KAROL
Hablamos por mucho tiempo de todo un poco, al parecer después de haberse ido de Londres su vida fue muy caótica. Luego de unos minutos Lolita anunció que el almuerzo estaba servido.
- ¡Delicioso! - Dijo con una sonrisa llamativa, se podía apreciar claramente su magnífica dentadura - Hace mucho tiempo que no probaba un buen platillo.
- En eso no te voy a discutir, sin duda tenemos una excelente chef - Asintió. Tomó un sorbo de se vaso y luego me miró.
- ¿Te puedo hacer una pregunta? - No le veía lo malo. Asentí - ¿Estás en pareja? Me imagino que si, sos una chica muy hermosa como para no salir con nadie.
- Efectivamente, hace un tiempo que estoy saliendo con Ruggero, así se llama - Asintió y luego se perdió por un rato en sus pensamientos - ¿Pasa algo?
- No, nada - Me volvio a sonreir - Me pasa que siempre las mujeres hermosas como tu, tienen pareja. - ¿Qué quiso decir con eso?. Lo mire con algo de incomodidad. - Podríamos salir, me daria mucho gusto conocer un poco lo que alguna vez fue mi hogar.
- Obvio, si quieres me arregló de inmediato y salimos.
- Dale, te espero. - Asentí y me pare de la mesa.
Me arregle un poco porque anda desastrosa como para ir al centro. No demore mucho, lo normal. Nos fuimos en mi auto.
Recorrimos un poco el centro de la ciudad, nos sacamos fotos, incluso fuimos a ver una película al cine. No había duda de que Santiago seguía siendo el mismo chico divertido que yo conocía, todo el tiempo decía chistes malos que de igual forma me hacian reir. Pero muchas veces decía cosas que me hacían sentir incomoda, por ejemplo que me este halagando todo el tiempo.
- Realmente la pase muy bien contigo hoy - Me decía mientras caminábamos por calle en busca de mi auto - Hace mucho no me reía tanto, no fue tan mala idea venir a Londres.
- Obvio que no, se que muchas veces es un embole que tus padres quieran decidir sobre ti, pero yo voy a tratar de que tu estadía no sea tan aburrida. Incluso el Sabado podriamos ir a una fiesta en la casa de una amiga mia. - Asintió. No pude evitar que mis ojos no se perdieran en la cafetería ¿Estaría Ruggero ahí? Ese lugar era su cafetería favorita.
- ¿Pasa algo? de pronto te perdiste - Dijo apretando suavemente mi nariz.
- ¿Pasamos aquí? - Hoy no había visto a Ruggero y si el se encontraba ahí, no pensaba perderme la oportunidad de verlo.
- No crees que ya comimos mucho por hoy, yo realmente estoy lleno.
- Nadie hablo de comer, solo quiero pasar a ver si está una persona que estoy buscando - Asintió y entramos al lugar.
De inmediato mire para ver si lo encontraba, hasta que mis ojos se toparon con el. Estaba sentado junto con Roxana ¿Acaso ella no tendría que estar atendiendo a los demás clientes? Ruggero se veía muy feliz hablando con ella, incluso se estaba riendo a carcajadas. No pude evitar sentir una rabia dentro de mi, eso se llaman celos.
Le hice una seña a Santiago para que me acompañara, caminamos entre las mesas hasta llegar a la de Ruggero. Roxana al verme levantó de inmediato la vista, Ruggero se volteo, me miro con una sonrisa y se paró de inmediato.
- Amor, ¿Que haces aqui? - Se notaba su felicidad al verme.
- Tenía muchas ganas de verte - Hice puntitas de pies y deje un pequeño beso sobre sus labios - Me imaginé que estarías aquí, tu no te cansas de venir acá - Mire a Roxana, por cierto la había ignorado todo ese pequeño rato - Hola - Fingi sonreir, ella falseo otra sonrisa.
- Creí que no te vería hasta mañana - Dijo Ruggero. En eso escuche a Santiago aclarar su voz.
- El es Santiago, es un amigo de la infancia - Ruggero se acercó y le pasó la mano para saludarlo, él correspondió su saludo - Y él es Ruggero, mi novio.
- Un gusto, suerte la tuya en tener una mujer tan bella a tu lado - Nadie hablo, esto era incomodo.
- Lo sé - Respondió Ruggero rompiendo el silencio - Y estoy muy feliz - Me miro, luego colocó su mano en mis caderas para tenerme sujeta a él. - No eres de por aquí, tu acento no se me hace muy de acá.
- No, llegue hoy de Estados Unidos - Mi Rugg asintió - Voy a estar por varios meses viviendo acá, en la casa de Karol. - Ruggero volteo a verme, yo solo le regale una sonrisa. - Espera, ¿Tu eras Ruggero, el mejor amigo de Karol? - Asentimos - Claro, ahora lo recuerdo - Karol me hablaba mucho de ti.
- Que memoria la tuya, yo no me acuerdo de ti. - Otra vez nadie habló.
- Bueno no tenemos que ir - Le dije a Santiago - No vaya a ser que mi mama no nos vea en la casa, no la conoces enojada - Mire a Ruggero - Ahora vuelvo.
Tome a Ruggero de la mano, nos alejamos bastante de Roxana y de Santiago. Me hacia tan feliz el simple hecho de solo verlo por lo menos algunos segundos.
- ¿Que pasa? - Me pregunto apenas nos detuvimos.
- Quería tenerte un ratito solo para mi - Me acerque y lo bese. Parecía que su boca estaba perfectamente hecha para mi, su mano bajo a mi cintura, algo electrizante recorrió mi cuerpo haciendo que mi piel se erizara.
- Ese no era problema, si querías estar a solas conmigo íbamos para mi casa - Golpee su brazo al entender sus intenciones.
- ¡Ruggero! la verdad que no te tenia asi. No Se, te veia mas santito - Bromee, me acerque y volví a probar sus labios.
- Es que te juro que te miro y se me vienen tantas cosas a la cabeza - Me miró con ojitos de picardía, aunque más que atrevido se me hacía tierno.
- Bueno me tengo que ir - Ruggero me miro triste - Me encantaría quedarme contigo, pero me tengo que ir porque sino me matan.
- Si no queda de otra - Colocó su mano en mi mentón y me acerco para que lo besara - ¿Nos vemos mañana?
- Hey espera, tu tenias una sorpresa para decirme.
- Se me había olvidado por completo. Okey te lo voy a contar. Resulta que con Mike estamos tratando de que Vale vuelva con él, entonces yo pensé que podríamos ir de vacaciones a Cancún para que ellos se reconcilien. Y de paso...- Me acerca a él - ....Nos pegamos una escapada. ¿Qué te parece?
- Una excelente idea, aunque no creo que Vale quiera ir si va Mike.
- Ya se, pero de convencerla te vas a encargar vos.
- Gracias por preguntar - Sonrió - Ahora si, ya me voy.
- Nos vemos entonces, yo te mando un mensaje - Me acerque y le di un besito.
Después con Santiago nos fuimos para la casa, algo le pasaba, no me hablo en todo el camino. De seguro era el cansancio.
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Aquí estoy []Ruggarol[]
Fanfiction¿Por qué no me miras? ¿Acaso soy invisible para ti? Eso se repite una y otra vez en la cabeza de Ruggero Pasquarelli