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Aquí Estoy-Capítulo 42

RUGGERO

Desde ese día no crucé más palabra con Karol, pasaron varias semanas y la única forma en la que la podía ver era en la Universidad. Para colmo cada día estaba más cerca del tarado de Iván, incluso últimamente la iba a buscar seguido a la universidad.

Con Aien todo seguía igual, no éramos pareja pero lo parecíamos porque andábamos para todos lados juntos y de vez en cuando teníamos nuestros arranques de "Novios", pero ella siempre me decía que no era propiedad de nadie, igual a mi no me causaba celos verla con otra persona, en cambio cada vez veía a Karol hablar con Iván me ponía de muy mal humor.

El yeso me lo habían sacado así que había regresado a vivir a mi departamento, en resumen mis días eran más que pura mierda.

Me levanté muy temprano porque tenía que ir a la universidad, mire por la ventana y me di cuenta que a la noche había nevado porque todo estaba cubierto.

Mi timbre sonó  varias veces así que rápidamente fui a la puerta para abrir...

- Tu otra vez - Dije al verlo parado - Creí haberte dejado muy claro que no quería saber nada de ti.

- Ruggero, no tienes a nadie más a que a Mi - Decía el muy cínico - Soy tu papá y eso no lo vas a poder cambiar por más que no me quieras ver.

- Lo se, pero créeme que me gustaría no verte nunca más - Bajo la cabeza y quedó cabizbajo.

¿Qué me pasaba? Por primera vez en mí vida sentía lástima por ese tipo.

- Se que me equivoque...- Me miró a los ojos - Fui un cobarde que no aceptó las consecuencias de sus actos, pero soy un ser humano ¿Acaso tu nunca hiciste algo de lo que ahora te arrepientes?

- Obvio que hecho cosas que me gustaría cambiar...- Dije con un nudo en la garganta - Pero jamás abandonaría a mi hijo, al contrario, haría lo imposible por mantenerlo a mi lado.

- Sólo te pido una oportunidad Ruggero...- Quiso acercarse pero mi mano lo detuvo - ¿Ni siquiera quieres conocer a tus hermanos?

- ¿Hermanos? - Sorpresa, resulta que ahora tengo hermanos - Ellos ya saben de ti Y Thiago, el más pequeño quiere conocerte - No voy a negar que en ese momento me dio un poco de curiosidad - El tiene 4 años Y mañana cumple 5, y de regalo me pidió conocerte...- Hizo una pausa - ¿Cómo le explicó que tu no quieres ir a su cumple?

- ¿Por qué le hablaste de mi? Si ni siquiera sabías si yo quería conocerlo - Negué con la cabeza - Seguís haciendo todo mal.

- Ellos tienen derecho a saber que tienen un hermano mayor, ya no quiero seguir mintiendo - Sentía muchas dudas, tampoco quería romperle la ilusión a un nene pequeño - También tienes dos hermanos más, Mili de 13 Y Angi también  de 13, son mellizas.

- ¿En donde es el cumpleaños? - Sacó una invitación de su traje y me la dio - Acá están los datos, espero verte por allá.

- Lo voy a pensar y si voy no es por ti, aunque no conozca al pequeño, es mi hermano y no quiero que sufra - Se acerco y me abrazo, no lo aleje pero tampoco le correspondía el abrazo.

- Gracias hijo - Asenti y después el se fue.

No sabía si ir o no, no conocía a Thiago pero tenía el presentimiento que sufriría si yo no iba, no podía hacerle daño a un niño de 5 años. Pero después me venía la duda, iba a tener que relacionarme con una familia que yo no conocía y como todo ser humano, me daba miedo lo nuevo.

(...)

KAROL

Estaba jodidamente difícil la prueba de de ciudadanía, la noche anterior había salido con Vale y no había estudiado nada. Miraba hacia a mi alrededor como si en el aire estuvieran las respuestas, algo tenía que hacer.

- Profesora me siento muy mal - Fingi que tenía ganas de vomitar - ¿Puedo ir al baño? Estoy muy descompuesta.

- Esta bien Sevilla, pero vuelva rápido o si no vaya a enfermería - Asenti y salí de ese curso.

Mi plan era ir hasta el patio para engancharme al Wifi de ahí, pero camino hacia allá algo me detuvo. Escuche que alguien golpeaba su casillero, no era de mi incumbencia pero me llamaba la atención ir a ver que pasaba.

Cambie mi camino y me dirigí hasta los casilleros. Me sorprendió lo que vi ¿Qué hacia Ruggero golpeando los casilleros?, no sabia si irme o correr a preguntarle, finalmente opte por la última.

- ¿Te pasa algo? - Se espanto al verme - No pensé que te fuera a asustar, perdón.

- ¿Y a vos desde cuando te importa lo que pasa conmigo? - Dijo, al parecer estaba de mal humor.

- No quiero discutir así que mejor me voy - Quise irme, pero su mano me detuvo.

- No para, perdón si te trate así pero hoy no es un buen día - No voy a negar que si se le veía triste - En realidad ningún día es bueno últimamente.

- ¿Tienes algún problema? - Me soltó y después se sentó en la banca que se encontraba ahí.

- No se que hacer...- En ese momento comenzó a llorar - Mi papá volvió a aparecer y resulta que ahora tengo hermanos - Decía mientras sus ojos despedían lágrimas - Mañana es el cumpleaños de uno de ellos, si no voy me voy a sentir una mierda - Hizo una pausa - Pero si voy es como volver abrir una herida que yo creía cerrada.

- ¿Tenes miedo? - Pregunté, no tardó mucho en asintir - Hace lo que a vos te parezca correcto.

- Tu más que nadie sabes que aveces lo que yo creo que correcto no lo es - Asenti - Perdón si te jodo contándote esto.

- No obvio que no, además yo te pregunte - Bajo la cabeza y lloro más fuerte - ¿Te acordas que cuando éramos...mejores amigo había una medicina que teníamos para sentirnos mejor?

- Como me voy a olvidar de eso...

- Yo creo que tu ahora lo necesitas.

Me acerqué hasta el y lo abrace fuerte, incluso varias lágrimas se me salieron al escuchar como estaba. Lo tenía acurrucado en mí pecho, sentía que el corazón se me iba a salir en ese preciso momento.

- ¿Por qué sigues siendo tan buena conmigo? - Pregunto, no supe que responder - Fui tan estúpido con vos, pero tu sigues acá y aunque lo niegues te seguís preocupando por mi - Sus manos se posicionaron sobre mis mejillas - Sos el ser más maravilloso que conozco.

- Tampoco es para tanto, sólo te vi mal y quise hacer algo para que ya no lo estés tanto - Sonrió y asintió - Ahora me tengo que ir porque si no voy a desaprobar el examen, por cierto ¿Que haces acá afuera?

- Yo ya termine De hacerlo, yo no salgo de fiesta y no estudio señorita - Apretó mi nariz - A Esteban le Di el papel con las respuestas, dile que te lo de - Asenti con una sonrisa - Y gracias otra vez.

- No hay problema - Se acerco y me dio un beso en la mejilla.

- Ahora anda y hace ese trabajo - Le sonreí y me fui.

¿Por qué no me puedo olvidar de vos?
Me dije a mi misma.