Acostado en el césped y con los ojos cerrados descansaba Bills. A su lado, Whis depositaba pequeñas caricias en la cabeza de su señor. Con suavidad, descendió el trayecto de sus manos hasta llegar a su oreja. Un tierno sonido escapó del menor.
— ¿Señor? — Preguntó divertido el ángel. — ¿Acaso usted ronroneó?
— ¿Qué? No, claro que no.
— Si. Usted hizo "purr".
— ¡No hice "purr"!
Para comprobar su teoría, la mano de Whis volvió a posarse tras la oreja contraria. Los sonidos volvieron a oírse. El rostro de Bills adquirió un tono rojizo, y tapó su cara por la vergüenza.
— No se apene. Me parece muy bonito. Venga, no intente esconderse.
Con delicadeza apartó las manos de Bills del rostro de éste. Los ronroneos se hicieron más potentes, para alegría del maestro.
— ¡Ya!
El felino se apartó. Por más que le gustaran las caricias, no permitiría que golpeara a su ego de aquel modo. No le importaba cuanto aprecio le tuviera.
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Drabbles, Whis x Bills.
FanfictionEl amor no es fácil, y menos si es entre dos deidades que tienen prohibido encariñarse del otro. ¿Qué ocurre si rompen la regla? ¿Que opinarán Daishinkan y Zeno Sama? Relatos de Whis y Bills, intentando forjar una relación de pareja.