『TWENTY-NINE』

26 4 0
                                    


______ estaba en las escaleras escuchando a la mujer que era la madre de Jimin referirse a ella como sirvientita cursi. Suspiró. Era de esperar que una mujer rica no saltara de alegría ante la idea de que su hijo saliera con la chica de la limpieza. Sin embargo, creía que la mujer tendría más educación. ______ se fue a arreglar para la cena, echándole la culpa al sol y al aire caliente del globo aerostático de su dolor de cabeza.

Nunca pillaba resfriados ni la gripe, pero quizás estuviese encubando algo. Se sentía débil. Por ello, cuando Bella iba hacia el comedor y Jihyun le ofreció el brazo ella lo aceptó más con tristeza que por amistad.

–¿Qué te parece el conjunto residencial? –le preguntó él.

–Es precioso.

–Debo admitir que mi hermano tiene una casa bonita, pero parece que no abandona las viejas costumbres. Cuando Jimin venía a casa en las vacaciones de la universidad... bueno... siempre se metía en líos con las chicas de la limpieza. Dejó a una embarazada en aquellos días. La despidieron, por supuesto, y creo que mi padre se hizo cargo de todo, le dio una cantidad de dinero estratosférica para que se deshiciera del bebé y desapareciera por donde se pone el sol. –Se encogió de hombros–. Los viejos hábitos nunca se pierden. A mi hermano siempre le ha caído bien la servidumbre.

–Quizás sea porque es gente sencilla y no niñatas mimadas y altivas.

Él soltó su brazo, le hizo una reverencia bufonesca y la dejó en el pasillo, respirando con dificultad. A Jimin siempre le habían gustado las chicas de la limpieza, tenía un historial acostándose con ellas, incluso había dejado preñada a una y la había abandonado. Desde luego aquello le había dolido por serle tan cercano. Le temblaban las manos y se le cerró la garganta. Seguramente era el maldito virus que había pillado. O quizás estuviese desarrollando alguna alergia o algo raro.

***

La preciosa mesa del comedor estaba puesta con velas y ______ se sentó en una de las sillas, colocando educadamente las manos en el regazo. Jihyun ya se había sentado cuando su madre entró del brazo de Jimin.

–Madre, quiero presentarte a ______ James. _______, esta es mi madre, Ha-Neul
 Park.

–Seguro que estás encantada –dijo Ha-Neulcon frialdad, mirándola de arriba abajo y sorbiendo la nariz con desdén–. Me muero por saber de tus fascinantes orígenes. ¡Eres tan sencilla! Cuéntame donde más has fregado suelos.

______ tenía las mejillas en llamas y no sabía cómo contestar. Jimin entró al rescate.

–Cariño, debes disculpar a mi madre, siempre ha sido maleducada. Como tiene dinero, mucha gente se lo tolera. Pasa lo mismo con mi hermano.

–Nunca me he preguntado por qué no hemos vuelto a estar los tres juntos en la misma habitación desde Copenhague, hace seis años –dijo Ha-Neulcon alegría–. Nunca nos reunimos sin que haya una gran cantidad de alcohol del bueno. –Bebió a fondo su copa de vino y la ondeó frente al servicio para que se la rellenaran.

–Es verdad, desde Copenhague, ¿no? –dijo Jihyun–. ¡Qué momentos! ¿No salías entonces con aquella pelirroja? ¿Cómo se llamaba? Nunca me acuerdo de los nombres de todas tus chicas, Jimin.

–No sé de qué estás hablando –gruñó Jimin, acariciándole la mano a _____ para infundirle seguridad.

Ella lo miró con unos ojos que pedían que le dijera que se trataba de una broma extraña. Harvey meneó la cabeza–. Es solo una cena, podemos con ello –le susurró. 

Ella enderezó los hombros. Si él la había rescatado de Dayanela y karen ella podía al menos permanecer a su lado mientras su horrible familia estuviera en la ciudad. Era justo.

______ aguantó más recuerdos pretenciosos de gente rica (¡aquella vez que nos fuimos todos juntos a Lisboa a pasar la Navidad!) dándole tragos al agua en silencio. Le ofreció a Jimin una sonrisa de apoyo, intentando animarlo. Y por fin sirvieron los entrantes. Frente a ella había un aguacate perfectamente bien presentado, relleno con gambas rosadas. Sintió que le caían pequeñas gotitas de sudor por el cuello y la cara.

Le dieron arcadas, boqueó y respiró con dificultad y vomitó allí mismo en la mesa. Cerró los ojos, parecía que no pudiera borrar de su vista ni sacar de su nariz aquella monstruosidad de aguacate con gambas.

–¿Estás bien? –le preguntó Jimin mientras el personal limpiaba y ella se ponía de pie con lágrimas en los ojos.

–Estoy bien. Lo siento. Es solo que... tengo un virus estomacal. Perdonadme.

_______ salió corriendo del comedor. Sintiéndose enferma y derramando lágrimas de humillación. Oyó el comentario de Ha-Neulmientras se marchaba.

–Más le vale a esa indigente no estar embarazada.

–Por supuesto que no lo está, madre –dijo Jimin, pero no salió a buscarla.

______ se tumbó en la bañera llorando, preguntándose si un virus de estómago podía hacerla sentir tan floja, tan mareada si podía ponerle los sentimientos a flor de piel. O si Ha-Neultenía razón.

Aquella noche, mientras estaba tumbada en su cama, preocupada y desolada con el estómago haciendo ruido, Jimin entró en la habitación.

–¿Te sientes mejor? –susurró.

Por primera vez desde que estaban juntos, ______ fingió que estaba dormida. No quería tener que enfrentarse a él con la sospecha de estar embarazada, ni tener que confesar llena de tristeza que había oído lo que su madre había dicho de ella, o que lo que Jihyun le había contado sobre hacerle un bombo a la chica de la limpieza había vuelto a ser realidad. Se juró que si estaba embarazada no habría dinero en el mundo que la hiciera abortar. Él se marchó en silencio y ella no dijo nada.

✘「PROMISED BY CONTRACT 」✘[ ʆƖMƖƝ & Ƭ/Ɲ]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora