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Haruka:
Shisui me toma del suéter cuando abro la puerta de mi habitación y con una maniobra rápida me despojo de esa prenda. Enrollo sus brazos en mi cintura hasta bajar a mis muslos para levantarme un poco haciendo que enrroyara mis piernas en su cintura mientras juntaba sus labios con los míos.
Camino hasta la cama y delicadamente me acostó sobre está.
—Shisui... -susurró en un gemido.
—Déjame hacerte el amor Haruka, déjame hacerte mía una y otra vez. -murmuró besando mi cuello.
—Hazlo.
Una sonrisa se dibujó en su rostro; tomé su cuello para acercar sus labios a los míos nuevamente y devorarlos como si estuviera hambrienta de ellos.
Shisui llevo su mano hasta mi sostén y quito el broche, yo hice lo mismo con el quitándole su camisa. Levanto mi vista encontrandome con la de Shisui y le envió una mirada juguetona.
Le di un leve empujon para quitarlo sobre mi y me puse de pie para cambiar de posición con el. Lleve mis manos hasta su pantalón y comencé a quitarlo lentamente, el azabache me miraba sofocado debido a la situación; cuando finalmente le quite el pantalón y su boxer lleve mi mano hasta su miembro y comencé a acariciarlo con suavidad haciendo que mi novio lamiera sus labios.
Ver aquel rostro de Shisui me había excitado, así que baje hasta quedar frente a su miembro para meterlo a mi boca causando que de los labios de Shisui se escapara un pequeño gemido; lo metía y lo sacaba de mi boca una y otra vez dejando también pequeños mordiscos en este para molestar a Shisui. Sin darme tiempo de seguir, Shisui me tomo de los hombros para que me levantara y estuviera sobre el, con un movimiento rápido Shisui me hizo quedar debajo de el nuevamente.
Quito mis bragas y comenzó a rosar su pene en mi feminidad hasta que sin aviso introdujo todo su miembro de golpe haciéndome gemir, colocó sus manos a los lados de mi cabeza apoyándose para comenzar a moverse rápido, haciéndome gemir al ritmo de sus embestidas.
Shisui sabe que me encanta cuando hace eso, cuando deja salir su lado salvaje. Enterre mis uñas en su suave piel, sabía que después de esto le quedarían marcas pero verdaderamente eso no me importa ahora, Shisui se detuvo y levanto mis piernas poniendolas en sus hombros para seguir con su trabajo, cada vez que el entraba y salía de mi se sentía cada vez mejor haciendo que no pudiera esconder mi placer.