Casados por contrato «Martin Garrix & tú» [pausada]

9

Narra Martín.

Estaba en el supermercado, fui a comprar unas cosas.

Iba todo tranquilo hasta que chocó con alguien.

–Enserio perdón.– dice TN

–¿TN?– dije

–¿Garrix?– dice y agachó su cabeza.

–Bueno, no te preocupes.– dije

–A bueno.– dijo y siguió su camino.

–TN.– dije y volteó a verme.

–¿Qué?– dijo

–¿Ya te contaron? Tus padres... ¿ya te contaron?– dije

–Si, y por culpa de tus padres, tuve que terminar con alguien, que lo amo mucho, solo para casarme contigo.– dijo y vi que salieron lagrimas.

–Solo quiero decir que también estoy molesto.– pause –Esa idea es...– no termine de decirlo por qué TN hablo.

–¿Absurda?– dijo, y cruzó sus manos.

–Si, es absurda.– dije.
Ella siguió su camino.

(...)

Ya estaba en casa.

–Hijo, mañana saldremos a ver tu traje.– dijo mi papá.
Yo solo asentí.

Subí las escaleras y entre a mi cuarto.
Me acosté en mi cama.

–Todo esto lo que está pasando sea un sueño, por favor.– dije y cerré los ojos.

Al día siguiente...

–Martín, ya levántate.– dijo mi madre.

–¿Qué pasó Mamá?– dije aún dormido.

–Irás con tu padre a comprar el traje.– dijo.
Y me dio unas palmadas en la pierna.
–Garrix, ya levántate.–

–Está bien.– dije gritando, no tan alto.

Así que me paré y me di una ducha.
Salí y me puse unos jeans rasgados, color negro, una camisa color gris, me puse mis vans y salí de mi cuarto, y baje las escaleras.

–Hola cariño.– dice mi madre.

–Hola mamá.– dije estando en el comedor.

–Tú padre te espera en el auto.– dicho esto, salí de mi casa y entre al auto.

(...)

En todo el camino miraba a las personas por la ventana.

Ya habíamos llegado al centro comercial.

–Hola señor Garrix.– dijo el empleado.

–Hola bruno.– dijo mi padre. –Te presentó a mi hijo, Martín, es él quien se va a casar con TN Jones.– dijo mi padre feliz.

–Hola Bruno.– dije con mi sonrisa falsa.

–Eres muy afortunado.– dijo Bruno.
–Señor Garrix, me ha llegado mercancía, y los trajes que me llegaron están muy bonitos, elegantes, a un buen precio.– dijo Bruno.

–No se diga más, vamos a encontrar el traje ideal.– los tres nos dirigimos al almacén, en dónde estaban todos los trajes. –Hijo ¿qué tal este?–

–Está bien.– dije