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— Muy bien señor. Entonces, ¿Dice que éste caos no fue causado por usted? — Preguntó alzando una ceja.

— ¡Yo no destruí la cocina!

— ¿Seguro? — Dijo acercándose un poco más a él, al punto en que sus narices se encontraban a pocos centímetros. No lo hacía con segundas intenciones, simplemente buscaba algún rastro que delatara al sonrojado Hakaishin.

—...B-bien, si fui yo. Lo hice porque... — Se apartó desviando la mirada hacia el suelo — Quería preparar té.

Entonces Whis comprendió por qué había hecho una masacre de tazas.

Por más tierno que le pareciera, le dolía ver sus tazas de colección limitada hechas añicos.

Drabbles, Whis x Bills.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora