—Que bien dormí.—me estiro, miro hacia todos lados, noto que esta no es mi habitación.—¿Dónde estoy?—me levanto y camino directo a la puerta.—Mmm, huele delicioso.—me doy cuenta de que es la casa de Namjoon, ya reconocí esta parte de la casa.
Está Namjoon preparando el desayuno, se ve muy bien en la cocina. Se percata de lo que lo estoy viendo, me mira con una sonrisa, se la devuelvo y me voy a sentar al comedor, del sartén paso los huevos estrellados al plato, al igual que un trozo de tocino.
—Huele bien.—le digo, se acerca y me deja el plato en la mesa.
—Gracias.—me dice y se sienta.
Terminé el desayuno, la verdad si sabía bien, le di las gracias por la comida y también por haberme dejado dormir en su casa, salí y me fui directa a la mía.
[NARRADORA]
Namjoon, Jimin, Taehyung y Jungkook, trabajan a toda velocidad, llegó mucha gente en un dos por tres, se hacían de dos filas, más aparte la gente que estaba en las mesas esperando.
—¿Qué desea ordenar?—pregunta Jimin en el mostrador.
—¡Nam!, tres cafés y una caja de donas.—grita Tae, Jungkook estaba limpiando las mesas que se desocupaban, también ayudaba a tomar las órdenes, así estuvieron por cuatro horas, terminaron todos cansados.
Los tres chicos asintieron, ya por último Tae y Jimin se dedicaron a limpiar las mesas y trapear, mientras que Nam se puso con el gerente a contar las ganancias, estaban por cerrar cuando entra Yoongi.
—Amor.—dice Jungkook feliz, corre hacia su novio para abrazarlo.
—Hola hermoso.—le corresponde el abrazo y besa su frente.
Tae y Jimin se quedaron con la boca abierta, Nam sólo no les prestó atención. Caminan agarrados de la mano, Jungkook sienta a Yoongi para prepararle el café que tanto le gusta.
—Hola hermoso.—dice Nam imitándolo con voz graciosa.
—Cállate.—le da un leve golpe en el brazo.—suspira.—Sólo míralo, es hermoso.—dice observando al gerente con cara de enamorado.
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—Uy si, demasiado.—dice Nam sarcásticamente.
—Es porque no te gusta, cuando te enamores entenderás.
—No creo que pase otra vez.—dice agüitado.
—¿Aún sigues pensado en él?—pregunta Yoongi.
—Algo así, es sólo que Jimin me lo recuerda mucho.
Yoongi voltea a ver a Jimin, cuando vuelve a su posición normal, se encuentra con la cara de su novio.
—¿A quién miras mi amor? Ten toma tu café.—dice agarrándolo de sus cachetes, para que lo mirara. Nam rie en sus adentros, su amigo se veía muy gracioso cuando se ponía sumiso y cursi con su novio.
Los deja solos para que tengan más privacidad, se va a cambiar para irse a su casa, tenía mucho sueño. Tae y Jimin hicieron lo mismo y se fueron a cambiar, se despidieron del gerente que se encontraba abrazando a su novio dormido, mientras le hacía piojito.
—Namjoon, Yoongi no llegará a dormir, lo llevaré a mi casa.—el mayor asiente y sale junto a los demás.
—Adiós Jimin.—se despide Tae corriendo, ya que su autobús lo dejaba.
—Es verdad, él se encierra y cuando duerme nada lo despierta, ¡¿Por qué no me dejó abierto?!
—Tranquilo, puedes quedarte en mi casa, te debo lo de la otra noche.
—¿En serio?
Jimin asiente, se da la vuelta y abre su puerta.—Pasa, estas en tu casa.—entraron los dos juntos, Jimin se va directo a buscar ropa para bañarse.—Puedes usar mi ropa para que te puedas bañar, ven a mi cuarto.—escogió la ropa perfecta para Nam, no le quedaba tan grande como a él, más bien le quedaba perfecta.
Primero se bañó Jimin, poco después Nam, ya los dos frescos se dirigieron a la cocina para prepararse algo de comer. Se hicieron unos sándwich acompañados de jugo de naranja, se fueron a la sala para cenar y ver una serie que le encanta a Jimin. Cuando acabaron, el menor se va a lavar los platos y vasos que ocuparon.
—Jimin.
—¿Si?—pregunta desde la cocina.
—Tu casa es muy linda.
—Gracias, y eso que no he recogido hace como tres días.
Nam camina hacia la cocina para ver que tanto hacía Jimin, llega detrás de él y provoca que el menor pegue un brinco, incluso le puso la piel de gallina.
—Me espantaste.—dice haciendo puchero, Nam sólo ríe.
Después de terminar de cepillar sus dientes y acomodarse en la gran cama de Jimin, los dos se quedaron viendo el techo.
—Así que, el gerente y tu amigo son novios.—dice Jimin.
—Si, aún no lo puedo asimilar.
—Se ven bien juntos.—suspira.
—Si, lo sé, yo tenía una relación como ellos, sólo que... rayos.—Nam tapa su cara con sus manos, Jimin lo voltea a ver.
—Si no quieres hablar de eso, está bien.—acaricia con su mano el cabello del mayor, Nam se voltea para verlo y los dos quedan cara a cara. Jimin le sonríe con tanta sinceridad, que sus ojitos se hicieron dos líneas, el mayor se sonroja.
