KAROL
Gracias a la ayuda de Ruggero pude hacer el examen sin muchas complicaciones, el no entro más a la clase y de alguna u otra forma tenía que agradecerle así que apenas tocó el timbre salí a buscarlo, pero no lo encontré por ningún lado.
Esa noche tenía una "Cita" si es que se le puede llamar así, la cosa es que tenía una cita con Iván. El era un chico fabuloso, me hacia reír mucho y no voy a negar que si me gustaba bastante compartir tiempo con el.
No soy estúpida y me daba cuenta que el quería otra cosa conmigo, pero no me sentía del todo preparada para comenzar una nueva relación con alguien, aún me seguían pasando fuertes cosas con Ruggero y no tenía ganas de lastimar a nadie por mis dudas.
A la hora prevista el paso por mi a mi casa, llevaba una ropa muy elegante que le quedaba muy bien. En el camino hacia el lugar nos pusimos hablar de muchas pavadas sin sentido, el tiempo se me pasaba muy rápido cuando estaba con el. Después de algunos minutos llegamos, el tenía reservación y nos había tocado la mesa con una vista hermosa, abrió mi silla y me invitó a sentarme.
- No tuve la oportunidad de decirte que te ves muy linda - Me sonroje un poco y Asenti en forma de agradecimiento - No tendrías porque avergonzarte de la verdad, aparte no creo ser el primer chico en decirte un halago.
- No eres el primero, pero siempre me da mucha vergüenza cuando alguien me dice algo así - Sonrió, tenía una de las sonrisas más hermosas que podrían existir - ¿Que haces parado? Sentate.
- Nop señorita - Ese "Señorita" me hizo acordar a Ruggero, el siempre que me decía algo lo utilizaba - Karol - Volví a la realidad - Te quedaste tildada.
- Estaba pensando en tonterías, ¿Que me decías? - Pregunté.
- Que estoy parado porque quiero que el mesero nos atienda rápido y no viene más - Asenti - Ya me cansé así que me siento - Sonreí ante su comentario.
Después de varios minutos llego el mesero a nuestra mesa.
- Hola buenas noche ¿Que van a desear? - Dijo muy amable el hombre.
- Yo sólo quiero una ensalada mixta con pollo - Asintió y anotó todo.
- A mi traeme unos filetes a la crema por favor - Dijo Iván - y de beber...- Me miró - Traeme un vino, el mejor que tengas.
- Esta bien, en un momento traerán su comida - Dijo el mozo para luego irse.
- Espero que te guste el vino - Asenti - Igualmente sólo es para brindar así que no te preocupes.
La cena no tardó en llegar y entre charla y charla las horas pasaron muy rápido. Después del postre todas las personas comenzaron a bailar la música lenta que colocaba el lugar.
Iván me estrechó su mano, obvio acepté y comencé a bailar con el. Sus manos se colocaron en mí cintura y las mías en sus hombros, sonreía al verme o me hacia gestos con los ojos.
- Sos hermosa Y me...- En ese momento lo interrumpi.
- No Iván, yo me doy cuenta lo que te pasa conmigo - Asintió con una sonrisa - Pero yo no quiero jugar con vos ni con nadie, sos un chico maravilloso y Estoy segura que muchas chicas mueren por vos, pero yo no soy una de esas chicas.
- Yo estoy seguro que te puedo hacer cambiar de opinión - Subio sus manos hasta mi cara y tomo de mis mejillas - Se que te siguen pasando cosas con Ruggero - Quise hablar pero el no me dejo - Y no intentes negarlo, porque yo me doy cuenta Como se te van los ojos cuando el pasa por delante - Hizo una pausa - Pero yo se que puedo cambiar lo que vos sentís por el, no toda la vida lo vas amar.
- No quiero que intentemos algo porque se que no va a funcionar, yo no te puedo asegurar que me voy a olvidar de Ruggero....
Me miró a los ojos y me sonrió, fue acercando lentamente sus labios a los míos, hasta que por fin se chocaron. Le correspondi aquel beso, quería sentir algo, me obligaba a mi misma a olvidarme de Ruggero, pero sencillamente no podía.
- Dame sólo una oportunidad, una sola para demostrarte que si podes llegar a quererme - Negué - No te niegues a enamorarte otra vez.
- No lo entendes - hice una pausa - Te juro que si tuviera la posibilidad de olvidarme de Ruggero lo haría sin pensarlo, pero no puedo.
Camine hacia mí silla y tome todas mis cosas.
- Déjame llevarte a tu casa - Negué - Karol no quiero que te pase nada y ya es muy tarde.
- No te preocupes porque me voy a tomar un remis - Me acerqué y le Di un beso en la mejilla - Sos increible y de verdad no quiero perder tu amistad, espero que esto no cambie las cosas.
- Obvio que no, porque así como yo no puedo cambiar lo que siento por vos...- Hizo una pausa - Vos no podes cambiar lo que sentis por Ruggero, no te quedes con un "Podría haber sido" sólo hace lo que sientas en este momento.
- Gracias - Lo abrace - De verdad mucha gracias.
Iván tenía razón, tenía que hacer lo que realmente quería hacer en ese preciso momento.
El taxi llegó rápidamente al lugar, no le Di mi dirección ni tampoco la de Vale, quería verlo a el y eso es lo que iba a hacer. La nieve cubría toda esa noche, hacia un frío horrendo y mis piernas desnudas lo sabían, en ese momento me arrepentí de traer un vestido tan corto.
Baje de aquel remis, estaba decidida a entrar al departamentos para ir a buscarlo, pero no pude. No pude al ver lo que estaba viendo, mis ojos lloraban y sentía que me estaba destruyendo por dentro, quería gritar pero de que serviría, si el estaba en brazos de ella, en aquella ventana puede ver como el la besaba.
El se había olvidado de mí, como pude ser tan estúpida en pensar que el me seguía queriendo.
Volví a subir al remis, ahora si le había dado la dirección correcta.
(...)
RUGGERO
Esa noche Aien había caído en mí casa con un par de cervezas, yo estaba muy confundido por tema de mi papá y no tenía ganas de beber ni de hacer nada con ella.
Pero ella estaba decidida a que hagamos lo que ella quería hacer.
- ¿Que pasa Ruggero? - Dijo después de separarse de mí - Hoy estas super frío conmigo ¿Qué te pasa?
- Ya te dije que no te ganas de hacer nada, aparte mañana me tengo que levantar temprano - Volvió a acercarse y está vez me beso - Para Aien, ya está - La separe de mi - Estamos en la ventana y toda la gente nos está viendo.
- ¿Y cuál es el problema? - Se cruzó de brazos y me miró enojada - ¿No te gustó más o que? Antes andabas detrás de mi como un perrito faldero y ahora me rechazas.
- Podes entender que hoy no estoy de ánimo - Me da mucha bronca que no me entendiera - De verdad quiero estar sólo, así que no quiero ser grosero pero lo mejor es que te vayas.
- ¿Me estas echando?
- Tomalo como quieras - Agarre las bebidas y se las Di - Aparte me molesta que no entiendas que estoy mal.
- Por favor Ruggero, no seas tan exagerado por dios - Decía como si todo le importará una mierda - Ya te dije que yo no soy tu mamá, sólo soy la chica con la que pasas el rato y viceversa.
- Ahora es que entiendo que deje ir una mujer increible solo por querer estar con vos - Aien comenzó a reírse fuerte - ¿De qué te ríes?
- De lo cursi y patético que sos - Se colocó su campera Y guardo todas sus cervezas - Mejor me voy con alguien que quiera pasarla bien, vos ya me aburriste.
- Hace lo que quieras, no me importa lo que hagas - Asintió y después se fue cerrando muy fuerte la puerta.
Quise llamar a Karol, pero ella no respondió ninguna de mis llamadas.
Tenía un nuevo objetivo, y ese objetivo que recuperarla a ella.
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Aquí estoy []Ruggarol[]
Fanfiction¿Por qué no me miras? ¿Acaso soy invisible para ti? Eso se repite una y otra vez en la cabeza de Ruggero Pasquarelli