『THREE』

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El despertador sonó temprano, tenía turno como cajera en una gasolinera. Vendió cigarrillos, recambios de ambientadores, varios paquetes de seis donuts por tres y cobró a la gente que echaba gasolina. Era aburrido y la música country a todo volumen que le gustaba a los clientes a ella la ponía de los nervios, pero necesitaba el dinero de aquellas horas.

En cuanto acabó su turno allí, se fue a la cafetería a fregar platos. Ideó un sistema para lavar de forma más eficiente. Usó un enorme recipiente de plástico para llenarlo de agua con jabón. Remojaba los utensilios por orden. Primero los platos, luego las sartenes, luego los cubiertos. Así evitaba tener que rebuscar en el agua sucia para encontrar los tenedores. Todo parecía más ordenado según su cerebro pro-eficiencia.

Seis horas después, le pagaron la semana. Había ganado treinta y seis dólares por doce horas fregando platos a mano. Se quedó sin palabras. Miró al encargado y le preguntó por qué no daban el salario mínimo. Él le dio la explicación rutinaria; pagaban menos porque se lo daban en efectivo y además, se trataba de un trabajo en el que también cuentan las propinas, por eso el sueldo base es más bajo.

–Nadie me ha dado propina. Y no he visto que me tomaran en cuenta a la hora de repartir el bote. Solo he estado despegando grasa de cerdo por tres dólares la hora. ¡Esto es ridículo! –dijo.

–Vale, ya no trabajas aquí. Devuelve el delantal –dijo el encargado–. No entiendo por qué es tan difícil  conseguir un friegaplatos decente.

–Quizás porque usted es un idiota–dijo ella y salió hecha una furia.

_____ estaba desesperada, miró sus estados de cuenta, repasó las facturas que llegarían en las próximas semanas y pensó en un plan que no se basara en mentir sobre su capacidad para instalar suelos de madera.

Los números no eran buenos. No eran tan malos como para que la desahuciaran, pero no eran buenos. Podía cubrir las facturas de un mes si nada se torcía. Si no perdía el abono de transportes ni necesitaba medicina para la alergia ni había ningún otro gasto inesperado que diera al traste con las reservas. La principal fuente de ingresos, el trabajo en el motel, se había acabado y solo le quedaba el trabajo de cajera, que no le daba mucho dinero. Miró los anuncios de trabajo online, encontrándose una y otra vez con el de doncella interna en Daegu.

Estaba preparada para marcharse de Seul y ese motivo podía ser tan válido como cualquier otro. ____ se veía viviendo en un lugar con mejor clima, en una mansión que seguramente sería preciosa, limpiando. Sabía limpiar y sabía cómo presentarse a una entrevista de trabajo. Aunque no tenía titulación, a pesar de su historial en trabajos de baja calaña, sabía que limpiaba rápido y que probablemente cabía en el disfraz de gata de vinilo, porque las medidas que mencionó el loco eran similares a las suyas.

Arrugó la frente.

Por favor, que el trabajo de doncella no sea como el de gata.

Respondió al anuncio y se quedó mirando a su móvil, esperando una llamada. Se sintió mejor al ver que en este caso el hombre, a diferencia del friki  estaba demasiado ocupado para llamarla en seguida. Cuando llegó la llamada, venía de una mujer.

–Hola, soy Maholy, de la oficina de Park Jimin. Has mandado una solicitud para el puesto de doncella, ¿correcto?

–Sí, así es. Hola, Maholy. Soy ______ James. Agradezco que me tengas en consideración para el trabajo. Por lo que parece tengo justo el perfil que estáis buscando.

–Háblame de tu trabajo hasta ahora, ______ –dijo Maholy.

–Bueno, trabajo desde que tenía dieciséis años y repartía comida a domicilio. Los dos últimos años he trabajado en el departamento de limpieza del Motel. Mi experiencia en ese lugar ha sido muy buena, pero va a concluir porque el negocio ha sido vendido a un constructor que lo va a llevar en otra  dirección distinta a la de la industria de la hostelería.

–Ya veo. ¿Lo van a convertir en un albergue para gente sin hogar? He oído que se ha hecho eso con mucho éxito.

–No, me temo que no. Va a ser un local de entretenimiento con tienda.

–¿Un club de strippers? –dijo Maholy acertando.

–Sí, no quería decirlo –_____ se rio.

–Has sabido darle la vuelta muy bien. En fin, ya veo por qué tienes que buscar otro trabajo.

–Estoy segura de que mi actual jefe puede darme buenas referencias. Especialmente, ya que me ha ofrecido hacer una audición para bailarina principal. En su despacho. A solas.

–Al parecer es un verdadero príncipe. Si no estuviera comprometida le rogaría que me dieras su nombre- dijo Maholy  y _____ volvió a reír

–¿El trabajo sería contigo? Por favor, dime que sí.

–No, yo solo soy la asistente ivirías en su mansión, es espectacular. Deberías buscarla en Google. Ha salido en un montón de revistas de decoración. Tiene un ama de llaves que se hace cargo de las tres chicas de la limpieza, el cocinero, el jardinero y la gente de seguridad. Tú solo tendrías que hacerte responsable de la casa principal, la de juegos y las casas de invitados. No tendrías que acercarte ni a los establos ni al invernadero.

–¿De verdad todo eso es la casa de un solo hombre?

–Sí. Un chico. Ni siquiera tiene mujer ni hijos. Estuvo en la lista Forbes de los 30 millonarios de menos de 30 hace algunos años. Tuve que contratar gente solo para responder a los emails y cartas de las chicas guapas que querían casarse con él. Duró seis meses; se montó una locura entorno a él. No quiso conocer a ninguna. Estaba demasiado ocupado. Eso era cuando tenía el trabajo anterior. Cambia de empresa cada dos o tres años para arreglar problemas. Se marcha cuando el plan estable está en marcha. Ahora está en el Bellingford Finance Group.

–Y si estaba demasiado ocupado para atender a sus pretendientes, ¿encuentra tiempo para admirar todas sus casas, jardines y caballos?

–A veces. Viaja un poco, pero tiene su base en Daegu. Así que andará por ahí para apreciar tu limpieza. Te prometo que no es de los que acosa al personal ni nada parecido. No tendrás que preocuparte porque te vaya a poner contra la pared cuando estés quitándole el polvo a los cuadros.

–Gracias. Sería un cambio agradable respecto a Don Pásate-por-mi-despacho-del-motel. Te mando una copia de mi CV si quieres y espero que me tengáis en cuenta.

–¿No te importa tener que mudarte?

–En absoluto. Hace tiempo que me apetece un cambio.

–¿Puedes hablarme un poco más de tu experiencia laboral?

–He limpiado retretes, quitado el polvo, movido muebles, cambiado sábanas y ordenado habitaciones. He cambiado toallas sucias, pasado la aspiradora, limpiado habitaciones, barrido, fregado, he dado cera y he pulido suelos, tanto a mano como con máquina. He incrementado los índices de eficiencia en un diez por ciento al dar prioridad a la organización del cambio de toallas y sábanas sucias, en el uso de la aspiradora y otro tipo de rutinas diarias. Trabajo bien sin supervisión. Me adapto rápidamente a nuevos conceptos y tengo una pasión por la multitarea y la organización. Tengo excelente don de gentes y de atención al cliente. Manejo perfectamente las medidas de seguridad en el trabajo del hogar.

–Me impresionas. Cuéntame más.

–Me gusta hacer las cosas a conciencia y trabajo duro. Me he dedicado a ofrecerle a los clientes del hotel un entorno cómodo y limpio. Comprendo la importancia de ofrecer un servicio de la máxima calidad y de mantener una actitud educada y profesional en todo momento.

–Te llamaré, ______, me ha gustado hablar contigo –dijo Maholy.

–Muchas gracias por esta maravillosa oportunidad.

Maholy colgó y _____ soltó el aire. No sabía si le iban a dar el trabajo. Sonaba genial. Esperaba que se lo dieran, y no solo por el dinero. Estaba en un lugar maravilloso, el jefe estaba demasiado ocupado y era demasiado honesto como para acosar al personal, y de verdad Maholy le parecía muy simpática. Quizás pudieran hacerse amigas. Sería un nuevo inicio. _____ se había sentido sola desde que su hermana Nathaly  se había ido a vivir fuera, ya que no tenía buenos amigos.

✘「PROMISED BY CONTRACT 」✘[ ʆƖMƖƝ & Ƭ/Ɲ]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora