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LA CALMA DEL AMBIENTE ARRULLABA A LA DEIDAD CREADORA. Con los ojos cerrados, Shin disfrutaba aquél momento de inmensa paz. Sus espalda descansaba apoyada en el tronco de un antiguo árbol. Sus manos reposaban sobre sus rodillas. La brisa dejaba gentiles caricias en su rostro y lo despeinaba ligeramente. Nada podría arruinar ese precioso día. Las comisuras de sus labios se alzaron, formando una pequeña sonrisa.

Pequeños pasos sonaron cerca. Esperando que se tratara de Kibito o del ancestro, abrió los ojos con serenidad. En lugar de ver a este par, vio a aquél con quien su vida estaba atada, y a su lado, su ángel.
Se levantó a gran velocidad mientras percibía como sus mejillas adquirían una sensación de calor y un tono rojizo. Sus ojos miraron como, atrás de Whis y Bills, se acercaban el de roja tez y el otro Kaio.

  — B-buenos días. — Dijo el Supremo haciendo una reverencia a los recién llegados. — ¿A qué se debe su visita? — Preguntó con amabilidad.

— Verás... Necesitamos ir a dónde el Gran Sacerdote. Nos preguntábamos si podrías llevarnos. — Dijo Bills con simpleza. A su lado, Whis asintió levemente.

Los otros dos habitantes del planeta Supremo intercambiaron una rápida mirada de confusión.

— Claro, los llevaré...

El Supremo vaciló.

— Perdonen mi atrevimiento, pero... ¿Cuál es el motivo?

Ángel y HakaiShin se miraron. El mayor tenía un semblante completamente serio e inexpresivo que inquietó un poco al contrario.

— Iremos a ver a mi hermana. — Habló Whis rompiendo el silencio. — Imagino que ya saben todo lo que ocurrió. ¿Verdad?

Shin asintió, sintiéndose tonto por preguntar. Sabía que al maestro no le daba gracia tener que recordar lo ocurrido recientemente.

— Bueno, ¿Podemos irnos?

Impaciente, el de felino aspecto se acercó al creador. Éste colocó una de sus manos en el destructor y la otra sobre el de tez azulada.

— Nos vemos. — Susurró despidiéndose de Kibito y del antiguo Kaio. — Kai-kai.

Al instante, se encontraban en su destino. Cómo si todo estuviera arreglado, el padre de ángeles apareció.

— Sean bienvenidos.

Bills se apresuró en colocarse al lado de su asistente. Shin imitó el gesto, para luego hacer una reverencia.

Drabbles, Whis x Bills.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora