10. Decisiones del Gobierno

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- ¿Qué te parece? ¿Es así como te lo imaginabas? ¿O quizás te lo esperabas más impresionante?
- No, no, es genial -digo, todavía hipnotizada, observando todo a mi alrededor.
Chad ríe, mirándome. Me toma la mano y empieza a correr, por lo que yo tengo que hacer lo mismo también.
- Ven, tenemos que ir a mi camerino. Luego me van a maquillar y a vestir y luego podrás ver como rodamos una escena.

Llegamos al camerino después de correr un rato. Es una especie de enorme caravana, entre otras tantas, que supongo que son los camerinos de los otros actores.
- Aquí tengo que coger mis cosas, ahora iremos a que me maquillen y me preparen para la escena y finalmente podremos ir a rodar.
Chad abre la puerta y me invita a entrar, y él lo hace también.
- Wow... -miro a mi alrededor-. Parece mucho más grande por dentro que por fuera.
- Sí, esa es la parte buena. Puedes mirar un poco, tengo que buscar un par de cosas, enseguida estoy -dice, y desaparece tras una pared que separa el pasillo de la entrada de alguna otra sala.
Observo el sitio. Hay un sofá y un escritorio con un gran espejo frente la silla en la sala que da a la derecha de la puerta. Me dirijo a la de la izquierda, que es por donde se ha ido Chad y lo veo buscando algo en un gran armario que hay en la pared. También hay una nevera y una pequeña encimera.
- Aquí está -dice sacando un montón de papeles-. Vale, ya está -toma una chaqueta del armario y cierra la puerta.
- ¿Una chaqueta? ¿No hace mucho calor?
- Sí, pero donde vamos a rodar hoy hace bastante frío porque tienen que mantener la temperatura baja para que no se estropeen las cosas, y he visto que no has traído nada para ponerte encima, así que he pensado que pasarías frío si no te daba una chaqueta. Ten -me tiende la chaqueta, sonriente.
- Oh, gracias -la tomo.
- Vamos -abre la puerta y ambos salimos.

- Y aquí es donde sucede la magia. De ser Chad, un actor, paso a ser Kyle, el personaje que tiene una vida bastante intensa.
- ¿La magia no es la edición?
- Bueno... Sí, pero esto también. En la creación de una película, todo es magia -yo río con su explicación y entramos para que puedan maquillarle.
- Oh, es aún más guapa en persona -dice una mujer de mediana edad que se nos acerca en cuanto entramos y me pellizca los mofletes-. ¿Ya estás aquí, Chad? Sabes que vamos con retraso, date prisa -la mujer lo mira y le hace signos con las manos para que se dé prisa.
- Sí, madame -contesta él, sentándose en un taburete.
- No seas maleducado -dice la mujer, y le tira de las orejas.
Chad se queja y se masajea las orejas cuando ella las suelta.
- Ven, cariño, siéntate en ese sofá mientras yo arreglo a este niño mal educado.
Yo le hago caso a la mujer y los observo mientras ella corre de un lado para otro, parándose, de vez en cuando, frente a Chad, a compararlo con algunos potes de maquillaje que le acerca a la cara. Finalmente se decide y empieza a ponerle todo tipo de productos en la piel. También un hombre, este más joven, se le acerca y empieza a tocarle el pelo, colocándoselo de distintas formas, como probando cuál le queda mejor.
Aprovecho para observar alrededor. Hay otra persona que también está siendo maquillada, pero como la maquilladora está entre nosotros, no llego a verle la cara. Observo como la gente se mueve por el lugar, con prisas, todos sumergidos en sus cosas, tratando de poder hacerlas.
Después de una hora, parece que terminan con Chad y este se levanta y se acerca a mí.
- ¿Te gusta el resultado? -me pregunta, sonriente.
Yo lo observo. De hecho, está muy guapo, pero como ya es guapo de por sí, no creo que sea realmente necesario tanto maquillaje.
- Me gusta más cuando no llevas maquillaje -le contesto yo.
- Oh... Gracias -parece que se avergüenza y baja la cabeza, pero veo como le aparece una sonrisa en los labios-. Bueno, ahora tengo que ir a que me cambien de ropa y me vistan con lo que tenemos que gravar, así que si puedes esperar aquí un ratito más, enseguida estoy.
- Vale, no te preocupes.
- Sé que has venido para poder ver cosas y eso, siento que tengas que esperar tanto...
- Está bien. Así veo realmente como es el proceso.
Chad se aleja y desaparece tras una puerta de madera. Después de casi media hora la puerta se vuelve a abrir i sale con otra ropa, imitando las ropas que utilizaban los hombres en el siglo XIII. Me quedo mirándolo. Es increíble, hasta esto le queda bien.
- ¿Qué te parece?
- Que bonito.
- Pues espera a ver los vestidos de mujer. Esos sí que son impresionantes -ríe-. Ven, vamos.

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