The heart never lies {Danny Jones}

Capitulo 12

P.O.V Jess

Al despertar lo primero que miré fue el móvil, tenía una llamada perdida de Danny así que decidí llamarle. Cuando por fin respondieron, no era quien yo me esperaba, no. El teléfono cogió una chica.

— ¿Diga? ¿Hola? ¿Hay alguien ahí?

No sabía que responder. No sabía que pensar. Por mi cabeza tan solo pasaba una cosa "se están riendo de ti, una vez mas" pero esta vez no me iba a quedar callada.

— Em... Si quería hablar con Danny...

— Él esta durmiendo, perdona pero ¿Quién eres?

— Soy Jess, dile que cuando despierte que me llame, por favor.

— De acuerdo, yo se lo digo. Adiós

Ni si quiera me despedí. Estaba cabreada, no me podía creer que después de cuatro días sin hablar y sin ni un misero mensaje aun tuviera la cara de llamarme y luego cuando le devuelvo la llamada me encuentre con que a estado todo este tiempo ocultándome que tiene pareja.

Decidí no comerme la cabeza pensando en lo de la chica y el móvil de Danny, comencé a limpiar la casa. Sentía que todo estaba muy sucio.

Estaba limpiando la cocina cuando mi móvil comenzó a vibrar en la mesa del comedor.

— ¿Diga? 

— Hola Jess, son Amy. ¿Te acuerdas de mi?

— Sí, claro que sí, usted es amiga de mi vecina no?

— Si, la misma. Te llamaba para preguntarte si esta noche podrías venir a cuidar de Logan, se que es un poco precipitado que te llame así sin mas pero es realmente urgente.

— No tranquila, por mi perfecto. ¿A que hora tengo que estar ahí?

Después de ponerme de acuerdo con Amy seguí limpiando la cocina. El saber que esta noche saldría de casa me hacia sentir ocupada y no encerrada en mi casa, que tan solo me hacía recordar a Danny, sentía que su olor seguía impregnado en el sofá.

A las nueve tendría que estar en casa de Amy, el pequeño Logan de tan solo dos años me esperaría para que le diera de cenar.

Al terminar de limpiar, me fui a duchar. La casa estaba genial, pero yo no podía sacarme de la cabeza la voz de la chica que había cogido el móvil de Danny. Sentía que la mentira de mi nombre había afectado al comienzo de nuestra amistad y que por esa estúpida razón el no querría saber nada de mi, a pesar de que dijo todo lo que había dicho. 

Me senté en mi cama, tan solo con la toalla envuelta en mi cuerpo, mirando al suelo, comencé a llorar, era una tonta por pensar que alguien querría estar a mi lado y aún sabiendo que des de un principio todo fue una mentira.

Nuevamente mi móvil comenzó a vibrar, esta vez era Danny. No sabía si contestar o no. Pero decidí que desaparecer, sería lo mejor, no quería arruinar una pareja.

Me levanté de la cama y miré en mi armario que ponerme, esta tarde no me quedaría en casa y menos sola. 

Al terminar de vestirme salí de casa, o sabía donde ir, pero a algún lugar llegaría seguro.

Hace mucho tiempo que no iba al parque, así que a pesar de todas la bacterias y gérmenes que podía encontrarme decidí ir. 

Al llegar me senté en un banco a mirar como las familias enteras disfrutaban.

— No puede ser... ¿Jess eres tú?

Me giré para ver quién me hablaba y al ver quién era no me lo podía creer.

— ¿Harry? 

— Dios mio cuanto tiempo... — Se acerca y se sienta a mi lado. — Y que raro tu fuera de casa

— Oye... Que han pasado 12 años des de la ultima vez que te vi y he cambiado

— Pues yo te veo igual, el mismo estilo de ropa, la misma carita de chica tímida, el mismo pelo...

Harry, mi mejor amigo en la secundaría. La mejor persona en esos años de mi vida y mi primer novio. Estuvimos juntos mas o menos 6 meses hasta que el se fue y no le volví a ver ni a saber nada de el. Ahora convertido todo en un hombre me alegra verle.

Aquella tarde decidimos ir a tomar algo y contarnos cosas que han ido pasando durante todo este tiempo. Él me explica que su vida va exactamente como el quiere, es un importante batería en un grupo, ni idea en cual solo se que el es feliz. Yo le explico que aun sigo con mi trastorno obsesivo compulsivo, pero a el no le extraña nada, siempre supo que lo tengo y a pesar de que intentó ayudarme varias veces sabía que no conseguiría nada.

Eran las 8 de la noche y Harry decidió acompañarme a casa.

— Muchas gracias por acompañarme Harry, pero no hacía falta

— No es nada, hace mucho tiempo que no te veía y la verdad es que te echaba mucho de menos. Jess... La verdad es que... — Se acerca a mi y me coge de las manos, intento soltarme pero el no me deja y al final dejo de intentarlo — Es que nunca pude olvidarme de ti, lo nuestro pasó hace años, pero siempre se me a quedado en la cabeza aquel ultimo beso, aquel beso de despedida. Jess, nunca dejé de amarte.

Volver a ver sus ojos de esa manera, ver como vuelve a intentar cogerme de la cintura, me recuerda a cuando teníamos 15 años y lo amaba con todo mi corazón y a pesar de que todo eso paso y nunca supe nada de él, no puedo evitar lo que pasa a continuación.

Sin dudarlo, ambos nos acercamos, a mi memoria vuelven todos aquellos besos, aquellos abrazos, aquellas caricias. Entonces pasa, él sin pensarlo dos veces me besa, un beso que hace que todo lo de mi alrededor si haga inexistente y que solo pueda pensar en Harry.