(Narra Alexander)
–Uf, Alexander, tengo frío, iré por una sudadera o algo–.
Estábamos despiertos, eran las 3:12am de la madrugada. Laurens había tenido una pesadilla y no pude hacer que se volviera a dormir, así que nos pusimos a merodear por internet en mi laptop.
–Espera, John–. Me levanté rápido y me aproximé hacia mi closet, de ahí saqué una sudadera del color favorito de Laurens, azul. –Yo te quiero prestar la mía–. Caminé hasta él y se la coloqué, él sonrió con dulzura y llevó la manga hasta su nariz para olerla, se abrazó a sí mismo y comentó que olía a mí, que le gustaba.
Me sonrojé.
–Bueno, vente–. Lo tomé de la mano y nos sentamos en la cama, creamos un techo con las cobijas y nos pusimos a buscar una película. –¿Vemos Thor Ragnarock?–.
–Haha, Alex, a mí también me gusta, pero la has visto unas cinco veces–.
–Bueno, supongo que tú quieres ver Sherlock Holmes otra vez?–. Le di un beso en la mejilla.
–Buena deducción, mi querido Watson–. Echamos una risilla y terminamos viendo la película animada de El Dorado, ya sé, somos muy maduros. Abracé a Laurens por detrás y me apoyé sobre su cabeza, mientras cantábamos una de las canciones de la película él se volvió a quedar dormido, apagué la laptop y lo recosté a lo largo de la cama.
...
Por la mañana nos juntamos a comer todos juntos, estábamos sentados en la cocina, le daba de comer a John en la boca mientras nos tomábamos de las manos a escondidas.
–¿Qué tienes Burr? Estás aún más callado que de costumbre–. Comentó Hércules mientras intentaba tomar la salsa picante de las manos del francés, pues según eso arruinaría el sabor del platillo.
–He, me gustaría decirles, pero, temo que aún son unos niños–. Dijo llevándose las manos a la nuca.
–¿Qué? Somos uno o dos años menores a ti, dinos que te pasa–. Mulligan azotó la mesa con su puño y la malteada de Laurens aterrizó en su rostro.
Lafayette y yo soltamos una risa pequeña y después le ayudamos a limpiarse.
–Mulligan–. Se quejó el pecoso. –Era malteada de fresa, mi favorita–. Dijo inflando los cachetes.
–Aww, Lau, "siempre tan masculino"–.
–Yo sé que le pasa a Burr–. Dijo Lafayette, de inmediato todos nos volteamos a verlo.
Aaron lo miró con curiosidad.
–Non me lo puedes ocultar a mí, Burr. Soy francés, y debo hacerle honor a mi estereotipo–. Dijo sacudiendo su cabello.
–¿Ah sí? Dime que me pasa, psicólogo Lafayette–.
–Estás enamorado–.
...Hubo un profundo silencio...
Todos nos quedamos con la boca abierta al ver que Aaron se puso rojo.
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En otra vida (continuación)
FanficLaurens logra volver a nacer, ahora con otra oportunidad de conseguir a la persona que ama: Alexander, el chico nuevo del instituto. ... "Derramé una lágrima" "Nunca creí que liberar a un país fuera más fácil que tenerte" "Alexander, estaremos junto...