『THIRTEEN』

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Había que buscar una historia tipo Cenicienta para la buena publicidad. Pensó en sus empleadas. Quizás alguien a quien ya tuviese en nómina; alguien leal y de confianza que quisiera hacerle el favor por un poco de dinero extra. Maholy estaba comprometida, así que quedaba descartada, a pesar de que él la admiraba por su naturaleza práctica. Ella habría accedido a fingir un compromiso con él y nunca le habría venido con tonterías sobre sentimientos.

 La señora Marks era demasiado mayor. Kelly era demasiado... daba miedo. Había dos de las chicas de limpieza que no hablaban inglés, lo cual convertía en un reto el poder darles instrucciones sobre cómo comportarse en los eventos formales. Su secretaria no lo consentiría por mucho dinero que le ofreciera. Su asistente personal estaba casada. Así que solo quedaba el intrigante bomboncito de _____.

Desde luego era tan atractiva que los medios de comunicación y los accionistas comprenderían que él se lanzara a por ella. Además tenía la inocencia rural que podría gustarle a la prensa. Joven, sin mancha y una rubia bonita. Sí, ella podía ser.

Jimin  volvió a casa con el firme propósito de proponérselo. La encontró comiéndose una manzana en la cocina y charlando cono Fabrice. Jimin le lanzó una mirada aguda al chef y este se excusó en seguida, dejando las verduras a medio cortar sobre la mesa y saliendo tal como se esperaba, con un gesto de la cabeza de su jefe. _____ alzó la mirada y le sonrió.

–No está tan buena como la tarta de limón, pero de todas formas es deliciosa. ¿Quieres una?

Él meneó la cabeza.

–Tengo que proponerte algo.

–¿Qué es? Mira que no me pongo trajes de gato.

–Te pido disculpas por ser tan directo, pero es que estoy en una situación que requiere que te cambie del equipo de trabajo de limpieza a otro departamento.

–¿De verdad? ¿He hecho algo mal? –preguntó. Era obvio que estaba poniéndose nerviosa.

–Para nada. Es solo que eres la más adecuada desde el punto de vista demográfico para un proyecto a corto plazo.

–¿Demograficamente?

–Sí. Tienes la edad y el físico adecuados. Resultas atractiva para mi grupo objetivo.

–¿Grupo objetivo? No me van las pelis porno. –_____ se rió mientras él sonreía–. ¿Y quién es ese grupo?

–El consejo de dirección y los accionistas de Bellingford Finance. No les gusta mi reciente actividad social y me han dicho que me vendría bien sentar cabeza. En teoría, es decir, no en práctica. Durante dos o tres meses, hasta que llegue mi evaluación. Necesito contratar una prometida y tú eres la mujer que he elegido.

–Yo... yo... Supongo que me siento halagada. Cuando vi Pretty Woman me pareció que el hecho de que te contratara un hombre guapo y millonario podía estar bien, pero no soy esa clase de chica, no estoy en venta.

–No tengo intención de aprovecharme de ti, ni física ni emocionalmente. Tampoco pretendo que vendas tu cuerpo. Esto sería un trato de negocios en el que yo te doy una compensación económica por aparecer en público conmigo y posar como mi prometida. Seguirías viviendo aquí y diríamos públicamente que tenemos una relación sentimental y que tenemos planes de futuro. Básicamente se trata de actuar.

–¿Platónico?

–Estrictamente. Solo tendremos actitudes cariñosas cuando nos vayan a hacer una foto.

–¿Tendríamos que besarnos? –preguntó ella.

–Sí. Podrías quedarte con cualquier prenda de vestir o regalos que adquieras, además de la compensación económica.

–No quiero cobrar por besar a alguien. Suena realmente cínico y frío. De todas formas, no creo que sea una buena idea para mí. Es una oferta muy práctica, pero me temo que voy a tener que rechazarla. Espero que encuentres a alguien que cubra lo que necesitas, Jimin. Gracias por ofrecérmelo –dijo, claramente preparada para salir corriendo de la cocina, sintiéndose fuera de lugar.

–Siento haberte incomodado. No era mi intención. Espero que cambies de opinión.

–No lo haré, pero gracias. Tengo que marcharme. He quedado en un par de horas con unas amigas de Daegu.

–Que te diviertas –dijo él, montando un plan en su cabeza.

–Gracias.

–¿Y cómo vas a ir adonde has quedado?

–En bus.

–Tengo una idea mejor. Puedo llevarte.

–No voy a cambiar de opinión porque me lleves.

–Lo entiendo, pero será un placer llevarte.

–Entonces acepto. Gracias, Jimin. Mis amigas pueden traerme de vuelta.

_____ pensó en la propuesta de Jimin. Él le pagaría un montón de dinero y lo único que ella tenía que hacer era fingir que estaba prometida con él. Besarse de vez en cuando. ¿Quién no querría acariciarle el pelo y pegar los labios a los de ese espectacular hombre? Prácticamente podría pagarse toda la universidad.

No era lo que se imaginaba en sus sueños de colegiala con Taeyong. Que le ofrecieran dinero por actuar como la novia de un millonario le daba una sensación mala, no romántica. Sabía que muchas de las exnovias harían cola para adquirir el papel. Sin embargo era tentador porque él era tan guapo y encantador; su primer instinto fue decirle que sí antes de saber lo que le iba a pedir. Eso hacía que él resultara peligroso y ella no tenía ninguna intención de involucrarse con él, ni siquiera de manera temporal.

_____ se lavó el pelo y se maquilló, eligió un top de tirantes y unos vaqueros; le costó cerrárselos porque su relación con los postres de Fabrice no le había hecho ningún favor. Había engordado casi dos kilos, ¡la próxima semana tenía que caminar en vez de comer tarta! Jimin la dejó en el centro, donde estaba la vida nocturna. Era un poco temprano, acababa de anochecer, pero ella tenía que levantarse temprano, así que pensaba dar una vuelta con las chicas, tomarse un par de cervezas y volver a casa sobre las diez para poder levantarse y trabajar al día siguiente.





✘「PROMISED BY CONTRACT 」✘[ ʆƖMƖƝ & Ƭ/Ɲ]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora