Harry llego a casa de Alex con los nervios en la garganta. Se odiaba a si mismo por reaccionar de aquella forma, nunca había sentido algo como aquello, nunca se había puesto nervioso para hablar con una chica, aunque ninguna chica le hacia sentir tan único e invencible como Alex.
Se encontró con Zayn saliendo por la puerta al mismo tiempo que el salía de su Lamborghini Miura color negro. Ambos se regalaron una mirada amenazante de macho alfa. Zayn sabia que Alex vivía en territorio de los Fallen y que cualquier pelea que empezara se tornaría en su contra. Styles se cruzo de brazos y se apoyo en el capo de su coche sabiendo que era intocable. Su postura era dominante, intimidante, invitaba a Zayn a abandonar su territorio sin poner objeciones.
Alex, apoyada en el umbral de la puerta, despedía a su novio con la mirada y se obligaba a no apartarla de Zayn, de lo contrario, volvería a caer en el juego dulce de la atracción del diablo. Malik subió a su coche, miro por ultima vez la escena que tenia frente a el y se precipito a la carretera con un rugido de su Maserati GranCabrio plateado.
Alex se giro de brazos cruzados por el frio que hacia en California. El invierno estaba presente en las calles de la gran ciudad y el aire helaba los huesos de aquellos insensatos que llevaban su alma desabrigada. El frio que acompañaba a Harry tampoco ayudaba a que su cuerpo recuperara el calor que le correspondía, aunque la mirada ardiente del chico sobre la mejilla de la chica parecía sofocarla. Lo miro y el frio fue la menor de sus preocupaciones.
-¿Necesitas algo?-Su voz salió temblorosa, no por el frio, sino por la descarga que la mirada de Harry hizo recorrer su cuerpo.
-Quiero una respuesta.-Se incorporo caminando lentamente en su dirección.
Alex empezó a ponerse mas nerviosa, sabia a lo que se refería pero no quería creer que realmente le estuviera haciendo aquello. El corazón le latía en la garganta y juraría que si no hubiera mantenido aquella tensión en el cuello lo habría vomitado.
-¿De que me hablas?
-¿Zayn?-El ladrido de Harry al pronunciar el nombre del moreno hizo que la respiración de Alex se cortara durante unos segundos.- ¿Enserio? ¿Y a mi que me den?
Alex se tenso al encontrarse con Harry frente a ella pidiéndole, de forma subrepticia, que eligiera entre su mejor amigo, ahora novio, o un chico que nadaba a contracorriente rompiendo las normas y conseguía poner su pulso a cien con una caricia.
-No me hagas esto.-Susurro.
Se dispuso a cerrar la puerta cuando la mano vendada de Harry se interpuso en el intento. Apretó la mandíbula por el dolor que le causo aquella simple acción, pero no quiso que Alex preguntara, por lo que ahogo un gemido de dolor.
-Escúchame.
La voz suplicante de Harry sorprendió a ambos: a ella por que jamás habría imaginado a Harry suplicando que una simple niñata le prestara atención, y a el por que nunca se había sentido tan necesitado de la atención de una niñata.
Alex trago saliva y miro a Harry a los ojos sin saber que se encontraría con unos ojos enrojecidos por el alcohol y la infección. Le suplicaban su ayuda, le suplicaban que lo escuchara. Intentaba expresarle el dolor que cargaba sobre sus hombros.
-Cinco minutos.-Abrió la puerta y se recostó en ella perdiéndose en aquel idiota que la volvía loca.
-Venia pensando en millones de formas en las que decirte esto sin sonar como un idiota.-Se paso la mano sana por el pelo, mostrando su frustración a la rubia.- Y no he conseguido encontrar una que se ajuste a mi persona.-Suspiro antes de tomar una bocanada de aire que llenó sus pulmones.-Esto no se me da bien, es la primera vez que me pasa.-Alex lo miraba con el ceño fruncido.-Tu... No se como explicarlo.
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Devilish Eyes.
Teen FictionLa historia se repite. El reencuentro. Vuelve la droga, vuelve la sangre, vuelven los escalofríos. Vuelve la mafia. Vuelve la Logia. Vuelve Harry. El juego se reanuda, esta vez, habrá un perdedor. Los Styles mas salvajes que nunca.