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Alex llego al bar esperando que El Purgatorio fuera un desierto a aquellas horas de la mañana, pero no, todo lo contrario.  Las mesas estaban llenas de gente joven y en la barra había algunas personas mayores bebiendo licor. 

El nudo en la garganta de Alex se hizo aun mas grande y empezaba a arrepentirse de haber ido al bar, pero la imagen de Madison llorando en su sofá la empezaba a atormentar. La respiración se le hizo complicada, como si el aire se hubiera condensado haciendo casi imposible que atravesara la laringe. Las ganas de vomitar la invadieron, no entendía porque estaba tan nerviosa. La falta de pastillas no ayudaban a la situación provocando que su cuerpo se convulsionara y sudara de una forma exagerada. Se apresuro al baño y las primeras imágenes de ella junto a Harry la invadieron. Se miro al espejo y se mojo la cara, volvió a mirarse en el espejo y escucho la puerta cerrarse. Con un pequeño sobresalto se dio la vuelta para fundirse en aquella mirada que aun no estaba preparada para enfrentar. Volvió su atención al espejo, como si merar el releflejo de Harry fuera ha facilitar su discurso.

-No creí que fueras tan estúpida como para volver.-Apoyo su  espalda contra la puerta sonriendo y mirando a Alex de arriba a abajo.

-Necesito un favor.-Lo miraba a través del espejo. 

No pudo evitar morderse el labio al ver al moreno completamente de negro, con una sonrisa picarona y con el bronceador de sus vacaciones aun presente.

-Claro.-Dio un empujón con su espalda para separarse de la pared.-Y yo que creía que venias a arrastrarte.

-Necesito diez mil dólares.

La sangre de Harry hirvió, no pudo creer que después de cuatro meses sin verse lo primero que hacia era pedirle dinero, y no para comprar material escolar precisamente.

La rubia vio el puño de Harry estamparse contra la puerta en el reflejo del espejo. El golpe provocó que cerrara los ojos y se poyara sobre el lavabo.

-¿Que coño has hecho?-Gruñó el moreno.

Alex suspiro y volvió a abrir los ojos para mirarlo de nuevo, esta vez se paseaba a un metro tras ella.

-Es para pagar a un camello.

-Vale.-Asintió y la miro a través del espejo tras parar de golpe.- Ahora es cuando piensas dos veces lo que has dicho y te das cuenta de la estupidez que acabas de pedirme.

-Creeme, lo se.-Suspiro y se dio la vuelta con la poca valentía que le quedaba.- No te lo pediría si no fuera importante.

-No voy a darte dinero para droga.-Dio un paso al frente.- Si la quieres pidemela.

-No es para comprarla, es una deuda.

Harry soltó una risa amarga y metió las manos en los bolsillos delanteros de su pantalón. Negó con la cabeza y la miro con ternura, casi sintiendo pena por su inocencia.

-Eso, rubita,-Hizo una pausa irónica entre las palabras .- no es una deuda, es una hipoteca.

-¿Vas a ayudarme o no?

Harry frunció el ceño y se meneo lentamente haciéndose el interesante ganándose un rodeo de ojos por parte de la rubia.

-¿Que saco yo con esto?

-¿No cargar con la muerte de una persona inocente?

-Sabes que nadie va a tocarte si yo no quiero.-La sonrisa de Harry fue fría pero a la vez posesiva. Alex quedo fascinada por aquella sonrisa, una nueva faceta de Harry había salido a la luz, la posesiva.

-No soy yo, es Madison.

-Pues que se lo pida a Liam.-Su expresión cambio completamente, si había un ápice de preocupación en su cara ya no había ningún rastro de aquello.

Devilish Eyes.Where stories live. Discover now