21|Miradas.

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— Terminamos − solté sin ánimos. Alonso volvió a frenar en seco — ¡CAMARENA! − sino fuera por mi mochila estaría embarrada en el parabrisas

— ¿qué? − soltó sorprendido

— ¡que casi me golpeo! − quejé ante su acto

— ¿terminaron? ¿en qué momento?

— cuando llegué a casa − suspiré — había tulipanes − mi voz comenzó a quebrarse — las dejó junto con un papelito − mi incliné hacia atrás para no llorar — dijo que lo perdonara por no decir las cosas de frente pero que podíamos ser buenos amigos − chillé

— ¿eso te dijo?

— dejé el papel en casa − dije buscándolo en mi mochila

— pero − quejó

— ya sé Alonso, ni yo sé por qué y ¿Sabes? Estoy molesta porque no me dejó ni explicarle, arreglar las cosas de frente y simplemente va a mi casa, me pide perdón y me termina, otra vez solo que ahora no de frente − dije llorando

Estiró su brazo y me abrazó

— no sé que decirte, perdón − excusó

— ¿por qué? − lo miré

— quizá también es mi culpa, no debí insistir en que fueras a casa a esa hora o que...

— Alon, basta. Lo seguiría haciendo porque los quiero y son mi familia, Alan no debió ni siquiera enojarse, sabes que él solo se enojó. Eso es lo que me molesta. − me safé de él — me ignora por toda una semana por enojo, orgullo o pena porque sabía que había hecho mal las cosas. Después solo va, me pide perdón y me termina definitivamente ¿a caso eso es maduro? − dije limpiando mis lágrimas

— No, para nada − quejó avanzando el auto

— ya no quiero hablar más del tema − quejé — no sé sí quiero verlo ahora para una explicación o ignorarlo de aquí a un mes

Se limitó en responderme y seguimos con rumbo a la escuela.

•••

— Hey − llamaron bajo — Al − sentía movimientos en mi brazo — Alan, ya es tarde − insistían bajo

Abrí mis ojos, los sentía pesados. Miré a Karen con el uniforme de la escuela ya lista

— Oye ya es tarde ¿no irás a clases? − regañó bajo

— no tengo ánimos − me acomodé en la cama

— lo sé pero no puedes faltar, lo sabes − regañó y bufé

— ¿qué hora es? Quizá llegue a la segunda

— son casi las 6 ¿entonces no vas? Para irme ya − tenía que llevar a Karen a la escuela, era mi pacto con mis abuelos si quería llevarme el auto, mientras que por Ivan pasaban sus amigos por él.

— dame diez ¿sí? − no muy convencida salió de la habitación y me levanté contra mi voluntad.

Miré mi habitación en la cual había un poco de desorden usual, al parecer Ivan había salido tarde ya que ni su cama había tendido.

Ni siquiera me preocupé en bañarme, ya era tarde así que sólo busqué un cambio de ropa.

Miré al suelo y estaban mis dos sudaderas, la azul y la blanca, las que le había dejado a Diana.

Sin ánimos levanté la azul, tenía su aroma.

Unos tenis, mi mochila y salí de mi habitación.

I won't let you go » ALAN NAVARRO « 2da TEMPORADA | #CD9AWARDS2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora