algo más? Averigua eso y mucho más en Mundos Opuestos