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—Creo que Konan va a dejarme.
Frunsco el entre cejo mienras lo observó un poco confundida y sorprendida.
—¿Qué? -preguntó atónita
Shu se mantuvo en silencio unos segundos y sorbo su nariz antes de hablar.
—Lo que escuchaste Haruka, creo que minovia está enamorada de otro chico y va a dejarme.
—Pero... ¿Cómo? Es decir ustedes se veían muy enamorados, ¿Estás seguro de lo que dices?
Shu elevó la comisura de sus labios en una débil sonrisa.
—Si, encontré unos mensajes en su celular con un contacto no agendado, si es así supongo que no la amé lo suficiente. -suspira- ¿Así es como debe sentirse Haruka? ¿Así se siente cuando la persona que amas elige a otra?
Frunsco los labios y no respondo ante aquella pregunta tan obvia. Si, así se siente incluso aveces se siente peor así me sentí cuando él eligió a Konan pero ¿Qué podía hacer? Absolutamente nada y él debe aceptarlo, debe aceptar la decisión que tomará Konan al igual que yo lo hice.
—Si, así es como se siente.
Shu suspira y sus ojos comienzan a humedeserce. Oh no, va a llorar.
—Shu, ¿Quieres ir por un helado?
Cierra sus ojos un instante y sonríe antes de mirarme. Cuando éramos niños Shu solía decirme que el helado era la mejor medicina ante la tristeza así que cuando tenía un mal día, peleaba con mis hermanos o con Shisui el siempre llegaba con un helado de chocolate para alegrarme, supongo que de ahí saqué mi gusto por el helado de chocolate.
—Claro.
Me pongo de pie y le tiendo la mano. Shu me toma del brazo y caminamos hasta el pequeño quiosco; el pide un helado de chocolate para mi y uno de vainilla para el. Comenzamos a caminar por el centro comercial y hablamos un poco de todo.
—Sasuke me contó que te está llendo muy bien con Shisui. -dice.
—Si, sabes como es el. -sonrió- Cada vez es más dulce y me demuestra que de verdad le interesó.
—Me alegra escuchar eso Haruka, estoy feliz de que finalmente hayas encontrado a alguien que de verdad te ama.
—Tu también encontrarás a alguien Sakamaki.
—Por cierto hace mucho no veo a Sasuke y mucho menos a Karim.
—Oh, Sasuke y Karim terminaron así que el se fue con Itachi un tiempo y Karim se mudó a no se donde, sólo se que muy lejos de Konoha gracias al cielo.
—Eres malo Sakamaki.
Golpeó el hombro de Shu con el mío mientras sonrió, el rubio imita mi acto mientras subimos por las escaleras eléctricas y seguimos riendo como dos idiotas que escucharon un buen chiste.
