RUGGERO
Me encontraba ahí parado, a segundos de dar un paso muy importante en mi vida. No sabía si tocar o no el timbre de aquella inmensa casa, me temblaba todo y los nervios me ponían en duda.
Pase saliva y me adelante a tocar ese timbre, sono, el corazón me latía fuerte. A los segundos alguien abre la puerta, por su uniforme pude darme cuenta que seguro era la chica que trabajaba en la casa.
- ¡SEÑOR CREO QUE YA LLEGO! - Gritó emocionada sin sacarme la vista de encima.
- ¡CHICOS VENGAN! Ya llegó su hermano - Escuche la voz de mi "Papá".
- Adelante joven Ruggero, lo están esperando - Dijo la chica, se veía simpática.
Di el primer paso y entre hasta dentro, la casa era realmente grande, nada que ver con mi pequeño departamento. Miraba para todos lados, esto era algo nuevo para mí, algo que me daba mucho miedo pero que en el fondo me daba felicidad. Mi mamá hubiera querido que yo conociera a mi papá y que me involucre con el, ella estaría feliz de donde me estuviera mirando.
Sentí varios pasos bajar la escalera rápidamente, mire hacia mí costado con cierto temor. Un niño pequeño de pelito marrón con rulos, piel clara y ojitos marrones estaba parado en el último escalón, me sonrió e hice lo mismo.
- Viniste - Dijo con la voz clarita y dulce - ¡RUGGERO!
Después de esas dos palabras se hecho a corres hasta mí, sus brazos rodearon mis caderas. Yo no sabia que hacer, pero sentía una sensación increible que no podía comparar con nada.
Lo mire a los ojos y le volví a sonreír, me agache y lo abrace fuerte, sus brazos no lograban abrazarme por completo pero los mios si.
- Thiago - Dije casi apuntó de llorar - ¿Como estas?
- Ahora que te veo estoy muy feliz - Sonrió y volvió a abrazarme. - Pensé que no vendrías - Me Di cuenta que su vista se dirigió a otro lado - ¡MIRA MAMÁ AHORA TENGO UN HERMANO VARÓN! - Gritó emocionado.
- No sabes el gusto que me da que hayas venido - Dijo Mi papá - Por un momento creí que no lo harías.
- Tuve dudas, pero como vez al final vine - Me paré y me acerqué a saludar - Hola, soy Ruggero Pasquarelli - Le dije a la mujer que se encontraba al lado de mi padre.
- Un gusto Ruggero, hace mucho que te queríamos conocer - Dijo con una sonrisa, la señora se veía muy buena onda - Yo soy la esposa de tu papá, me llamo Daniela - Asenti - Saluden hijas - Les indicó a las niñas que estaban detrás de ella.
- Hola me llamo Milagros...- Se acerco y me dio un pequeño abrazo - Pero me puedes decir Mili.
- Y yo soy Angela - Esta lo dijo con muy mala gana - Pero todos me dicen Angi.
- ¿Ustedes son las mellizas, no? - Asistieron al mismo tiempo - Me da gusto conocerlas.
- Pero pasemos a la mesa - Dijo Daniela - Aparte ya van a traer el pastel.
- ¿Acaso no hay fiesta? - Thiago negó.
- No, yo no quería una fiesta, quería conocerte a vos - Sonreí, ese niño me causaba mucha ternura.
Estuve toda la tarde con ellos, la verdad que no voy a negar que son agradables y que me sentí como en familia. Thiago me sorprendía cada vez más, el me hablaba como si me conociera de toda una vida, en cambio a las niñas le costaba un poco hablarme. Mi papá trataba de buscarme charla al igual que Daniela, pero digamos que no hable mucho con el, todavia no sentía con la confianza para hacerlo.
(...)
Había sonado el timbre para indicar que teníamos que ir a tomar el desayuno al comedor, todos salieron rápido para agarrar los mejores lugares, antes tenía la costumbre de salir rápido pero desde que deje de hablarme con Aien prefería quedarme en el curso, ella había pedido que la cambien de lugar así que otra vez me tocaba sentarme sólo.
Levanté mi cabeza y me Di cuenta que la única persona que quedaba era Karol, al parecer estaba levantado unos papeles que se le habían caído al suelo. Me levanté de mi silla y camine hasta la de ella.
- ¿Te ayudo? - Levantó la vista y negó - Una ayuda no le hace mal a nadie - Me agache y tome algunos papeles.
- Te dije que no es necesario ¿Sos sordo o qué? - Dijo muy molesta, en ese momento no entendí su actitud repentina.
- Para Karol, sólo quería ayudarte ¿Qué tiene de malo eso? - Me miró pero no me dijo nada - ¿Te pasa algo?
- Vos me pasas, me pasa que quiero que me dejes en paz, que no me hables, que no me busques pero lo seguís haciendo - Se paró y se puso en frente mío - Entende que no quiero nada más con vos.
- No necesitas decírmelo cada vez que me acerco - Le dije - ¿O acaso sólo lo decís para creertelo un poco? - Me acerqué un poco a ella - Me lo podrás decir mil veces, pero hasta que vos realmente sientas eso que me acabas de decir, yo recién ahí te voy a dejar de buscar, te lo prometo.
- Si vos no me querés creer ese ya no es mi problema - Se quiso ir pero la detuve - Déjame Ruggero ¿Qué querés?
- Que entiendas de una vez por todas que a los dos nos pasa absolutamente lo mismo - Acomode el mechón que cubría su cara - Que vos me amas tanto como yo - Me acerqué Pero ella está vez no retrocedió - Lo ves, no te vas a ir y es porque no querés irte - Hice una pausa - Y en este preciso momento vos querés lo mismo que yo.
- Que cursi - Solté una sonrisa y ella hizo lo mismo...
Acerqué mi rostro hasta el de ella, por un momento pensé que se alejaría o que me pegaría un cachetazo, pero no lo hizo, tan sólo dejo que pasará.
Mis labios se juntaron con los de ella, esa sensación maravillosa volvió a mí, esto era lo que me faltaba, lo que nos faltaba a los dos.
Las manos de Karol recorrieron mi espalda para posicionarse en mí nuca, mientras que mis brazos la tenían sujeta contra mi cuerpo.
Sólo éramos dos personas que se amaban, nada más ocupaba ese espacio que nos rodeaba, ella me completaba como nadie en este mundo podía hacerlo.
Sus labios se deslizaban sobre los míos ferozmente, ninguno de los dos nos queríamos despegar, yo quería seguir sintiendo ese sabor dulce que tanto me gustaba, quería seguir sintiendo como sus suaves labios se devoraban a los míos por completo...
- No Ruggero - Se separó de golpe - No me vuelvas a besar ¿Okey? - Dijo muy enojada.
- Karol no te sigas negando esto que sentimos los dos - Hice una pausa - ¿No te diste cuenta recién lo que nos pasa cuando estamos juntos?
- Sólo fue un beso como cualquier otro, fue el momento - En ese momento sonó el timbre - No quiero volver a sufrir por tu culpa, porque hoy venís y me besas pero después te vas con cualquier otra y haces absolutamente lo mismo, ya me olvidé de vos, tendrías que hacer lo mismo.
- Pero Karol...- Todas las personas comenzaron a entrar al salón - Vos y yo vamos a seguir está charla - Me apoye sobre su mesa - Porque lo que pasó recién, el beso que nos dimos yo se que es igual de importante para mi que para ti.
La mire por el resto de la clase, pero ella trataba de esquivarme todo el tiempo. Lo peor es que yo no paraba de pensar en el beso que nos habíamos dado...
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Aquí estoy []Ruggarol[]
Fanfiction¿Por qué no me miras? ¿Acaso soy invisible para ti? Eso se repite una y otra vez en la cabeza de Ruggero Pasquarelli