Capítulo 7: Pensamientos

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Seguí llorando unos minutos más hasta que escuche un ruido proveniente de mi balcón e inmediatamente levante mi rostro limpiando mis lágrimas, espere a que se aclarara mi visión y me levante de la cama, camine hacia la puerta del balcón; abrí la cortina de esta y me encontré con Alex.

— ¿Alex que haces aquí?

—Perdón quería entregarte esto—dijo sacando de su bolsillo una pequeña pulsera que Ryan me regalo.

— ¿Qué haces con eso? Y ¿Por qué no tocaste el timbre? —dije pasando mi mano limpiando otra lágrima.

—Se te cayó cuando peleaste con Kate, llevo tocándolo más de 5 minutos

—Entiendo, lo siento no escuche —este sonrió y extendió la pulsera.

—Tómala.

—No la quiero —dije apartando su mano.

— ¿Por qué?

—No quiero nada de la persona que me la regalo

—Entonces ¿Qué quieres que haga con ella?

—Quiero que la botes—él asintió, pero hable—espera, mejor lo hago yo

—En donde la botaras

— ¿Hay un parque con lago aquí?

—Si está a 12 calles de aquí

— ¿Me llevarías?

—Seguro, vamos—dijo y ya iba a saltar por el balcón.

— ¿Alex? —dije y este mi miro—, hay puerta —dije señalando la puerta de mi habitación.

—Sí, pero ¿Qué dirán tus padres si me ven bajar?

—Nada, además ellos no se darán cuenta

— ¿Cómo lo sabes?

—Están en el trabajo

—Oh...Ok —dijo y sonrió.

Alex y yo bajamos las escaleras rápidamente y salimos de la casa, yo lo tome de gancho y cruzamos la calle. Él saco su auto y nos subimos rápidamente, piso el acelerador y en un mini parpadear ya estábamos fuera del conjunto. 12 calles después llegamos al dichoso parque, nos bajamos del auto y Alex me tomo de la mano llevándome hasta donde estaba el lago.

—Bien, llegamos—dijo y me miro—, ¿Qué harás?

—Esto—dije y saqué la pulsera de mi bolsillo y la lance al lago.

— ¿Estas mejor?

—No, pero se sintió bien —dije suspirando con un poco de alivio.

— ¿Vamos a comer un helado?

—Si—Alex y yo caminamos hasta un puesto donde vendían helados y me pregunto.

— ¿Qué sabor quieres?

—De brownie y fresa

—Yo quiero de chicle y vainilla

—Enseguida—el heladero preparo los 2 helados y nos preguntó.

— ¿Salsa de mora o arequipe?

—Yo de mora—dije rápidamente.

—Yo igual y con maní —dijo Alex.

— ¿Los dos?

—El mío no, gracias—dije sonriendo, el heladero nos entregó un helado a cada uno y Alex pago.

PELIGRO,SANGRE Y AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora