Convivencia

561 28 39
                                    

-¡MALDICION!-retrocedió al instante llevando una mano a su pecho por la sorpresa de verle ahí de repente, cuando se supone debería estar en el sótano, miro a todos lados como un idiota asegurándose de que no hubiera nadie aunque vivía solo y cada casa de aquella zona estaba separada por una considerable distancia de las otras-¡¿Cómo rayos saliste del sótano?!-dijo quejándose por tener que lidiar con el maldito payaso de nuevo.

-No le pusiste llave a la puerta-fue la respuesta normal de Pennywise que no quitaba la sonrisa divertida de su cara al ver las expresiones de Billy, se veía más calmado a comparación de los demás ideas en que estuvo hecho una bolita en el rincón del sótano intentando apartarse de él cada vez que le veía, por lo que verle así repentinamente tan tranquilo le hacía pensar que tal vez salió para intentar matarle de nuevo, atacarle o torturarle, era lo más probable-¿Qué? ¿Asustado, Billy muchacho?-dijo soltando una leve sonrisa dando otra mordida a la carne dejando ver los dientes afilados que tanto le desagradaban.

-Ni de chiste-contesto Billy mirándole con molestia y tratando de controlarse-No me das miedo pero tampoco esperaba verte en medio de la cocina-lo que era cierto, después de que estuvo en su sótano todo el tiempo desde que llegaron a casa-no eres específicamente lo que quiero ver cuando voy a la cocina.

-Hum... No pones seguro y en ningún momento dijiste que tenía prohibido salir del sótano-vio la carne en su mano y termino por comérsela toda en un solo bocado sus labios y mejillas manchadas de sangre que aunque fuese de animal la escena seguía siendo perturbadora.

-¿Quieres... maldición, limpiarte la cara? Estas goteando sangre y ensuciando el piso-Pennywise tan solo se encogió de hombro y tomo lo primero que encontró para limpiar su boca-¡No con eso!-quitándole lo que era la bufanda que tomo, era de Audra, debió olvidarla y no se dieron cuenta-ten toma esto-le extendió un paño que encontró por ahí mirando la bufanda color celeste manchada de carmesí, quedo arruinada, bueno, si ella le preguntaba diría que no la dejo en su casa, tan solo la arrojo a la basura, cuando un tiempo atrás la hubiera guardado con cariño hasta volver a ver a su novia. Pennywise tan solo le miraba de aquella manera curiosa mientras terminaba de limpiarse-No veo porque te molestaste si a fin de cuentas la tiraste.

-La arruinaste, pude haberla lavado pero la sangre no se quita tan fácil... la ropa que use allá en las alcantarillas también tuve que tirarla-dijo yendo por la botella de whiskey y sirviéndose un vaso.

-Parecía importante...

-No lo era, solo es una bufanda, solo que detesto que andes manchando todo de sangre-dijo dándole un gran sorbo a su vaso de whiskey disfrutando del escozor que le provocaba.

-Lo pensé porque era de tu novia ¿no?-Bill dejo de beber y clavo su mirada en los ojos azul bebe que tenían aquel brillo travieso como de un payaso planeando su próxima gracia-a la que por cierto le mentiste tan vilmente. ¿En serio crees que fui como un caramelo muy dulce? No sé si sentirme ofendido o halagado a este paso, tomando en cuenta que te gusta hacer esas cosas conmigo, algo que ningún humano había hecho antes-seguía hablando viendo como los gestos de Billy cambiaban como si no supiera que explicación dar, era tan fácil, Billy se quedó sin palabras y eso le recordaba un poco cuando este era un niño fácil de asustar.

-C... Claro que le iba a mentir, no le iba a decir que tenía un maldito monstruo come humanos en el sótano de mi casa-decía justificándose pareciendo indignado por la acusación.

-Eso lo entiendo Billy, yo hablo de que nunca la llamaste, ni le dijiste que ya habías vuelto.

Tan manipulador, olvidaba el otro poder que tenía esa criatura, y tal vez la mejor habilidad que tenía, era un monstruo pero sabía que decir y donde golpear, Bill no se contuvo y dejo el vaso con fuerza en la mesa casi rompiéndolo y camino con firmeza hasta Pennywise tomándolo de la chaqueta y azotándolo contra la pared apenas alzándole unos centímetros del piso, el payaso se vio algo sorprendido por la reacción de Billy pero no exactamente asustado pues tan solo se le quedaba viendo esperando a ver lo que el humano haría.

A CLOWN HOUSEWIFEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora