[NARRADORA]
—Chim chim no hagas trampa, cierra bien los ojos.—dijo el adolescente tomándolo de la mano.
—Bien, bien.
Cuando llegaron, el chico le susurró en el oído que abriera los ojos, el menor asintió y los abrió llevándose una sorpresa. Había un delicioso pastel de chocolate con fresas encima, regalos por los lados, un ramo de rosas rojas con un olor agradable.
Jimin no pudo evitar derramar unas cuantas lágrimas, voltea para ver a su amigo y se lleva otra sorpresa y la mejor, el chico llevaba un letrero donde le preguntaba "¿QUIERES SER MI NOVIO?"
Rápidamente corrió a sus brazos y aceptó, se sintió la persona más feliz del mundo. Estaba con la persona que amaba y nunca pensó que él sentía lo mismo, sin duda tenía la mejor suerte.
Pasaron muchos momentos felices, salían juntos a cualquier lugar, noches de desvelo por hablar por teléfono, canciones que su novio le componía y cantaba, abrazos y besos que hacían sentir a Jimin protegido.
Una noche festejaron sus dos años de relación y el regalo llego a otro nivel, se entregarían el uno con el otro por primera vez. Todo fue tan dulce, como un rico pastel de fresas de esos que Jimin siempre pedía, sin duda no podía cambiarlo por nada, lo amaba demasiado.
Hasta que llegó ese día...
Jimin era un mar de lágrimas, abrazaba a su novio con mucha fuerza, no quería que se fuera y lo dejara solo.
—No sabes cuanto quisiera que esto no pasara.—dijo el chico.
—No lo hagas, vamos yo convenceré a tu madre, no tienes porqué irte.
—Lo siento tanto Chim Chim.—dijo abrazándolo y llorando junto a él.
Y así fue, el chico se marchó dejando solo al pobre Jimin, lo único que lo mantenía feliz, es que le prometió que le llamaría y estaría en contacto. Pero Jimin siempre esperó esa llamada y nunca llegó, él le marcaba pero nunca contestaba. Se sentía muy triste, pasaron meses y aún tenía esperanzas en él, pero se le fueron cuando vio que había publicado en Instagram una foto agarrado de la mano de otra persona.
En ese momento Jimin no quería existir, se sentía muy infeliz y traicionado, como ya no quiso torturarse más, borró la aplicación y ya no volvió a saber de él. Lo dejó en el pasado, fue doloroso no iba a mentir, sintió muy feo poder olvidarlo, ya que todo le recordaba él. Con lo único que se quedó, fue con la guitarra de él, donde le cantaba las canciones que él le componía y una que fue muy especial para él.
Siguió adelante, terminó sus estudios en la Preparatoria y se preparó para la Universidad. Supo de una muy buena en Seúl, así que se independizó, claro sus padres aceptaron, mientras su hijo sea feliz con lo que va a estudiar.
Y así fue como llegó para iniciar una nueva vida y dejar atrás todo lo malo del pasado.
[JIMIN]
Llego a mi casa por fin, ya quiero descansar mis piernas de tanto caminar. Me pienso meter a bañar para después leer un nuevo libro que me compré, pero cuando apenas lo iba a tomar, tocan mi puerta. Abro y era un chico muy lindo, alto y de buenas facciones en su rostro.
—Hola, buenas noches, disculpa perdón por molestar, pero ¿De casualidad sabes preparar esta receta?—Me da una receta, al parecer quiere hacer algo muy difícil, pero se ve buena gente, lo ayudaré.
—Si, claro.—digo sonriendo.
Entro a su casa y empezamos a trabajar en la receta.
—¡Wow!, así que tú eres Jimin, perdón si no me acordaba de ti.
—No te preocupes, yo tampoco te conocía y eres mi compañero.
—Sabes porqué no nos conocíamos, son nuestras personalidades.
—Si, bueno tú eres popular Jin, todos hablan de ti.
—Y tú eres muy callado en clase, no hablas con nadie.
Empezamos a platicar más y más, nos conocimos mejor, me di cuenta de que Seokjin es muy buena gente, sólo que su personalidad en el Instituto es muy, pero muy diferente, hasta nos hicimos amigos, creo que es el segundo que hago, él y Taehyung.
—Acabamos.—dice chocando la mano conmigo.
—Bueno, tengo que irme.
—No, tú te quedas a comer, es un agradecimiento por ayudarme.
Me insistió mucho, hasta que acepté, lo ayudé a lavar los platos, para hacer tiempo a que llegaran sus amigos, espero y sus amigos sean iguales a él. Pero pensé mal, ya que por la puerta entró Namjoon y su amigo, no me acordaba que esta es la casa de ese tipo.
Él me mira mal, pero que mejor que hacerlo enojar, ayudo a Jin a poner los platos y llevar el guiso para que todos podamos comer.
—Oye, pero si tú eres el que trabaja con Namjoon.—dice el tal Yoongi, yo sólo asentí.
—Vaya, estamos muy conectados.—dice Jin.
En toda la cena me la pasé mirando a Namjoon con cara de victoria por comer junto a sus amigos y que Jin me daba más comida a mí. Al final ayudé a levantar los platos y me retiré sin antes agradecerle a Jin por la comida.
Salgo de la casa y me quedo en el corredor mirando un punto fijo, tenía mucho que no sentía ese sentimiento de amistad y eso me alegraba. Tenía paz en mi interior, pero sólo duro unos cuantos segundos cuando veo a Namjoon salir de su casa.
—Oye.—me dice.
—¿Si?
—El gerente me dijo que no trabajaremos este fin de semana.
—Gracias por avisarme.
Nos quedamos mirando por unos segundos, me sentía incómodo, él es muy alto y me siento muy chiquito.
—Deberías crecer, ¿No te hicieron los danoninos?—pregunta burlón.
Rio sarcásticamente.—Muy gracioso, Adiós.
—Adiós.
Namjoon en ratos me hace sentir muy extraño. ¿Es normal?
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𝑨 𝑩𝑬𝑨𝑻 𝑰𝑵𝑺𝑰𝑫𝑬 𝑴𝑬┃𝙉𝘼𝙈𝙈𝙄𝙉᠀ᤳꦿ 「EN EDICIÓN」
Fanfiction[EN EDICIÓN] ᪥ Namjoon se dedica hacerle la vida imposible a los demás, pero la llegada de un estudiante nuevo le cambiara los papeles y ¿La vida?